
Atlanta. La Voz del Hincha.
Que nadie se asuste, no voy a homenajear a la legendaria marioneta italiana, que aquí en la Argentina se popularizó a finales de la década del 80 junto al grupo musical Las Primas. Releo esto último que puse y aún no lo puedo creer. En un mismo párrafo escribo el término grupo musical con ¡Las Primas! Y ya me da vergüenza, pido disculpas por ubicar en la misma oración a esta suerte de oxímoron. Su canción más conocida, por no decir la única, fue aquella que le pedía a Antonio que le saque la mano porque mamá estaba en la cocina. Dios mío, por qué todavía en el disco rígido de mi cerebro siguen dando vueltas estos archivos bizarros. Por suerte, no iremos en esa dirección, aquí el Topo no es el que interactuaba con “Pinocho” Mareco, ni tampoco el festejo que patentó Román, ni el de los populares churros; este es Santiago “El Topo” Coronel, que después de jugar un partido paupérrimo para y de ejecutar un penal a la altura de su rendimiento, le dio la victoria al Bohemio, que desafinó más que Las Primas; pero que atrapó una victoria fundamental 2 a 1 ante Los Andes para subirse a la cima de la zona.
Por la sexta fecha de la Primera Nacional, repetía localia y recibía en su estadio, el que esta contiguo al Movicom Arena, al ascendido Los Andes. Lejos estuvimos de brindar un recital, nuestro fútbol no dio ni para un espectáculo a la gorra. Nos mató el gol de entrada, antes de los tres minutos de iniciado el doparti. Aclaro que ese tanto desde el vestuario fue nuestro y no del “Milrayitas”. Pero nos confundió ir en ventaja tan temprano. Es que no estamos acostumbrados a convertir goles tan rápido, tampoco en marcar en los primeros 45 minutos. No es habitual que anotemos en ese arco que detrás tiene a la popular local. Nos sentimos bichos raros abriendo la cuenta en un primer tiempo, así que la próxima vez analicemos si queremos ir ganando en la etapa inicial, si es negocio convertir tan pronto. No seamos giles y le armemos flor de barullo a nuestros jugadores, ya para marearlos tenemos al DT -tampoco le carguemos más fichas con esa boludez de hacer un gol al toque de arrancado el juego-. Colaboremos como Bauman el otro día, que se avivó y erró el penal al profeso para no arruinarles la existencia a sus compañeros. Gracias Jonatan, encima te lesionaste para completar tu obra maestra, eso es sacrificarse por la causa.
Creo que la última vez que hicimos un gol en el primer tiempo fue el 30 de septiembre del año pasado, victoria 2 a 0 ante San Telmo. Terminaban los primeros 45 minutos y mojó Dylan Gissi. Por lo visto hacemos un gol en ese arco una vez por estación de año. Marcamos en primavera y ahora antes que se marche el verano. Nos queda el de otoño y el de invierno para festejar en la etapa inicial en el León Kolbowski.
Para cruzar Los Andes, el general Luís García determinó casi el mismo ejército que ganó sobre el final la batalla ante Colegiales. El único soldadito de plomo que no podía participar era el herido Bauman, su lugar lo ocupó el aspirante a centro delantero Marcos Echeverría. Parecía que íbamos a tener una contienda tranquila, que no iba haber ningún tipo de represión, esa que ejerce “El patio” Bullrich cada vez que el pueblo marcha. Aprovechamos estas humildes líneas para mandarle toda la fuerza del mundo al fotógrafo Pablo Grillo, que la maldita policía de Pato tiró a matarle con sus armas cargadas de odio. Volviendo al bélico encuentro contra las tropas de Lomas de Zamora, el gol madrugador de hacia creer que la jornada sería de paz y amor, pero esta armada bohemia sufriría hasta teniendo enfrente como francotirador al entrañable personaje de Caloi: Clemente.
