
Atlanta. La Voz del Hincha.
Según cuenta la biblia, el primer vampiro de la humanidad fue Caín. Una maldición cayó sobre él, impidiéndole soportar el sol y provocándole sed de sangre. Para el escritor esloveno Janez Vajkard Valvasor el primer vampiro moderno en el que hay documentos que lo certifican fue Jure Grando Alilović. Entre 1579 a 1656.
También, hay mujeres que se jactan de ser la primera vampira de la historia. Y esa es Elizabeth Bathory. Nació en el año 1560 en la ciudad de Drácula, Transilvania, en el seno de una de las familias más poderosas y respetadas de la aristocracia húngara. Entre los parientes que componen el árbol genealógico de esta dinastía aparecen varios príncipes, un primer ministro húngaro, un cardenal y ella misma, apodada como La Condesa sangrienta.
Para la mitología griega, que contribuyó tanto en la cultura occidental, arrojando frases que aún se escuchan, personajes y dioses que están muy presentes, consideran a otro vampiro como el primitivo de la historia. Y ese es Ambrogio, que era un hombre aventurero que desde su Italia natal viajó a Delfos, Grecia. Ahí conoció al amor de su vida, la doncella Selene. A partir de ese romance comenzó una serie de eventos que lo transformaron en un vampiro de sangre pura. Dicen que el sábado 24 de mayo de 2025 después del horario del mediodía lo vieron por el barrio porteño de Villa Crespo. Extrañamente se bancó el sol de frente, se ganó el cariño de la gente y se quedó con la sangre de todo aquel que hacía Gimnasia.
Por la décima sexta jornada de la Primera Nacional, que no es otra cosa que la penúltima fecha de la primera rueda, recibía en su castillo del León Kolbowski a los espíritus de Gimnasia y Tiro de Salta. Para este sangriento duelo, el conde Luís García estaba obligado a realizar un cambio, ya que fue suspendido por dos partidos Lautaro Fedele, que le clavó los colmillos en el tobillo a uno de los jugadores rivales el cotejo pasado. Por eso, el DT sacó del ataúd para que sea su reemplazo a Tomás Díaz, hijo del Cata, aquel defensor de Colón, Rosario Central y Boca que es fulero como un vampiro.
El primer tiempo fue parejo y cerrado. Ópticamente pareció superior el dueño de casa, pero la situación más clara fue de la visita, que en el epílogo de los 45 minutos iniciales pudo haberla mandado a guardar el “9” Nicolás Contín, que definió como si su apellido arrancará con T y no con C. Pero no todo fue culpa del ex delantero Tripero, también hay que resaltar la tapada de Rago. Salió rápido y furioso quitándole el ángulo de tiro al atacante, casi que se sintió obligado a dársela a “Pancho”. Es como “Toto” Caputo pidiéndote que saques los dólares debajo del colchón. Te vez urgido de ayudar a un gobierno que piensa en los más pobres, en los jubilados y en los asalariados. Además, todos los funcionarios, incluyendo al mejor ministro de economía de la historia, no tienen divisas yankees en otros países y confían ciegamente en este modelo, por eso no dejan ni un centavo afuera de nuestra república. En este fin de semana patrio, nos sobran cipayos manejando la botonera de Argentina.
En esa primera mitad nos costó la segunda pelota, no se asusten, todavía en el fútbol se juega con una sola. Imagínate que tenemos futbolistas que les dificulta manejar un balón, que haya dos sería un problemón. Nos referimos a los rebotes, la mayoría fueron para el Albo salteño. Evitemos decirle Lobo para que no se ofenda ningún hincha de Gimnasia y Tiro. También, nos faltó juego en el medio, y el doble “9” tan elogiado ante el Ciruja, no aguantó ningún esférico. A favor, estos dos pícaros sin vergüenzas parecen empresarios ya que les dan laburo a los zagueros centrales rivales, eso sí, esperemos que estos paguen mejores salarios que los tacaños empleadores que tenemos. Tanto a Echeverría como a Bauman la redonda les rebotaba como le pasaba a Don Ramón encarando a Doña Florinda. El que más rindió en el primer tiempo fue Lucas Ambrogio, no tan pegado a la raya, jugando suelto por el medio, donde los mejores deben siempre ubicarse en el campo, fue el Chapulín (amarillo y azul) del Bohemio. Los rivales terminaban escondidos en el barril del Chavo del 8, encarando era temible como la Bruja del 71, pero nos faltaba un profesor Jirafales para culminar las maniobras en ataque. Además, estábamos rengos en la extrema derecha, ninguno fue a ocupar la geografía de ese sector que dejó vacante Fedele. Se movió por esa zona Valdez Chamorro, pero no siente la banda, dependíamos exclusivamente del “Pocho” Gómez, el “4” mimado por el público de Atlanta. Nos fuimos al descanso en tablas, esperando que en el complemento podamos ganarle con nuestros alfiles, caballos y reyes, a los peones del elenco adversario dirigido por el experimentado Fernando “Teté” Quiroz.
