21 noviembre, 2024

Un lugar, todas las disciplinas

Atlanta: Fabricio “Penoso”

Empate de local

1 – Almirante Brown 1

En la cancha o en el laburo. En la escuela o en el bondi el gol agónico se gritó sin censura alguna. Ya el movimiento de Ramón Fernández en la puerta del área te levantó como un resorte del lugar en el que estabas. Con el rebote del arquero, empujaste a Pedrozo para que llegue a la pelota y la mandé de una vez por todas a besar la red. Ese tanto en el epílogo del partido sirvió para olvidarnos de lo mal que jugamos. De lo previsible y monótono que fue el equipo. Del nivel de algunos futbolistas. Por un instante borramos del balero que Atlanta ganó uno solo de los 6 partidos que disputó en el campeonato. Ese tiro del final bloqueo de nuestro cerebro que estamos más cerca del sótano que del cielo en la tabla de posiciones. Nos evitó seguir pensando que el ciclo de Erviti caducó, pero cuando la espuma de ese gol baje, esa idea seguirá firme como Granadero en Casa Rosada. Con la parda en el final se sumó un punto, pero se perdieron 12 en lo que va del torneo. De 18 en juego, se consiguieron 6, aunque con el gol de Fabricio en el último instante del doparti todos esos fríos números no importaron.

Por la fecha 6 del torneo maratónico de la Primera Nacional, Atlanta recibió a uno de los aspirantes a pelear por los cupos limitados para ascender a Primera, Almirante Brown. La Fragata desembarcó en Villa Crespo con varios ex bohemios. Los dos laterales (Leo Flores y Ramiro Fernández) El Gurí García y Nacho Colombini jugaron desde el arranque. El otro que vistió la camiseta amarilla y azul, en esta semana que se puso tan de moda los colores de las remeras, fue El Chaco Guzmán, que comenzó el partido en el banco y entró para jugar un ratito en el complemento. Con tantos ex dando vueltas en el mismo lugar, no la podías pasar tan bien. Al final fue empate 1 a 1 que por el presente de ambos clubes, no le sirve para mucho. Uno sigue en caída libre y el otro no pudo treparse momentáneamente a la cima de la clasificación.

Para este cotejo Erviti tenía 3 lesionados (Dramisino, Evelio Cardozo y Klusener) los reemplazó con Molina, Berterame y Pedrozo respectivamente. Además, realizó un par de variantes a las que llaman tácticas, pero por los jugadores que salieron del equipo parecieron modificaciones de buen gusto. Ramón Fernández jugó en el lugar de Pérez Godoy y Perinciolo lo hizo por Martín López. En definitiva los 11 del Bohemio fueron: Rago en el arco, que cuesta ser el del triunfo. En la defensa estuvo Matías Molina, que por un DNU deben indicarle a Erviti que siempre tiene que ser el lateral derecho titular. El resto de la última línea la configuraron los centrales que vienen jugando (Pérez – Colombo) y el “3” fue el ya mencionado Franco Perinciolo, que mostró un buen repertorio yendo al ataque.

En el medio se alinearon Juan Galeano, Maxi González y Ramón Fernández. Arriba se alistó Julián Marcioni, que sigue en bajo consumo. Fabricio Pedrozo fue el “9”, aunque no siente tanto ese lugar en el mundo del campo de juego. Y en la izquierda se insertó Gonzalo Berterame. Para los amantes de los números, fue el repetido 4-3-3.

En el primer tiempo Almirante tímidamente salió a imponer condiciones. No quiso de entrada refugiarse en su área. Se tentó siempre con la última línea de Atlanta que estaba adelantada en el campo como los chinos con la tecnología. Cristian Chávez jugaba en esa cornisa defensiva bohemia. Pecó de ansioso y varias veces quedó en offside. Pero por poco no convirtió en esos primeros 25 minutos que se jugó como quiso el visitante. Luego, el elenco de Villa Crespo se adueñó de la bola, siendo sus laterales los que más aportaron en ataque. Perinciolo y sobre todo Molina eran los únicos claros del equipo.

En el mejor momento del conjunto de Erviti o en el peor momento del Mirasol, llegó el gol de la visita. El Pipi García tomó la pelota en el centro de la cancha y ningún jugador de Atlanta lo salió a atorar. Aunque sea le hubieran sacado una selfie, le habrían preguntado que almorzó o le pedían el carnet de vacunación. Nada. Le pusieron alfombra roja para que remate a portería. Y ese furibundo tiro de gracia desde su casa sorprendió a Pancho Rago, que si estuviera trabajando en esas cadenas de comidas rápidas no sería elegido en estos momentos como el empleado del mes. Fallaron todos en el gol, que sonó a demasiado premio para la Fragata. Se zarpó el equipo de Fabián Nardozza.

