25 julio, 2025

Un lugar, todas las disciplinas

Ante Tristán, nos faltaron Porcel y Olmedo

Atlanta vs Tristán Suárez

Atlanta. La Voz del Hincha.

Después del triunfo 3 a 1 jugando con mucho Hiperhumor ante el Santo tucumano, viajamos a Ezeiza a buscar armar una Operación Ja-Já que nos permita ser el capocómico de la Primera Nacional. Pero no tuvimos mucha gracia, por momentos nuestro juego fue bajo como Jorge Guinzburg, los delanteros homenajeaban a Calabró en El Contra frente a un rival que en defensa parecía un personaje de Narciso Ibáñez Menta. En un partido con muy pocos sketches en las áreas, tiene lógica que hayan igualado cero a cero y Tristán Suárez. Era más divertida una novela de Andrea Del Boca que este juego disputado entre Lecheros y Bohemios.

Por la jornada número 15 de la zona A de la Primera Nacional el elenco de Luís García visitaba el búnker del Tambero. Al igual que en las elecciones legislativas porteñas fue parejo el escrutinio entre dos candidatos, aunque a diferencia de la Ciudad acá no hubo ningún ganador y jugaron para sacar menos votos que Caruso Lombardi. Para esta obligación cívica que tenía , el jefe de campaña decidió repetir la misma lista titular que venció ampliamente en la comuna de Villa Crespo a San Martín de Tucumán. Por las tormentas que acecharon a AMBA, este acto que se iba a desarrollar el sábado se pasó para el domingo, lo que demostró un manto de sensatez para no tener que jugar con el tiempo del hincha y también, reafirmó que el Estado debe hacer las obras públicas porque si el sistema privado no ve un negocio siempre te dará la espalda. 

Estoy tentado a no dividir esta nota entre los 45 minutos iniciales y el complemento, es que el primer tiempo y la segunda mitad se podrían haber dado la mano tranquilamente en este doparti. Fue parejo y mal llevado por donde lo miremos. La defensa dueña de casa era más tierna que un político en campaña, pero a nuestros delanteros les costó llegar a las urnas. Partido a partido se confirma los bajos guarismos que tienen nuestros extremos. Y tal vez se note más con el cambio de esquema, es que al jugar con doble “9” los de afuera (no) son de palo. Pensar que esa célebre frase nació de la boca del “Capitán negro” de Uruguay en el Mundial del 50, Obdulio Varela. Quien sembró esas palabras para intentar animar a sus compañeros previo al Maracanazo. Es justo mencionar al país hermano de la República Oriental, ya que la semana pasada nos dejó el gran Pepe Mujica. Un tipo honrado hasta la última gota, comprometido con su pueblo y de valores que no abundan entre los políticos. Ojalá muchos le saquen fotocopia a su legado. 

Volviendo a Ezeiza y más puntualmente a la cancha de Tristán Suárez, seguimos haciendo foco en nuestros extremos Ambrogio y Fedele, que están bajísimos, no es de ahora, viene de arrastre, y será clave que levanten su nivel para que no se los devoren los de afuera. Al sumar un delantero de área se termina desinflando la mitad de cancha, quedando como únicos elementos de esa calaña los jugadores Previtali y Valdez Chamorro. Cuando este último tiene un partido de bajas calorías, el departamento creativo queda cerrado y la llave es tirada por la alcantarilla como en el cuento Casa tomada de Julio Cortázar. En no tenemos a ninguno de los dos hermanos de esa historia, ni al protagonista ni a Irene, tampoco a las fuerzas invasoras, ni a María Esther. Hay que mejorar para que no tengamos que terminar jugando en la Rayuela. 

La jugada más clarita de ellos llegó al final del primer tiempo. Un error del back central Tomás Rojas le dejó servido en bandeja giratoria el gol a Tristán, pero falló en la definición y sobre todo apareció la figura de “Pancho” Rago. Que le copió una atajada al Dibu Martínez y evitó que el local se marche al descanso exageradamente en ventaja. Nosotros tuvimos las nuestras, producto de algunas fallas de la defensa rival, principalmente de Patricio Ostachuk, pero no lo aprovecharon el sacrificado Echeverría y el apagado Bauman, que si su rendimiento no mejora, va a terminar como los ahorros de tantos argentinos, en el banco. Es cierto, que puede ser más peligroso dejar la guita en ese sistema que a Jonatan sentado al lado de los suplentes.