Ese gol desde el vestuario fue orquestado por Jorgito Valdez Chamorro, el primero que anota desde su vuelta a las pistas bohemias. Habían transcurriendo un poco más de dos minutos de iniciado el encuentro, cuando un centro a la carrera de Ambrogio desde el costado más facho del campo de juego encontró en el área vecina al mencionado Jorgelín. Cabezazo bombeado del futbolista con doble apellido y adentro, festejo en el (ex) tablón de Villa Crespo. Por fin un partido, como diría el cantante Piero, manso y tranquilo para el Bohemio. Pero Para el Pueblo lo que es del Pueblo no siempre es lo esperado, sepa Mi Viejo que puede haber Sinfonía inconclusa y el hincha tuvo que entonar más canciones de protesta que románticas en la jornada futbolera.
después del grito sagrado se desvaneció en el campo y terminó rindiéndole tributo a Antonio Gasalla. Con la ventaja conseguida nos metimos atrás como un pedido de la empleada pública. Cada centro cruzado del Milrayitas parecía medio gol, defendíamos tan feo como la jeta que le quedaba a Inesita después de cada cirugía estética en el Palacio de la risa. En el medio teníamos el andar de Mamá Cora o de la Abuela, es que eran tan parecidas que me las confundo y ya no se quién era. Adelante nuestro “9” se sentía Soledad Dolores Solari. Cada año que pasa el centroforward Bohemio te hace llorar viéndolo jugar, no sorprendería que el próximo delantero de área sea Yolanda, que en su silla de rueda llegaría mejor a las jugadas de peligro. Encima, antes del partido homenajearon a Juan Antonio Gómez Voglino, el máximo artillero en la historia del club (68 goles en 188 partidos en los primeros 4 años de la década del 70), quien hace añares está viviendo en Colombia y cada vez que visita al país siempre se pega una vuelta por la institución de Villa Crespo. Aun no comprendo, viendo el rendimiento de nuestros atacantes, como Luís García no lo puso en el segundo tiempo. Les apuesto mi casa contra una aceituna que hacía más que Bodencer.
De casualidad nos fuimos al descanso en ventaja, nos sobraba menos que el sueldo de un laburante a fin de mes y si no cambiábamos de libreto, el empate estaba más cantado que el himno nacional en un acto patrio. Es verdad que, en estos tiempos de cipayos y aduladores del país del norte, tenemos algunos impostores que gobiernan una nación que detestan con más ganas de entonar las estrofas del himno yanqui que el nuestro, prefiriendo sacarse una foto con Elon Musk en lugar de tener una de René Favaloro. Pero aún en el patio de los colegios se festeja el 9 de julio y no 5 días antes, se iza la bandera celeste y blanca y cantamos oíd mortales, aunque a otros les moleste.
Para el segundo tiempo el míster mantuvo el mismo ejemplar que disputó la etapa inicial, aunque le faltarán hojas, estuviera todo arrugado y algo mojado, dejó la misma edición para el complemento. El problema no era solamente que salgan los mismos futbolistas en la impresión, sino su prestación en el terreno de juego. Y fue más de lo mismo o aún peor. La pelota era un enemigo, era la casta, es decir que el esférico eran los jubilados, los universitarios, los empleados públicos y los médicos. Era más fácil comprar un auto de lujo que un remedio para tu abuelo. Y en Atlanta ver al equipo volcado en ataque era raro como encontrase a la Chiqui Legrand en el bondi. Ni ella debe tener SUBE registrada a su nombre como el equipo de Luís García jugadas de peligro. Pero convengamos que una hace mil años le da de comer a la farándula y a la política argentina, mientras que a nosotros el elenco bohemio nos mantiene en huelga de hambre. Por eso no sorprendió cuando Los Andes probó bocado y logró empatarnos.
Corrían 25 minutos del segundo tiempo cuando desde un córner estampó la salomónica parda el ilustre visitante. Cabezazo potente del experimentado Mauricio Asenjo, que le ganó en las alturas a “Pancho” Rago, que esta vez fue Clark Kent y no pudo evitar la igualdad del rival. Con ese tanto se temía lo peor, se venía el mundo abajo y había miedito que el Milrayitas de vuelta la tortilla. Todo era oscuro para Atlanta, que metía cambios desesperados y que algunos necesitaban que vengan con ese instructivo para armar los muebles. Se fueron Valdez Chamorro y Ambrogio, los que gestaron el primer gol del match. Ingresaron Fede Bisanz y Fedele, parece un trabalenguas, pero era la pura verdad. Luego, salió Echeverría y mandó a la cancha a Tomás Díaz, para que el melli Bisanz termine siendo el “9”. Nadie discute que entre el hijo del Cata, que sin querer spoilear la jugada del final, fue participe necesario en la victoria, pero si sacas a tu punta de lanza mete a su repuesto, aunque ese sea Bodencer que tiene todos los tornillos flojos. También, pensamos que Montero y Coronel seguían en la formación de etiqueta por haber apostado el DT con algún amigo, que le prometió un vagón de guita si mantenía a ambos mediocampistas por tiempo indeterminado en el terreno de juego. Y si no fuera porque Los Andes lo empató, García se salía con la suya. Ya que una vez consumada la igualdad entró Bodencer por Montero y también, hizo lo propio Ferracuti por Tolosa. Podría haber salido el otro lateral, Leo Flores, que no fue ni un pétalo, les diría que no fue ni siquiera una semillita jugando de “4”. Liberó su zona y con la pelota en los pies se mandaba todo tipo de cagada, ya sufría de diarrea con el balón en sus gambas.
