1 – Belgrano 1
Llamado a la solidaridad: Le pedimos a los árbitros que dirigen a Atlanta que no le cobren más laterales en ataque a sus rivales. Como ante Riestra, el gol del empate de Belgrano nació de un saque de costado. Por ese motivo, le rogamos a las autoridades que imparten justicia que no sancionen más esas jugadas. Si quieren hasta un penal le pueden otorgar al rival, pero basta de marcar laterales en contra del Bohemio.
Por la cuarta fecha de la Primera Nacional, el equipo de Erviti recibía a una de las vedette del torneo, Belgrano de Córdoba. Por lo mostrado futbolísticamente por el Pirata de barrio Alberdi le faltó el conchero, la purpurina y las plumas, pero así todo pudo poner su nombre en la marquesina del partido. Fue empate 1 a 1 contra un Atlanta que se subió al escenario, le robó protagonismo al Celeste y por poco no se llevó todos los aplausos de la obra de teatro. El campeonato arrancó a la gorra para el elenco de Villa Crespo.
Para esta cuarta fecha del certamen que le cubre las espaldas a Liga Profesional, Erviti armó un equipo similar al que le ganó en casa a Güemes de Santiago del Estero. Volvió el 4-3-3 como prefijo, después de esa ensalada táctica empleada ante la bebida energizante de Riestra. Rago fue el arquero. Reseteó la defensa para jugar con el módulo de cuatro hombres en la última línea. Alejo Dramisino sembró el lateral derecho. Alán Pérez y Rodrigo Colombo convivieron en la zona central. Y la sorpresa que siempre te regala el DT bohemio fue la presencia de Martín López como “3”. Algunos hinchas cuestionaban su renovación de contrato, imagino la indignación que tendrían al verlo entre los titulares.
Aún es un misterio la salida de Augusto Gallo de la nómina de concentrados, ya que ante el Malevo tampoco iba a estar en el inventario de jugadores para dicho encuentro, pero una gripe de última hora de Franco Perinciolo lo metió entre los 18. Además, Gallo pertenece a Talleres, con ese morbo era candidato de fierro para jugar contra Belgrano.Podría seguir enumerando aquellos futbolistas que no se entiende porque desaparecieron del primer equipo, pero Erviti los tiene todos los días en los entrenamientos, sabe más de fútbol que este ñato que escribe estas líneas, y además, nadie va a querer dispararse un tiro en el pie. Por eso no tiene sentido preguntar qué es de la vida de Matías Molina o Martín García.
Los tres volantes que jugaron ante el Pirata cordobés fueron los mismos del debut como local en el Gran León. Juan Daniel Galeano, Maximiliano González y Lucas Pérez Godoy armaron el medio. Arriba estuvieron Julián Marcioni, Gonzalo Klusener y Evelio Cardozo, que la hora y un puchito que jugó con la del Bohemio fue el mejor del partido. En contrapartida, el hijo pródigo que volvió al conjunto de Villa Crespo como Juancito Galeano es una sombra. No ayuda en la recuperación (nunca fue su fuerte) Por lo general no es salida clara, amontona pases a los costados, no aparece en zonas de gestación y si se suscribe a ese sector sus intervenciones son intrascendentes como un discurso de Biondini. A los mediocampistas suelen pedirle que pisen el área, sería bueno que a Juan Daniel aunque sea por mail también se lo hagan saber. Igual su forma de jugar tiene esos vicios, vienen de fábrica, pero puede aportar algunos ingredientes que al equipo aún le faltan y que él todavía no mostró.
En los 45 minutos iniciales Atlanta primero hizo el gol y luego existió. Por fin en el torneo pudo empezar ganando un partido, claro que le sirvió lo mismo que abanicar a un cadáver. A los 27 minutos Gonzalo Klusener sacó el manual de goleador y con su caña de pescar atrapó el primer gol del match. Evelio Cardozo ejecutó el tiro de esquina con un centro administrativo al corazón del área, que parecía pan comido para el arquero Hernán Losada. Pero el ex guardameta bohemio (jugó 19 partidos en 2016) Se le escapó el balón como si sus guantes no fueran de arquero sino de goma para lavar los platos. Fue ahí que el “9” de Atlanta aprovechó el rebote del golero y puso la cabeza para estampar el 1 a 0 parcial. Un gol pirata, encima marcado por un ex Talleres, que es ídolo en el Matador cordobés.