Si en la primera mitad el Lechero le peleó la pelota al Bohemio, en el complemento la redonda visitó más seguido los pies de los jugadores de . Obviamente no alcanzó, tuvimos la profundidad de una pileta pelopincho, y encima los últimos 30 minutos lo jugamos con 10 futbolistas. Es que el árbitro Juan Pafundi fue tendencioso en sus fallos a favor de Tristán Suárez. No sabemos si a la ley del cotejo le tiraba los colores del Tambero, si es amigo de la familia Granados que comanda hace añares al club de Ezeiza o es fan de hacer las compras en Coto, que es el auspiciante central del Lechero. Por la razón que sea, el colegiado a los 15 minutos del segundo tiempo rajó a Lautaro Fedele. Es verdad que el delantero Bohemio no puede ir así con los tapones de punta, pero en el camino de ese acto criminal frenó la marcha, se avivó que iba mal y quiso sacar el pie, pero las manos o mejor dicho sus botines ya estaban manchados de sangre. Su postura de arranque lo condenaba, el tema que si la jugada era al revés, no expulsaban a nadie de Suárez. De hecho, sucedió en la primera parte, y el referí solo amonestó. Aquí al parecer también había tomó la cartulina amarilla, pero una voz en el oído le indicó que era para roja. Fue el cuarto árbitro, si los mismos tipos que parecen agua de pozo, más inútil que peón de ajedrez, pero por lo visto no solo levantan el cartel, también son buches de sus colegas. Igual, la sanción no entra en discusión, pero en este partido no se actuó con la misma vara. Y eso molesta. Sumemos la boludez de que no nos dieron dos claros corners. Uno en cada tiempo. Tienen razón que no podemos llorar por dos míseros tiros de esquina, pero en partidos cerrados las pelotas detenidas pasan a transformarse en vedette a lo Nélida Roca. Es cierto, que somos candidatos a terminar ejecutándolos a lo Zulma Lobato, pero al menos cóbranos lo que corresponda, no pedimos otra cosa. Exigimos justicia por la memoria de esos dos tiros de esquina no sancionados.

Ojota que cuando pasamos a jugar 10 contra 11 generamos más situaciones de gol que estando con la misma cantidad de players que el adversario. Las mejores chances fueron las nuestras. Es sabido que si el rival se adelanta, con espacios somos peligrosos. Pasó ante el Ciruja, cuando te ponen una alfombra roja para jugar, podemos ganar hasta el Oscar. El tema que nos costó tanto la definición que nos estaban por entregar el premio Don segundo sombra. 

Los cambios del míster generaron el mismo entusiasmo que escuchar hablar a Silvia Lospennato. En la primera ventana de variantes ingresaron el melli Bisanz y Santiago Coronel. Arafue quedaron Bauman y Ambrogio. El primero tenía todo el talonario de la rifa en su bolsillo para ganar el sorteo. El otro podría haberse quedado y en su lugar salir Fedele, aunque los dos ya mencionamos que vienen teniendo un rendimiento de sótano. El tema que después llegó la expulsión de Lautarito y con el diario del lunes era más fácil exigir con bombos y platillos su salida. Hay momentos que no sabemos si el profesor García mete mano en el equipo por decisión propia, si usa inteligencia artificial o apuesta con sus amigos a modificaciones que ni se las aconsejaría su propio enemigo. Al quedarnos con uno menos, ahí arrancaron los retoques del entrenador para aguantar el empate, que tiene lógica, pero también riesgos.

Poco para destacar…

Por el rival que estaba enfrente, por la numerología de deportitas que teníamos en el campo y por la ubicación que marcaba el Google maps de donde estábamos jugando, es entendible que Lucho García firme el empate. Pero siempre que uno se cierra a un solo resultado juega con fuego. Igual no pasamos demasiados sobre saltos, hasta al dueño de casa le incomodó estar con uno más el resto del encuentro. Entonces, en la búsqueda de asegurar esa parda nuestro DT quitó a un flojardi Valdez Chamorro para mandar a Fausto Montero. Un ratito más tarde quitó a Echeverría y a Previtali, para que ingresen “El Catita” Díaz y Rodrigo Ramírez respectivamente. Juntar aunque sea unos escasos minutos en el mismo equipo a Montero y a Ramírez es como darle una torta de chocolate a un diabético; entregarle un salero a un hipertenso o tener un ataque de tos cerca del presidente de la Nación. El arco nos quedó más lejos y el empate sin goles se valorará si ganamos en el León la próxima jornada. 

En definitiva, ante Tristán, nos faltó tener a Porcel y Olmedo. También, nos alcanzaba con un Minguito Tiguintella, un Javier Portales, un Gino Renni o aunque más no sea un Rolo Puente. La próxima fecha será la penúltima de la primera ronda, en casa recibimos a Gimnasia y Tiro de Salta. Ante el Lobo de esa provincia esperemos no ser una Caperucita amarilla y azul, que no nos confundan con ninguna abuelita y que le llenemos la canasta de goles al elenco salteño.