Desconcierto en Avellaneda

Racing Club. La Voz del Hincha.

En otra noche desastrosa de , Argentinos Juniors se lució en el Cilindro y le dio una clase de fútbol. ¡Qué desastre !, ¡inconcebible! A días de la final de la Recopa, de nuevo aparece la peor de sus versiones. Esta vez con la mayoría de titulares, esta vez de local, esta vez fue la peor de todas. Un equipo desordenado, sin juego asociado, impreciso, apurado, con sus líneas totalmente desconectadas. Eso fue , un verdadero desastre.

Con Estudiantes hicimos un papelón, después con Tigre nos empezamos a preocupar; y ayer confirmamos lo que todos temíamos, no juega a nada. Ni con suplentes, ni con titulares, ni de visitante, ni de local. Cada vez peor. Yo no sé si están nerviosos por esta final con Botafogo; pero lejos de estar motivados, se desmoronan como una casita de naipes.

Espero que esta final pase de una vez por todas, porque su sombra nos está condicionando y nos podemos quedar afuera de la clasificación entre los primeros ocho. Y espero que, por lo menos, estos sacrificios sirvan para ganar la final de la Recopa, porque si encima de todo, perdemos contra los brasileros, no sé en qué va a terminar.

Quiero pensar en positivo, pero no ayudan estos partidos. Costas tiene que adaptar el equipo cuando no tiene los recursos. No te podés regalar con Colombo, no está para jugar. Lo vemos todos. Otro que no está bien es Solari, es un jugador que no está a la altura, de verdad que hace cosas incomprensibles. Lo de ayer fue horroroso, todos jugaron mal, todos. Incluso Nardoni, porque estaba desordenado -seguramente, por la impotencia de ver que los de adelante no podían armar una sola jugada de gol- se iba arriba a asumir roles que no le corresponden y claro, dejaba descubierta su propia espalda. Y lo peor, es que a Costas parece que se le queman los papeles a la hora de leer el partido y dar un volantazo a tiempo. Siempre tarde.

Argentinos nos mostró que no hace falta tantas figuritas, solo estar bien armados, tener solidez, inteligencia, intensidad y fútbol. Los goles son la consecuencia de eso y de una defensa paupérrima como la de que no para a nadie. no tiene uno que juegue, que piense, que meta la pausa. Todo se reduce a tirarla arriba a ver si los delanteros se matan con los rivales y, capaz, con suerte, sale algo. Así no podés jugar. Por fin puso un rato a “Toto” Fernández a ver si aporta esa cuota necesaria de fútbol, pero no le podés pedir que haga mucho en tan pocos minutos (aunque algunas cositas mostró).

Ojo, no compro esa “mejoría de los últimos 15”, porque con un rival que ya te bailó, que ya te metió tres pepas, que ya rotó al equipo, y está de visitante, es lógico que se repliegue y te deje jugar un poquito más. Pero el partido ya estaba perdido. Si empatábamos era un milagro, y una injusticia para el fútbol.

De nuevo se ve que no hay recambio, que no tenemos reemplazos de jerarquía. El año es largo; y si esto sigue así, nos va a ir muy mal. Porque las lesiones van a aparecer y la seguidilla de partidos nos va a dejar muy golpeados. Espero que Costas tenga un plan para Botafogo, pero también para lo que resta del semestre. La figura: Fatori.