Deporte por género ¿exclusivo o inclusivo?.
De acuerdo con el Comité Olímpico Internacional, la práctica del deporte es un derecho humano, y uno de los principios fundamentales del Olimpismo es que «toda persona debe tener la posibilidad de practicar deporte sin discriminación de ningún tipo y dentro del espíritu olímpico, que exige comprensión mutua, solidaridad y espíritu de amistad y de juego limpio» (Carta olímpica – Vigente a partir del 1 de septiembre de 2004). A pesar de que ninguno de los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos menciona al deporte explícitamente, en 1978, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) reconoció al deporte y la educación física como un derecho
fundamental para todo el mundo a través de la Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte.
En agosto de 2013, la Asamblea General de la ONU decidió proclamar el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Y la
Directora General de la UNESCO, Irina Bokova expresó: “El deporte es una pasión compartida por mujeres y hombres de todo el mundo. Es un factor del
bienestar físico y el empoderamiento social. Es una herramienta para la igualdad, especialmente la igualdad de género, para la inclusión de todos,
especialmente los más desfavorecidos. No hay terreno más sólido que el deporte para alimentar los valores que todos compartimos: solidaridad,
responsabilidad, respeto, honradez, trabajo en equipo, igualdad, motivación y autoestima…”
Además, el deporte está vinculado de forma directa con otros derechos humanos, como el derecho a la salud física y mental de todas las personas y
en todas las franjas etarias, el derecho a una educación que propicie el pleno desarrollo de la personalidad humana, el derecho a formar parte de la vida
cultural, el derecho al descanso y al esparcimiento, el derecho de los niños, niñas y adolescentes a involucrarse en el juego y en actividades recreativas y
el derecho de las personas con discapacidad a participar en los deportes en igualdad de oportunidades. Quienes hemos practicado algún deporte, ya sea recreativo o competitivo, hemos vivenciado el placer y el disfrute por las actividades que impliquen movimiento, con todo lo que desarrolla e involucra también a nivel social y psicológico, no sólo a nivel corporal. Entonces, ¿por qué no practicar el deporte que nos atrae y que nos gusta?
¿Por qué hay deportes como el nado sincronizado y el softbol que son practicados sólo por mujeres? ¿Por qué sólo los hombres participan en el
hockey sobre hielo o en las carreras de F1? Sólo por nombrar algunos deportes… Actualmente, la Federación Internacional de Natación aceptó
diversificar el nado sincronizado y ahora acepta competidores mujeres y hombres.
Hace no muchos años, las mujeres no podían practicar rugby, fútbol, boxeo porque desdibujaba sus formas femeninas. ¿Cuáles son estas formas? ¿Una
mujer con hombros más anchos o piernas y brazos más musculosos es menos mujer, menos femenina? ¿Un hombre más sensible, delicado y con más gracia para moverse es menos masculino, menos hombre? ¿Qué es ser mujer? ¿Qué es ser hombre? ¿Quién determina qué puede o no, hacer un hombre o una mujer? Cristofer Benítez (31) es el primer varón en la historia de los JJOO, que compitió en Tokio en la disciplina de gimnasia rítmica representando a España. Esto generó críticas y comentarios homofóbicos desde los sectores más conservadores, e incluso otra medallista rusa, la patinadora artística, Tatiana Navka, posteó en su cuenta de Instagram un video de Benítez, afirmando que: “Lo masculino seguirá siendo masculino y lo femenino seguirá siendo femenino. Y mis hijos nunca verán esto y no pensarán que esta es la norma”. El gimnasta compite en su país hace 15 años, desde el 2006. El 2009 fue un año de inflexión y es que la Real Federación Española de Gimnasia eliminó de su reglamento la posibilidad de que los hombres participaran. Fue entonces cuando comenzó la lucha de Benítez y tras varias manifestaciones y el revuelo en los medios de comunicación, se creó el primer campeonato de España masculino que al día de hoy sigue siendo el único que existe en todo el mundo.
El género (femenino, masculino) es una construcción social, es lo que la sociedad espera de nosotros/as, nos ordena cómo debemos ser, qué podemos
o no hacer, cómo debemos comportarnos, abarca nuestros gustos e intereses, cómo nos vinculamos, cómo nos vestimos, es lo deseado según el sexo
(mujer/varón) asignado al nacer. A partir de estas expectativas sobre lo femenino y masculino se construyen estereotipos de género. Estas son ideas y representaciones cerradas acerca de cómo somos y debemos ser de acuerdo con nuestro género. Por ejemplo, ¿tejer es sólo para las abuelitas?
n los JJOO de Tokio, en varias imágenes, se pudo ver al saltador británico Tom Daley, medalla de oro en 10 metros sincronizado junto a su compatriota Matty Lee, haciendo punto y crochet en las gradas. Daley, de 27 años, no sólo es un estupendo saltador, sino que también dedica parte de su vida a tejer, desde que aprendió a hacerlo en el confinamiento obligado en Reino Unido. Daley y Lee tomaron el mando de la final a partir del cuarto salto
y se colgaron el oro. Daley tejió un pequeño bolso para proteger su medalla de oro con la bandera de Gran Bretaña de un lado y la de Japón del otro lado, en recuerdo de estos Juegos. “Me siento increíblemente orgulloso de decir que soy gay y también campeón olímpico. Cuando era más joven pensé que nunca lograría nada por ser quien era. Ser un campeón olímpico ahora demuestra que se puede lograr cualquier cosa”, añadió.
Femenino/masculino, varón/mujer, son categorías binarias, excluyentes, sólo dos opciones, si somos una/no podemos ser la otra. Blanco/negro, día/ noche, verano/invierno…Pero entre el blanco y el negro ¿no hay infinidad de grises? Entre el día y la noche ¿no existen variedad de luces y oscuridades en los amaneceres y atardeceres? Entre el verano y el invierno ¿no vivimos distintos días de primavera y otoño con diversos climas y temperaturas?
Entonces, entre femenino y masculino, entre varón y mujer ¿no habrá innumerables diversidades, expresiones de género, corporalidades, montones
de conjunciones distintas, elecciones, gustos, una enorme gama de personas, niñeces, juventudes, adulteces y ancianidades… todas distintas, todas
valorables para participar en igualdad de oportunidades. Bienvenido sea, nuevamente, el debate sobre los géneros, los deportes femeninos y masculinos, “los cuerpos que pueden y los cuerpos que no pueden” … Y qué importante poder comenzar a identificar y desnaturalizar estas situaciones para reivindicar el derecho al goce y al placer desde los deportes y la actividad física.
*Corina Argüello, Licenciada en Educación Física y Diplomatura en Género y Deporte.
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