28 septiembre, 2023

Un lugar, todas las disciplinas

Ante los santiagueños, El Bohemio sigue de siesta

Atlanta

Atlanta

El equipo de Giganti no se despierta ni para jugar los partidos, cada encuentro que disputa es peor que el anterior y la zona roja ya duerme en la misma cama que Atlanta. El sueño de volver a Primera no se da ni tomando Clonazepam.
El fútbol del elenco de Villa Crespo sigue apolillando de lo lindo, con una defensa de manta corta y una delantera que ni soñando la emboca. El único despierto del equipo continua siendo Juancito Galeano, pero no encuentra ningún sonámbulo compañero que lo ayude a organizar el pijama party.

Ante Mitre de Santiago Del Estero se volvió a protagonizar una nueva pesadilla, esta vez la derrota fue por 1 a 0. Da la sensación que esto no lo levanta ni una colección completa de despertadores. Por la fecha 9 de la zona B de la Primera Nacional, Atlanta recibía en su dormitorio del León Kolbowski al club Mitre de Santiago Del Estero en un partido clave para arrimarle el bochín al reducido. La última vez que se habían medido en Villa Crespo había ganado 1-0 el elenco visitante con gol de Voboríl, otra vez se repitió el mismo resultado, en un historial joven ya que la primera vez que se enfrentaron fue en 2019. Ahora el saldo en los 6 partidos jugados tiene todo igualado. Dos victorias para cada lado y dos pardas, la próxima vez que se vean las caras en Santiago querido definirán la paternidad (?) Como si fuera un ADN. 

En el último partido (empate 1 a 1 ante Chaco For Ever) Giganti se quejó que los medios partidarios anunciaban anticipadamente la formación titular y no lo dejaban poder sorprender al rival. Esta vez nadie informó la alineación y el equipo jugó peor que las anteriores veces. Por lo visto, en la próxima fecha no se comunicará ni la lista de concentrados.

Aquí como escribimos con retraso, con el diario del lunes (o del martes) podemos dar los 11 jugadores elegidos por el DT. Con respecto al último cotejo, realizó dos cambios. Volvió Camargo en lugar de Rasso y Marín pegó la vuelta al equipo de etiqueta por Duarte. Ya quedó archivada la línea de 5 en el fondo y se apostó todo a los medios como hacen los políticos en campaña, pero la mitad de cancha sigue teniendo bajo rating.

En definitiva este fue el elenco titular de Giganti: en la portería se afianza Sumavil. Abajo anduvieron Camargo, Aguirre, González y Pinto. Dramisino, Marín, Galeano y Bisanz diseñaron el mediocampo. Adelante jugaron(?) Ríos y Mouche. 4-4-2 con los movimientos lógicos de los player fue la clave wifi de la conexión táctica, pero habría que averiguar qué empresa le provee el servicio porque nunca tuvo cobertura.

El primer tiempo que jugó Atlanta fue mamarrachesco, abominable, vomitivo. Una tortuga en coma tenía más movilidad que el elenco bohemio, era una tortura para los hinchas ver al equipo en el terreno de juego. Coleccionó otros 45 minutos sin rematar al arco. Si a los jugadores le pagarán por las situaciones de gol que generan por partido, los cartoneros serían millonarios al lado de lo que cobrarían estos futbolistas. Encima esta versión 2023 a diferencia de la temporada pasada con Giganti perdió solidez defensiva.

Hoy, hasta Nelson De La Rosa le haría un gol de cabeza a una defensa que tiene menos cierre que un pantalón de jogging. El tanto de la victoria de Mitre es una radiografía del presente nauseabundo de la última línea. A los 7 minutos y ya habiendo tenido una chance de real peligro, abrió el marcador la visita. Hicieron jugable un tiro de esquina, la llevaron de un lado al otro ante la mirada boluda de los jugadores bohemios, que atornillados al césped observaron como espectadores vip los cabezazos de dos futbolistas del elenco santiagueño, para que en el aérea ajena el veterano David Romero entone el único grito del doparti. En tiempos en el que nos sacamos el sombrero para elogiar las obras que hay en el club, esto fue una obra de terror en defensa. Lo peor que las entradas no son a la gorra y ni llamando a defensa al consumidor te van a devolver la guita.

Todo ese primer tiempo fue impresentable, Mouche tuvo dos remates a portería que fueron lamentables. Le pegó con la misma fuerza que un bebé patea una pelota. Salvo chispazos de Galeano, ningún jugador se destacaba. Se mandaban centros administrativos, sin pispear si había algún compañero para recibir el esférico. Federico Bisanz que la jornada pasada sobresalió, ante Mitre jugó una primera mitad para salir del equipo. Llegó el momento que en las tribunas hayan traductores o empleados entregando folletos para explicar a lo que juega Atlanta. Ni un abogado mediático, de esos que viven más horas en un estudio de televisión que en un juzgado, podría justificar semejante bochorno futbolístico.

