El Bohemio se empezó a alejar de las luces de la gran ciudad, sufrió una derrota peligrosa ante Agropecuario por 3 a 2 y el camino hacía la gloria ya es angosto, empinado y transitado por una ruta a la que le falta asfalto y le sobran piedras.
Frente al “Sojero” el equipo de Lisa terminó rompiendo sus propios silo bolsas, quemando sus hectáreas y dándole de comer trigo a las vacas. Preocupante presente de Atlanta en el mini torneo. Entró en un tiempo de sequía y aún el pronóstico no anuncia lluvias para su zona.
Por la tercera fecha del certamen infame que organizó la AFA para la Primera Nacional, el conjunto de Villa Crespo recibió al elenco de Carlos Casares. Todo pintaba color de rosas (o mejor dicho azul y amarillo) Para Atlanta. Ya que con la efectividad al palo, vencía en el primer tiempo a Agropecuario por 2 a 0 con tantos de Jorge Valdez Chamorro y Julián Marcioni. Pero en la recta final de esa primera mitad el panorama cambió y ya nada fue lo mismo. Gonzalo Urquijo y Mariano Miño fueron los que sembraron los dos goles para la visita. De ahí en más todo lo que llegó fue un descontrol, las imágenes no son aptas para menores de edad.
Atlanta entró en un tobogán sin salida. La caída fue letal y el golpe provocó una herida que ningún galeno se ánima a indicar cuando cicatrizará. Ya que al toque de comenzado el segundo tiempo, el ilustre visitante puso el tercer gol por intermedio de Emanuel Molina. Nunca más el dueño de casa se pudo reponer y aunque el resultado era corto, la distancia en el juego era amazónica.
Como ante Platense, volvió a destacarse Francisco Rago, el golero Bohemio. Sus atajadas evitaron que el resultado sea más abultado. Junto a Valdez Chamorro y Marcioni, fueron los únicos que aprobaron el fatídico partido en Villa Crespo. El resto tiró del carro sin darse cuenta que no había ningún caballo en el particular vehículo.
Ya es crónico el problema que tiene Atlanta y quedó evidenciado en los tres encuentros que disputó. Sus rivales le llegan con mucha facilidad. Defiende en una autopista el elenco de Fabián Lisa. Y como una escalera mecánica no tiene baranda. Los costados están descuidados. No retroceden los extremos, no achican los laterales, ni tampoco colaboran los volantes. Los jugadores que enfrentan a Atlanta se hacen un festín cada vez que avanzan hacía el área Bohemia. No es nuevo el problema, solo que ahora se ha profundizado.
Párrafo aparte para Lisa, que perdió el control del partido. Nunca lo entendió y como (casi) todo el equipo, quedó confundido después del empate de Agropecuario. El DT la pifió con los cambios. Decidió quitar al “9”, Milton Giménez, para poner a un joven volante como Dramisino. Aún no se encontró en el google ningún traductor que nos explique dicha modificación. El ingreso de Alejo, obligó a que tímidamente la posición de centro delantero la ocupara Pedrozo, que se lo nota peleado con el arco. También fueron raras las otras variantes, en un banco que tiene pesos y le faltan dólares.
Una porción del primer tiempo y todo el complemento Atlanta fue superado por Agropecuario, que con su histórico(?) triunfo en Villa Crespo le cuida las espaldas al líder de la zona Estudiantes (BA) Que será el próximo rival del Bohemio en Caseros. Ya sin el margen de error pudiendo formar parte del equipo titular, teniendo presente que es la última carta que queda en el mazo de barajas para jugar. Con la necesidad de una victoria para volver a acomodar el sueño, porque por ahora las luminarias de la City se están alejando ya que Atlanta entró en zona rural….
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Falta el KO
Por fin entró
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