Con una gran clase y estilo, Saúl “Canelo” Álvarez le dio una paliza a Avni Yildirim, ganó por nocaut técnico al término del tercer asalto y retuvo los cinturones AMB y CMB de los supermedianos.
El turco Yildirim, que había declarado en varias entrevistas que saldría a noquear al campeón, no cumplió con su palabra y desilusionó a la poca gente que lo veía con chances de dar el batacazo en Miami. Tan solo fue una ciega esperanza de que diera algo de pelea, aunque esta no duró más de nueve minutos.
Desde el comienzo del combate, el mexicano dominó y controló a su rival como quiso. Con pocos golpes logró rápidamente encontrar la distancia perfecta y mantener a Yildirim a la defensiva.
El segundo round fue más de lo mismo, un monólogo de Canelo que dejó a todos con un sabor agridulce. Por un lado con las ganas de ver despertar al retador y que se vuelva una verdadera pelea por el título, y por el otro con la satisfacción de ver boxear en su máximo nivel al mejor libra por libra del mundo.
A falta de un minuto para el término del tercer asalto, el campeón mexicano apretó el acelerador y soltó un recto de derecha que mandó a la lona a Yildirim. A partir de ese momento el turco no volvió a tirar ni siquiera un golpe hasta el final del round, que también sería el final de la pelea. La esquina de Avni decidió terminar con el castigo hacia su peleador y no salir a pelear el cuarto asalto.
Esto le permitió sumar su victoria número 55 a un Canelo que rápidamente volverá a entrenar pensando en lo que sería su pelea con el invicto Billy Joe Saunders el 8 de mayo.
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