Para el segundo tiempo Giganti se vio en la obligación moral de hacer algún cambio, aunque sea modificar su vestimenta para dirigir el complemento. Aquí reinó la cordura y la variante no fue de pilcha si no de player. Salió Bisanz e ingresó Franco Vedoya. En los primeros minutos se notó un equipo más picante, se adelantó en el campo y generó más barullo que en toda la etapa inicial, aunque no lo pudo sostener en el tiempo, fue un veranito, un espejismo, un paréntesis en la actuación de Atlanta. 

Cuando ya habíamos pasado la hora de juego quemó dos cambios más. Bogado entró por Marín y Mazzola hizo lo propio por Ríos. El equipo quedó con dos volantes de combate: Dramisino y Bogado, aunque nunca se subieron al ring. Mouche, Galeano y Vedoya jugaban delante de los dos mencionados volantes. Arriba quedaba como el llanero solitario Mazzola, que a diferencia del personaje de ficticio, el delantero bohemio no tiene al caballo Silver, ni al indio Toro, ni tampoco usa antifaz. Viendo la realidad del equipo, no sería descabellado que los futbolistas salgan a la cancha con caretas.

De contragolpe Mitre dispuso de un abanico de jugadas de gol, diga que bajó la temperatura y no hacía falta abanicarse, porque sino el segundo gol de la visita llegaba a toda costa. Ni el último dueto de cambios mejoró la prestación en el terreno de juego. Ninguna variante rompió el molde, fueron todas puesto por puesto y el equipo quedó puesto. Los últimos dos pasajeros que ingresaron se criaron en Celina. Nicolás Mosca reemplazó a Pinto, lateral zurdo por lateral zurdo. Y Cristian Cuenca fue la moneda de cambio de Mouche, que como el ex delantero de Boca, se incrustó por la banda ancha derecha.

Nunca se entendió porque no se quiso sacrificar a un marcador de punta y apostar por otro atacante, aunque es cierto que con las lesiones de Medina y Becker el departamento ofensivo tenía pocos inquilinos, es un monoambiente para que viva una familia tipo. En definitiva los cambios que se aplicaron confundieron más al elenco local, que por la imperecia del rival y alguna buena intervención de Sumavil zafó que no le aumenten la cuota del resultado final. Es verdad que el conjunto santiagueño tardaba un lustro en reanudar el juego, el arquero se lesionaba más veces que Gago y los saque laterales los hacían después de recibir una orden judicial, pero eso no debe ser el escudo protector de otra actuación apestosa, de una temporada que recién arranca pero ya huele muy mal. 

Ante los santiagueños, El Bohemio sigue de siesta. Atlanta jugó otro partido para el bostezo. Es vital empezar a sumar un colchón de puntos porque se está muy cerca de la zona tenebrosa. Llegó el momento de dejar la catrera y empezar a despabilarse, estamos a cuatro puntos del último (Chaco For Ever) y a tres del que juega un desempate para evitar el descenso (Ferro) En la cancha ya empezaron por lo más fácil, pedir la cabeza del entrenador. Salvo en algunas excepciones, es mejor ser manager que DT, ya que casi nunca recuerdan a la madre del secretario deportivo. En cambio con el director técnico como con los árbitros suelen tener presente todo su árbol genealógico. Es cierto que hoy Giganti estorba, pero para la próxima temporada habría que pasar la escoba con los encargados de armar los planteles, se creyó que siempre se podría repetir el 2019/2020 trayendo mayoría de apuestas. Si todos los días salís sin frenos en tu auto lo más lógico que en cualquier momento te des un palo. Como juega el Bohemio no te dan el registro de conducir ni aunque seas amigo del alcalde Larreta. 

El próximo sábado Atlanta irá a San Martín para disputar el clásico contra “C”hacarita. Ellos están en lo más alto de la zona y nosotros cerca del sótano. Dicen los eruditos en los derbis que la actualidad de los equipos no pesa, que es un partido aparte y tantas otras frases de ocasión, esperemos que esta vez no sea la excepción. Por las dudas si hay alguien en la sala que tenga el teléfono de Mario Santos que me lo pase, creo que vamos a necesitar de sus servicios. Estaría bueno que al final del match day se acerque a Aníbal Biggeri y le pida fuego.