
Atlanta. La Voz del Hincha.
Ante el Trueno Verde terminamos todos secos, en un partido que no ofreció ni una garúa finita de fútbol. Aunque el servicio meteorológico pronosticó una jornada pasada por agua porque enfrente estaba el Euro San Miguel, no hizo falta ni abrir el paraguas, por más que el dueño del salón de eventos relampagueó un poquito con los centros llovidos de pelota parada, el encuentro no tuvo precipitaciones. El conjunto de Battaglia tiene figuras, pero no un equipo. tiene un equipo, pero le faltan figuras. Ambos quedaron lejos de mojarse e igualaron sin goles en Los Polvorines. Este punto solo se valora si atrapamos la victoria en casa la próxima jornada, de lo contrario habremos protagonizado un tormentoso empate.
Por la fecha 9 de la Primera Nacional, visitaba el Malvinas Argentinas, un nombre de estadio muy acorde con la semana vivida. Ya que el último 2 de abril se conmemoró un nuevo aniversario de que el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri anunció el desembarco en las Islas, en una guerra innecesaria ordenada por un borracho inescrupuloso mandando al muere a nuestros pibes con un tenedor y un cuchillo a enfrentar a la experiencia de los piratas de Margaret Thatcher. Y a pesar que en 1833 los ingleses implantaron habitantes desalojando a los argentinos, nuestro Presidente quiere hacer un gran gobierno para que los Kelpers sientan orgulloso de votar con los pies a la Libertad Avanza. Insólito, pero mejor no sigamos escarbando este asunto y volvamos hablar del tema por el que nos pagan, que es
en su excursión a Los Polvorines para enfrentarse a “SAD” Miguel.
El DT Bohemio decidió mantener los mismos 11 apellidos que arrancaron de titular el último cotejo contra Quilmes, en el que fue hasta aquí la mejor versión del equipo en el torneo. Pero si en la vida no hay dos personas iguales, tampoco en el fútbol hay dos actuaciones en formato de espejo. Y sin querer herir a nadie, no se puede jugar sin “9”. Es verdad que en los papeles lo tuvimos, volvió a integrar ese lugar en el mundo Marcos Echeverría, pero en esta clase de partidos necesitas uno de fuste, que conozca el paño, que sepa desclasificar los archivos secretos X del puesto. Les diría que es un déficit que tenemos desde la pandemia. Como si el Covid hubiera dañado ese sector del campo. Desde que se expulsó por indisciplina del club al “Ánimal” López, no tuvimos otro que funque. Como una maldición al estilo Bèla Guttmann en Benfica. Esperemos que aquí el conjuro no dure 100 años como dicen que le pesa al conjunto portugués para ganar un título internacional. Igual, en el catálogo de jugadores que tenemos no aparece ninguno que seduzca al electorado bohemio. Está lesionado Bauman, que rindió con el mismo porcentaje de votos que suele sacar la izquierda en cualquier sufragio a nivel nacional. También, aparece en la lista de centroforward Eric Bodencer, que no puede ser ni vocal en una sociedad de fomento.
El primer tiempo arrancó fulero para . Los primeros 15 minutos fueron del Trueno Verde. Pero siempre que llovió paró y como el elenco de Battaglia no pasó de un ratito corto de relámpagos, el equipo de Lucho García se pudo acomodar mejor en el campo. Se aferró al piloto automático de Nicolás Previtali, que cuando se planta en el medio y educa a sus compañeros, el rival lo siente y el Bohemio es un libro abierto con la pelota en los pies. Es cierto, que terminó mejor esa primera mitad el ilustre visitante, pero le faltó conexión wifi con los extremos. Fedele y Ambrogio jugaron en modo dial-up, nunca le enchufaron el mouse a la defensa rival y así las situaciones de gol operaron en MS-DOS. Fue una etapa inicial en la que sobresalió el músculo por sobre el cerebro, por tal motivo el dueño de casa estuvo cerca de perder algún hombre por exceso de juego brusco, pero es raro que un referí en esa cancha se anime a meter una sanción del color que más detesta en el mundo Gustavo “Alf” Costas.