Cuando el reloj clavaba sus faroles en el tiempo cumplido apareció la jugada que traería la calma al coloso estadio de . Cuando se le venía la noche al Bohemio, se hizo de Díaz, le salió el sol y todo fue alegría. El hijo del Cata encaró con rumbo conocido desde la izquierda hacia el medio en búsqueda del área de enfrente, cuando ingresó a la zona restringida le cruzaron la gamba que oficio de regalo del cielo y el árbitro sin dudar pitó la pena máxima. Se produjo un simposio de varones que definían quien debía ser el ejecutante desde los 12 pasos. Era como un congreso de obispos votando al nuevo Papa, que desde aquí esperamos que falte mucho para que llegue ese día. Frente al punto penal estaban Bodencer, Bisanz y Coronel deliberando quien debía ser el designado. Finalmente, la fumata blanca anunció al “Topo” Coronel como el indicado. El partido del “10” fue flojo de papeles, si le compras un auto usado, no te trae ni la palanca de cambio. Más de uno en la platea del dueño de casa sufría viéndolo con la pelota bajo el brazo, si iba a rematar como jugó, era mejor que lo tire un hincha del funebrero. Dicho y hecho, su disparo fue anunciado en todas sus redes sociales, en el estado de WhatsApp, en el viejo MSN y hasta lo subió en alguna publicación de fotolog. Su envío fue a media altura, al palo izquierdo del arquero que le adivinó la intención, obviamente que hasta un no vidente le sacaba la ficha y se arrojaría al mismo lado. Pero el destino aún jugaba para nosotros, ya que el rebote le quedó justito a Coronel que de volea la mandó a guardar. Desahogo en las gradas, en las tribunas del Kolbowski. Solo le faltó hacer el Topo Gigio en el festejo, para mandarle el besito de las buenas noches a un durísimo rival como fue Los Andes.
La figura del cotejo fue Caín Fara, que a partir de ahora lo llamaremos Caín Faraón, que de un arranque de torneo muy preocupante, levantó su nivel y hoy es el mejor del fondo. Con carácter, determinación, técnica y sacrificio se roba todas las miradas en la última línea, era más fácil ganarle una pelea a Cassius Clay que una pelota a este zaguero central. En la retaguardia siguen en revisión los laterales, hay momentos que Flores parece un vivero, y en otros ni regándole todas las hojas deja de marchitarse. En el puesto de “3”, Tolosa yendo al ataque tiene cositas de Roberto Carlos, pero defendiendo tiene un millón de amigos. Si seguimos escarbando los problemas del equipo, nos toparemos con el ultra mencionado de Fausto Montero. Aún es inentendible su permanecía con la 7 tatuada en la espalda. No colabora con Previtali, ni acompaña al resto en el ataque. Es un NN, es un Santiago Caputo, está más cerca de asesor del DT que ministro del gobierno Bohemio. Y como pasa con Caputito, sus intervenciones son riesgosas (y peligrosas). Por último, exigimos la aparición con vida de Santiago Coronel, que hoy no es ni soldado raso. Arrancó siendo el comandante de la embarcación y con el correr de las contiendas se fue pinchando, se escondió y aunque convirtió el gol de la victoria, necesitamos que vuelva, que sea el de las primeras fechas.


Después de otro triunfo agónico, sufrido, y en este caso fuera de contexto, logramos subirnos a la cima de la zona. Somos líderes junto a Racing de Córdoba, casualmente nuestro próximo rival. Se jugará el domingo venidero a las 16 horas en la cancha de ellos. Aún no entendemos porque TYC Sports se puso la gorra y no lo televisa en su señal principal, lo manda por su aplicación plagadas de cortes. Esperemos que lo que no se corte sean los resultados favorables de . Esperanzados (o no tanto) porque mejoremos en el juego, aunque si ganamos todos los partidos en tiempo de descuento no me quejo, a pesar de que tengamos que terminar todos visitando al cardiólogo y empastillados cada vez que juegue el Bohemio.
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