Para arrancar el segundo tiempo Erviti dispuso de un cambio que ya es clásico como la milanga con fritas, Juan Bizans ingresó por Marcioni. Una variante que pinta para que se repita, pero desde el minuto cero en el próximo partido del Bohemio. Ya para el complemento Almirante le cedió con todos los honores la pelota a Atlanta, y eso aunque parezca mentira lo puso en aprietos al dueño de casa. Para el elenco de Villa Crespo tener el esférico en los pies es un tema de diván. No tiene la más pálida idea de que hacer con la bola. No es un aliado el balón sino un enemigo íntimo. Uno no sabe si es una idea original de Erviti tener la redonda o lo hace para aplicarle un castigo a sus jugadores. Como sea, es una tortura para sus hinchas, que luego de cada encuentro tienen que pedir turno en el oftalmólogo. Es lógico que pasarse tanto tiempo la pelota de compañero a compañero ante un rival que solo le da trabajo a los defensores, provocará alguna situación de gol. Más que una virtud es casi una obligación. Y el Bohemio tuvo sus chances, contadas con los dedos de una mano. Pero nada era suficiente para cambiar la chapa del resultado.

Erviti siguió moviendo el banco, aunque daba la impresión que ni tarjeta de débito tenía para meter en el cajero. Matías Donato, que extrañamente no fue de la partida ante la lesión de Klusener, ingresó por un desdibujado Juan Galeano. Con ese cambio retocó el ataque bohemio. Pedrozo abandonó el centro del área y se recostó en su fetiche lugar de la banda ancha izquierda. Con esa reubicación, el medio también se rearmó: Ramón Fernández pasó a la derecha de Maxi González y Gonzalo Berterame se puso a la izquierda del lote de volantes. Y fue en esa porción del campo donde mejor rindió el ex jugador de San Lorenzo y San Martín de San Juan. Crédito abierto para él arrancando en ese sitio de la cancha.

Otra moneda de cambio que Erviti mandó al terreno de juego en la adultez del segundo tiempo fue al reciclado venezolano Daniel Saggiomo, que una lesión en plena pretemporada lo alejó de las luces del plantel principal. Ingresó por Berterame. Pero lo tragicómico vino después. En los minutos finales del match, el DT de Atlanta hizo los dos cambios más pavotes de los últimos años. Sacó a los laterales que venían haciendo un buen laburo. Entraron Carrasco y Pérez Godoy. No sabemos si fueron modificaciones estratégicas o solo para que no le echen en cara que no aprovechó los 5 cambios que tenía disponible.

El partido se terminaba, Almirante había desaprovechado un par de contras que eran letales. La derrota venía tocando bocina por Avenida Corrientes, ya tenía en el GPS a la gallega indicándole que doble por Humboldt, pero parece que no le hizo caso y siguió todo derecho. Fue en ese momento que Ramón Fernández tomó la pelota en la periferia del área rival. Con un par de enganches confundió a la Fragata que cada vez tenía más marinos defendiendo cerca de su nave insignia. Don Ramón le hizo caso al clamor popular que bajaba de las tribunas del Gran León y sacó un fuerte remate que el golero dio un automático rebote. Por el nombre de Dios ahí estaba Pedrozo para empujar la bocha y estampar el empate. 1 a 1. Ya no había tiempo para otra cosa. Alegría y resignación al mismo tiempo. Pudo ser peor, aunque lamentablemente no podía ser mejor. Por lo visto del equipo en los 90 minutos de (poco) juego fue Fabricio “Penoso” el que lo terminó igualando.

La fecha que viene será entre semana, bah el Bohemio los últimos dos partidos los jugó en día de semana, pero la jornada 7 será íntegramente disputada entre el próximo martes y miércoles. Atlanta viajará a la tacita de plata para visitar a Gimnasia de Jujuy. Ojalá que se vuelva a la victoria, esa que en el ciclo de Erviti en tan excepcional como la visita del cometa Halley a la tierra. Esperemos que el próximo miércoles nos encuentre a todos los hinchas de Atlanta mirando al equipo a través de un telescopio.