Platense.
En la tarde del domingo, en un estadio colmado por hinchas calamares, jugaron y el Bicho. Pegó primero el visitante; a los 8′, se puso en ventaja con un centro desde la derecha que peinó Suso, le quedó la pelota a Oroz y con un tiro fuerte al primer palo venció las manos de Cozzani.
Desde ahí, se vio un partido entretenido porque iba en búsqueda del empate y el equipo de la Paternal respondía con peligrosos contragolpes. A los 25′ llegó el empate de . Tiro de esquina desde la derecha ejecutado por Taborda, Suso cabeceó al punto penal, Mainero la punteó y un jugador del visitante se lo llevó puesto, claro penal que Pellegrino convirtió en gol con un tiro bien esquinado a media altura sobre el palo derecho del ruso Rodríguez.
La visita fue a buscar el triunfo y se encontró con la sólida respuesta del golero calamar, aprovechó los huecos que dejaba la visita en el fondo. A los 31′ Picco habilitó a Mainero que dudó ante la salida del arquero del Bicho y no pudo definir. A los 45′, Cozzani sacó al córner un fuerte remate de Romero, de ese tiro de esquina rechazado por la defensa calamar, la pelota le quedó a Pellegrino por la izquierda que habilitó de manera magistral a Mainero, quien esta vez no perdonó y definió de forma exquisita con tres dedos arriba sobre la derecha del uno de Argentinos.
En el segundo tiempo, le cedió terreno y posesión a la visita, la dupla notó el quedo y metió dos cambios tempraneros: a los 10′ salieron Taborda y Cervera e ingresaron Ocampo y Baldasarra, luego los cambios fueron Villalba y Martínez por Juárez y Pellegrino. A los 21′, casi gol de la visita; blopper de Cozzani que no retiene un tiro libre, la pelota lo supera y en la línea metió un manotazo salvador.
A los 23′ en una misma jugada es amonestado Ocampo y expulsado Villalba, por una plancha que el VAR consideró que era de roja directa. Los técnicos tuvieron que poner un volante de marca que ayudara a Picco y tuvieron que sacrificar a Baldasarra -que recién ingresaba- para meter a Gómez. De ahí en más, con uno menos se dedicó a defender y tirarla lo más lejos posible, Argentinos no pudo contra la paternidad del local a pesar de tener un jugador más y no tener enfrente la tradicional casaca marrón y blanca.
Final y alegría desbordante de la parcialidad local. Tenía razón Francis Mac Allister, los clásicos se juegan con enemigos y nosotros somos familia. La figura: Mainero (8).
More Stories
Por fin entró
Depende de nosotros
Otra vez sopa