Para la etapa final la gorra del DT no cambió ningún elemento de la primera parte del espectáculo, aunque sobraban algunos candidatos para dejar la casa más famosa de Villa Crespo. Pero a los 4 minutos de iniciado el segundo tiempo se produjo la jugada fulminante del partido. En el confesionario del área rival, el referí Javier Delbarba, sancionó penal para . Con VAR ni a palos se cobraba, es que Jonatan Bauman se tiró a la pileta, las cámaras mostraban que como tantos participantes de Gran Hermano, actuó e hizo puro teatro. Compró el árbitro, se quejaron los participantes rivales y los expulsó a todos del programa. Quedaron solos en la habitación el arquero Abadía y Ambrogio, que fue nominado a ejecutar el tiro desde los 12 pasos. Su definición fue perfecta, el golero a la izquierda y la pelota al rincón del vago del ángulo inferior derecho. Delirio en las tribunas del Kolbowski sin importar un comino que el penal estuvo mal pitado. Esta vez fue el “Delbarba” quien metió la cola y nos ayudó a romper el cascarón para pasar al bando ganador, por eso le agradecemos al colegiado de todo corazón.


Con la ventaja obtenida, el míster Luís García arrancó con las variantes. Se fueron un apagado Tomás Díaz y un incómodo Marcos Echeverría, que en gran pasaje del encuentro se sintió en penitencia jugando como falso extremo. Sus reemplazos fueron Santiago Coronel y Federico Bisanz. ¡Qué bajo estás “Topo”! Este Coronel no es ni soldado raso. Seguramente haber perdido el rango de titular lo recontra deprimió y hoy su nivel está por el piso. Sabemos que en su etiquetado frontal figura exceso de grasas, hasta pareciera que el menú nutricional se lo prepara Maru Botana. Y con la pelota en los pies tiene la resolución de una TV a tubo. En el “Gallito” de Morón su juego era en HD, aquí esperamos que al menos sea un plasma. Es hora que sintonice mejor los pases, sino el rating cada vez será más bajo.
Después de ese doble cambio, ingresaron Fausto Montero y Nicolás Medina, para que salgan Valdez Chamorro y Ambrogio, el primer vampiro de Villa Crespo. Su andar en el campo fue determinante, parecía que tenía en sus botines estacas, les chupaba la sangre a sus rivales y aunque el doparti se disputó con un sol digno de primavera, el conde se paseó por toda la cancha y no había ajo que lo alejara del terreno de juego. Fue por escándalo el mejor, el que más terror provocó y ni Drácula lo podía mandar al sarcófago.
Pudimos haberlo definido antes y no haber terminado con el maple de huevos en la garganta. Fallas de origen en la definición y atajadas del “1” de ellos evitaron una ampliación en el resultado. Igual, no fuimos muy claros, el juego estuvo por momentos nublado. Ojota que el elenco salteño debió quedarse con 10 por agresión de Jonás Aguirre, pero el árbitro dirigió tan mal que con su apellido Delbarba más de uno quería afeitarlo para toda la cosecha. De todas maneras, Gimnasia lastimaba menos que un chasquiboom. Solo en el cierre del match y producto de pelotas muertas pudieron llegar al área de . En la última acción del cotejo, en el tiro de esquina que les quedó a ellos, casi nos emboca su arquero. El centro fue al golero Abadís, que visitó el área vecina en búsqueda de la heroica. Pero por suerte su cabezazo pasó a metros del palo izquierdo de Rago. Respiramos todos. Festejamos todos. Después de ese susto, como un bálsamo de tranquilidad, llegó el pitazo final. Nos abrazamos con el desconocido que estaba al lado nuestro, aplaudimos hasta quedar rojas las palmas y alzamos al aire cualquier cosa que tuviéramos a mano. Gritamos hasta quedarnos disfónicos y el hit que más sonó en el Spotify Bohemio decía: ¡YAAA VAN A VER A PRIMERA VAMOS A VOLVER!
Con esta victoria 1 a 0 ante Gimnasia y Tiro en el Gran León, culminamos invictos la primera rueda en casa. 7 triunfos y 2 empates, uno de ellos ante Patronato que nos igualaron en la última jugada del partido. Doce goles a favor y solo tres en contra. A seguir por este camino querido Bohemio, sin olvidar que aún resta una jornada para cerrar esta primera aventura. Allí nos espera Deportivo Maipú, que en su estadio nos resulta complicado y aturdido ganarles. Sumado a que habrá ausencias, por acumulación de amarillismo faltará Valdez Chamorro y por la fecha que aún adeuda tampoco jugará Fedele. Esperemos que haya una especie de ley del ex, ya que nuestro DT dirigió en 2023 al “Botellero”. Mirá que ya en este campeonato le ganamos al Ciruja, quien te dice que a otro rival con apodo de cartonero reciclamos la actuación de ese día y también terminamos festejando.
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