Deja vu

Boca Juniors. La Voz del Hincha.

Lamentablemente este capítulo ya lo vi, nos dijimos millones de hinchas de ante una nueva frustración y van varias que lamentablemente se vienen acumulando. Nuevamente esta camada de jugadores (los viejos y los nuevos) volvieron a defraudar a la gente, no sólo en el resultado sino en lo más preciado que tiene la identidad del club, nos fallaron en la actitud y en la entrega.

Deberíamos comenzar con la insólita decisión del Presidente de echar a Gago sin tener un reemplazante con trayectoria que sea capaz de hacerse cargo inmediatamente de un equipo muy cuestionado por propios y extraños, justo en la definición de un torneo con partidos mano a mano. Eligió poner a un técnico interino, que inevitablemente se mostró muy influenciado por una discutida dirigencia y por referentes del plantel, que tienen más participación en las redes sociales que en la cancha.

Fue así que un día apareció Janson, Velasco empezó a sumar minutos y los lesionados volvieron apurados (todos juntos para colmo) cuando no debían. Apostar por Herrón expuso a Riquelme demasiado. Quedó en el ojo de la tormenta y ahora le llegó el momento, más que nunca, para demostrar si realmente está capacitado.

El partido fue una continuidad de todo este primer semestre que ya terminó. Un equipo que cede el protagonismo, muy tibio en las divididas y que se repite apostando a las trepadas de Blanco, las corridas de Merentiel y el equilibrio de Delgado. Un chico de 19 años que sin haber hecho pretemporada como sus cansados compañeros, demuestra todos los partidos ser el único que entiende qué camiseta lleva puesta.

Algo que el limitado DT interino no valoró del todo porque lo ha reemplazó cuando no debía. El resto poco y nada. Palacios y Zenón apáticos, indolentes. Ambos erraron dos situaciones inmejorables, de las que no se pueden perdonar y que se sumaran a la galería de goles errados que significaron eliminaciones en los últimos tiempos.

Estaba la sensación de que este equipo no se recuperaría de un gol en contra y así pasó. El rival se agrandó, algunos de los nuestros se escondieron, otros se bloquearon y un par quisieron salvarse solos, pateando de cualquier lado o yendo a buscar la heroica quedando tiempo -como hizo el arquero insólitamente-.

Se viene un compromiso importante como es el Mundial de Clubes. Un torneo para disfrutar, ser parte y estar orgullosos de poder competir contra los mejores del mundo; y sin embargo, hoy representa una preocupación extra, porque en este contexto las chances de hacer un papelón son muchas. Estamos en un momento muy similar a finales de los 90. Un presidente inexperto que toma malas decisiones, un plantel caro sin compromiso, referentes conflictivos, algunos años sin títulos que provocan un clima demasiado hostil para esta generación de ídolos con pies de barro.

En ese momento llegó Carlos Bianchi para cambiar la historia del club y lograr algo inigualable. Acomodó absolutamente TODO. Fue técnico, gerente, psicólogo, manager. Limpió el plantel ni bien arribó (era recontra necesario) y lo convirtió con INTELIGENCIA en el más ganador de todos. Lástima que ninguno de esos pupilos haya continuado con todos sus fundamentos.

Hoy A necesita un cambio importante urgente. Ese personaje no está en el mercado, ya no quedan esos líderes. Pero la búsqueda debe ir hacia alguien de mucha personalidad, con carácter para plantarse ante un plantel tan amargo como este, para recuperar a los que valen la pena y descartar a los que no estén preparados. Que sepa poner los límites a los dirigentes y se enfrente a la prensa siempre tan adversa.

A falta de consagrados (que no los hay) la elección es aún más difícil. no es para tibios; Lorenzo, Bianchi, Tabárez y Basile, por nombrar a los mejores no lo eran. Hoy la pelota la tiene Román, como cuando jugaba. Espero, que ahora dé el pase correcto …