Para el complemento salió al campo sin ninguna metamorfosis, y tenía lógica. Es que el equipo del “gorriti” García terminó dejando una mejor imagen. Sus hinchas se ilusionaban que si mantenía el mismo status social de la última media hora de juego, la victoria se podía atrapar. Pero como le pasa a tantos argentinos y argentinas, quedó afuera de la clase media, bajó de categoría. Y ya en el segundo tiempo no pudo salir a comer afuera, no se podía dar ni el gustito de tomar un café con leche con medialunas, comprarse pilcha nueva y hasta tuvo que dejar de alquilar un departamento para pasar a vivir en una piecita de mala muerte, lo que es la antesala de dormir en la calle. Y ahora que la lata de atún de Ramiro Marra quiere cobrarle un impuesto al que apoliya en la vía pública, todo se hace más difícil. Es probable que este muchacho tenga también otras ideas brillantes como esa, y que proponga que el ataúd lo paguen los muertos, que la cuenta de la veterinaria les llegue a los perros y que la campera que te compres para combatir al frío la garpe el viento que suele soplar en el invierno. Perdón por tanta ridiculez en un solo párrafo, pero la idiotez humana escala lugares inimaginables.
Volviendo al tema que nos compete, a le costó el complemento. Las visitas al área enemiga tenían la misma frecuencia que la presencia del cometa Halley en la tierra. La pelota pasó a ser un objeto no identificable, y San Miguel sin ser un astro, con el balón detenido intentó estrellar la nave bohemia. Es cierto, que cada esférico que cae en nuestra zona restringida que defiende el astronauta del arco, “Pancho” Rago, puede oficiar de meteorito, y por esa vía de escape las estrellas de Battaglia le convirtieron un gol. Centro al corazón de nuestra torre de control y conquista de cabeza del “4” de ellos, pero todo quedó anulado por posición adelanta. Zafamos, aunque hubiera sido exagerado que lo gane el dueño del planetario.
Luís García gastó los cambios que reglamentariamente le ofrece la International Board, pero ninguno ayudó. Como tantas veces pasa en el transporte público, que viene gente humilde a pedir limosna vendiéndote chocolates a punto de vencerse, pañuelos descartables o estampitas de Jesucristo, y todos los pasajeros agachan la cabeza, los que entraron en Atlanta hicieron más o menos lo mismo. Ingresaron Bisanz que un rato jugó de falso “9”. El hijo del “Cata” Díaz, Nico Medina, Bodencer y también, Fausto Montero, que con un tiro entre centro y remate al arco casi logra la victoria con una jugada fuera de libreto.
De visitante seguimos estando muy Verde, no hemos ganado en rodeo ajeno, todos fueron empates y no superamos a ningún rival en el patio de su casa. Tenemos cuatro victorias en el certamen todas orquestadas en el León Kolbowski, y cinco pardas, cuatro de ellas fueron lejos de Villa Crespo. Igualdades sin goles ante Alvarado y San Miguel, y firmamos tablas por 1 a 1 ante Arsenal y Racing de Córdoba, ambos casos arrancamos abajo en el marcador. El otro punto se sumó en el Gran León contra All Boys. Nos diría la inteligencia artificial de Grok, que en su estadio sumó 13 puntos sobre 15 posibles y que fuera de su domicilio alcanzó 4 unidades de 12 en juego. En uno obtuvo el 90 % de los puntos. En el otro el 33 % de lo que estaba en disputa. Es hora de mejorar fuera de casita, la próxima vez será visitando a Ferro, al menos nos queda cerca y es dentro de la misma jurisdicción, quien te dice que ahí cantemos la primera victoria ya que será contra otro equipo porteño, que como nosotros sufre el síndrome de Ulises. Ellos con 2 décadas en el ascenso y nosotros ya con 40 pirulos en el fútbol de los sábados, somos exiliados de la Primera y algún día nos gustaría volver a nuestro país.

Frente al Trueno Verde los mejores rayitos de sol de lo dieron su guardameta Francisco Rago, el lateral derecho Juan Gómez, los zagueros centrales Caín Fara (que estará ausente el próximo doparti por llegar a acumular mucho amarillismo por parte de los árbitros) y Tomás Rojas. Todos en el sector defensivo, que en otros encuentros fueron el talón de Aquiles, pero aquí fueron el corazón del equipo. El resto en algún caso acompañó o desentonó, pero pocos aprobaron el examen ante San Miguel. Es hora de seguir leyendo los apuntes y sacarse un diez en la próxima materia, que será en nuestro colegio ante Almagro, un alumno que esperemos siga siendo bochado fuera de su escuela como le viene pasando en el torneo más educativo del fútbol de ascenso.
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