0 – San Martín (T) 3
Otro partido de morondanga, otra derrota dolorosa. El equipo de Erviti sigue en caída libre, ahora el afortunado rival de Atlanta fue San Martín de Tucumán, que en su Jardín de la República venció 3 a 0 al Bohemio.
Ya son 11 los partidos sin triunfos, en los que se convirtieron solo 2 goles. Riquelme, que ya no está en el club, anotó de tiro libre ante Tigre, y Colombini frente a Estudiantes. Se registran 4 derrotas al hilo, que por cierto cada vez es más finito ese piolín para el entrenador.
La debacle de resultados negativos comenzó en el clásico ante el Funebrero. Siguió en Mataderos, continuó contra el puntero Almirante Brown, y ahora se sumó al catálogo de sin sabores la goleada del Santo tucumano. Siempre se puede estar peor, mi abuelo decía: “Cuando estés mal, mirá a tu alrededor y verás que alguien esta peor que vos”. Aquí el problema es que el alrededor nos mira a nosotros para verse mucho mejor. Mientras que nosotros somos Narciso observándonos contra el vidrio o frente al reflejo del mar.
Ni ante el Ciruja, se pudo mendigar una victoria. El equipo contó con un ataque de limosna y se defendió como un linyera lo hace ante el frío, para seguir siendo un vagabundo en la tabla de posiciones. Ya figura noveno en la clasificación, lejísimos de la zona de la alta sociedad, y alejado de la clase media que puede salir de Copas (Argentina) De seguir así, ya hay que ir tramitando un plan social, aunque sea la tarjeta alimentar. Si el Estado vuelve a otorgar un IFE, hay que ser de los primeros en anotarse. En cualquier momento vemos a Atlanta en el subte o en el tren vendiendo barbijos para subsistir.
Por la jornada 21 de la Primera Nacional San Martín de Tucumán, el otro equipo damnificado con la estafa que organizó la AFA la temporada pasada, le ganó casi sin despeinarse a Atlanta por 3 a 0. La efectividad que tuvo el dueño de casa y las fallas de origen que mostró en las áreas el Bohemio resumen una nueva derrota del conjunto de Erviti, que en referencia al presente que vive su equipo, se vistió con un suéter marrón, al menos la pegó con la tonalidad que eligió. Al margen de eso, su responsabilidad es menor en comparación con la de otros actores involucrados en esta (triste) escena que vive el elenco de Villa Crespo.
Atlanta, que sigue teniendo bajas por el maldito bicho, volvió acomodar en el arco a Sumavil, que al final terminó siendo el mejorcito del Bohemio. En defensa se repitió el mismo cuarteto: Carrasco, Pérez, López y Fernández. En el medio se mezcló a Federico Bizans con Gabriel Ramírez y el venezolano Saggiomo. Adelante la tripulación la configuraron: Solari, Colombini y Cuenca. Después de la excursión de San Luis, la cual pudo haber provocado el brote de Covid en el plantel, se piensa en un nuevo viaje de egrasados. Se estudia poder ir a Alemania, más precisamente a Wolfsburgo. La única manera de ver un gol es en la concesionaria de Volkswagen, por eso no se descarta viajar a la tierra teutona. Otra vez el Bohemio falló en la definición, esta vez tuvo menos que ante Almirante, pero las que genera no las anota ni por un candidatura en las próximas elecciones legislativas.
San Martín se sintió un prócer en el área rival. No necesitó subirse a ningún caballo blanco, ni liberar a Chile o a la Argentina, para ganarle la contienda a Atlanta. La defensa visitante ofició del Sargento Cabral, soldado heroico, que dio su vida para que los granaderos de Pablo De Muner se queden con la victoria. Ya que los 3 goles del Ciruja vinieron por errores de la defensa bohemia.
El primer gol nació de un mano a mano que tuvo el elenco local, agarrando muy abierta, como las venas de América Latina, a la última línea rival. Allí se filtró por su izquierda el delantero del “Santo tucumano”, tapó muy bien el golero Sumavil, pero instantáneamente le rebotó la pelota al lateral zurdo de Atlanta, Ramiro Fernández, que no pudo echarle la culpa a Fabiola del gol en contra que se mandó.
El segundo tanto tuvo complicidad desde Villa Crespo hasta llegar a la Ciudadela. En un tiro de esquina para San Martín el que cabeceó cerca del punto penal fue nuestro “Nacho” Colombini, que con menos voluntad que un nene para tomar la sopa, habilitó en el palo derecho de Sumavil al delantero Cano, que lógicamente no es el glorioso Rubén, para que con la testa ponga el exagerado pero muy efectivo dos a cero antes que termine el primer tiempo.
El tercer gol llegó ya en la adultez del partido. Cuando las cartas estaban echadas. Atlanta quiso salir jugando del fondo, el arquero Nicolás Sumavil, que tuvo un par de buenas atajadas durante el segundo tiempo, le dio pelota a Ramírez, pero el ex volante de Quilmes no la supo controlar como los gobiernos argentinos a la inflación, y ahí recibió como un regalo el balón Estigarribia para decretar el contundente 3 a 0. Final del juego y tal vez de algo más para el Bohemio.
El próximo lunes, Atlanta volverá a enfrentar a otro prócer de la historia Argentina, será a Belgrano. Ojalá que la bandera con los colores azul y amarillo le ganen a la del pirata cordobés, así se corta este conjuro de malos resultados, que ya son tantos que podemos formar un equipo titular, esperemos no llegar a completar el banco de suplentes.
Síntesis Bohemia
Nicolás Sumavil |
Ramiro Fernández |
Alan Pérez |
Gabriel Ramírez |
Martín López |
Daniel Saggiomo |
Santiago Solari |
Gabriel Carrasco |
Cristian Cuenca |
Ignacio Colombini |
Federico Bisanz |
DT Walter Erviti |
SUPLENTES |
Damián Tello |
Mauro Luque |
Martín García |
Agustín Bolivar |
Leonardo Flores |
Juan Bisanz |
Lucas Ríos |
Cristian García |
Fabricio Pedrozo |
63′ A. Perez;
CAMBIOS
45′ C. Garcia ⇆ F. Bisanz; 55′ F. Pedrozo ⇆ C. Cuenca; 55′ A. Bolivar ⇆ D. Saggiomo; 69′ J. Bisanz ⇆ S. Solari; 69′ M. Luque ⇆ R. Fernandez;
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