Después de ese gol, Atlanta manejó los hilos de los últimos 15 minutos de la etapa inicial. Se afirmó en el medio, Dramisino contó con una alfombra roja para desfilar por su sector. Cardozo tenía tan atada la pelota que no se la podían sacar ni con un decreto firmado por el gobernador Schiaretti. No había ritmo de cuartetazo pero la música la ponía el Bohemio, aunque sin generarle demasiado ruido al portero de Belgrano.
Para el segundo tiempo Erviti como si fuera una feria americana no autorizó hacer cambios, algo superlógico ya que el equipo terminó bien en la etapa inicial, arriba en el marcador e imponiendo condiciones en el juego. Guillermo Farré, el míster de Belgrano, a diferencia del “Cañito” entrenador bohemio realizó 3 variantes de un tirón. Modificó el esquema para despoblar el mediocampo y apostar a un triunvirato de delanteros.
Todo pintaba bien, el DT de Atlanta se avivó que a Marcioni lo estaban por rajar, que ya el referí lo tenía entre ceja y ceja y lo quitó del terreno de juego por Juan Bizans. Ingresó bien en el complemento el mellizo, que hasta aquí rindió mejor siendo moneda de cambio que jugando desde el minuto cero. Eso sí, tiene que ir a fondo. No frenarse en un contragolpe para toquetear atrás. También, levantar más seguido el balero, porque con un jugador como Klusener en el área rival es un desperdicio tóxico no meter la bola en ese sector restringido de la cancha. Cada réplica del bohemio era medio gol, pero faltaba una pizca de inteligencia para terminarlas con final feliz. Ante un rival con jugadores jerárquicos no cerrar el partido podía ser un pecado capital.
Faltaban 15 minutos cuando Belgrano disponía de un lateral en ataque desde su orilla izquierda. Alejo Dramisino que ya estaba en una pierna y Atlanta no disponía de más cambios dejó descubierto su costado, por ese hueco se filtró el ataque del visitante. Realizaron el lateral a las espaldas del mencionado futbolista. El jugador Pirata recibió la pelota sin marca y la envió casi por obligación al área rival, fue ahí que se armó un zafarrancho defensivo en el dueño de casa. Entre Colombo y Pantaleone, que había ingresado por Martín López, se enredaron con el esférico, y como un carancho Pablo Vegetti lo aprovechó para decretar la parda, que para el hincha bohemio fue la mismísima parca.
A pesar de la igualdad el conjunto local no se deprimió. En los últimos minutos el elenco de Erviti lo fue a buscar, lo apretó contra su arquero Losada, pero ese gol que se mereció nunca llegó. Por eso ante el Pirata, Atlanta no se subió al barco de la victoria. El empate se valora más por lo que pudo ser a lo que terminó siendo, poniendo en la balanza la calidad del rival por sobre todas las cosas.
De todos modos, el team de Villa Crespo sigue teniendo déficit en las áreas, tanto en la propia como en la ajena. Colecciona errores defensivos, aún no pudo dejar en cero su valla y a veces con pocos recursos sus rivales le hacen daño.En la hoguera del oponente por momentos sus ataques son confusos, cuesta hacerlo figura al arquero de enfrente y falta gente que ocupe los casilleros de esa otra área. Hasta ahora Evelio Cardozo es el único que hace el aporte solidario en la ofensiva, no sabemos si faltan más millonarios en el equipo, o hay Tévez y Agüero jugando para el Bohemio.
La próxima fecha el conjunto de Erviti visitará a Villa Dálmine, en búsqueda de cortar la racha de derrotas fuera de casa, para sumar de a tres así el tren del torneo no nos manda tan temprano al guarda. Es cierto que faltan miles de estaciones por recorrer en un extenso viaje como es la formación de la Primera Nacional, pero no esta bueno ir tan rápido al furgón. Es por eso que el próximo sábado a la hora del té Atlanta irá a Campana esperando no sonar.
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