
1 – Mitre SdE 1
Se acabó la temporada para El Bohemio. En Santiago del Estero tuvo su última cena, de un torneo que lo dejó en ayuno por el ascenso a Primera. Pero también, se quedó afuera de la mesa para mangiare el reducido o saborear el postre de la clasificación a la Copa Argentina 2022. Finalizó un campeonato que pintaba para banquete, pero terminó comiendo las sobras de la olla.
Por la fecha 33 de la sucursal más inmediata a la Primera División, Atlanta se despidió del torneo visitando a Mitre de Santiago querido, en el imponente Madre de Ciudades, que en virtud de su nombre y su arquitectura es un estadio de puta madre. Parece una cancha brasileña, pero queda aquí en la Argentina. Es cierto que podemos discutir tamaña obra en una provincia con semejante pobreza, pero los mismos que lo señalan con tanto énfasis ignoran a otros gobiernos que hacen lo propio con la plata pública pero la despilfarran en cosmética y negocios para sus bolsillos.
Perdón, me fui de mambo. Volvamos a lo que nos convoca. Para el partido despedida, Erviti repitió el mismo equipo que le ganó 1 a 0 al Pincha de Caseros. Rago fue el arquero y capitán de la escuadra de Villa Crespo. La defensa estuvo compuesta por los mismos sospechosos de siempre: Carrasco, Pérez, García y Fernández. En el medio se mantuvo Bolívar en el centro de cómputos, acompañado por Dramisino y Ochoa Giménez a los costados. Adelante mis valientes estuvieron: Juan Bizans, “Nacho” Colombini y Evelio Cardozo, que como el termostato se encendió a ratos.
60 segundos de fama para Mitre, porque antes del minuto de juego, el dueño de casa ya facturó. Aprovechó los malos despejes aéreos de la defensa bohemia, para que su jugador más famoso, Santiago Rosales, remate cruzado al ingresar al área restringida de Atlanta y anote el primer gol de la noche santiagueña. Entró dormido el elenco de Erviti, como si estuviera tomando una siesta. Les diría que todo esos 45 minutos iniciales el conjunto visitante no salió de la catrera. El fútbol lo tenía pegado a la almohada, no generaba una situación de gol ni en los mejores sueños. Encima su rival estrelló un tiro en el travesaño y “Pancho” Rago en un mano a mano evitó el segundo tanto poniendo la gamba. No digo que fue un primer tiempo de pesadilla, pero no le faltó mucho para que se concrete.
En el segundo tiempo no hubo cambios de jugadores, pero si una modificación en la manera de jugarlo. El equipo se adelantó más en el campo, por lo que Mitre se fue amontonando cerca de su arquero, lo que no queda claro si fue una idea original del elenco santiagueño o Atlanta lo llevó a ese lado de la cancha. Pero el dominio del esférico no se traducía en situaciones de peligro, al conjunto de Erviti le costaba generar jugadas de gol como a Mauricio justificar que él no quiso tirar el micrófono de C5N.
Pedrozo por Ochoa Giménez fue la primera variante del ilustre visitante, y un ratito más tarde ingresó Lucas Ríos por Juan Bizans en una modificación autóctona, ya que ambos purretes son de la cantera bohemia. Con esos cambios, Bolívar y Dramisino compartieron el eje. Ríos, Cardozo y Pedrozo jugaron por delante de ese dueto de volantes para alimentar a Colombini, el centrodelantero del equipo. 4-2-3-1 fue el código morse que se implementó para ir a buscar el empate.
Los caminos estaban cerrados, Mitre se defendía con todo y con todos, no faltaba nadie, hasta Esmeralda Mitre daba una mano. Atlanta no mostraba ingenio para acercarse con astucia al área de enfrente. Pintaba una derrota similar a la de Alvarado en Mar del Plata, ya que el rival anotó el gol en el amanecer del primer tiempo, y el Bohemio nunca supo como igualarlo. El encuentro ante el elenco santiagueño parecía que tenía el mismo destino. Hasta que a los 32 minutos de la parte final se escapó por la banda ancha izquierda Ramiro Fernández, metió un centro administrativo que devolvió un defensor de Mitre, le quedó nuevamente el balón al lateral zurdo para que está vez el envío sea preciso, al corazón del área enemiga. En el punto penal cabeceó el chiquilín Lucas Ríos, para que en el camino Ignacio Colombini le cambié la trayectoría al esférico metiendo un taco impresionante y estampando la parda del doparti. Golazo. Definición a lo Hernán Crespo, o si queremos más glamour, un gol a lo Zlatan Ibrahimović. Empate a la mexicana: con Nacho y tacos en la noche santiagueña.
El punto sirvió para que el equipo no sé despida de la temporada 2021 con una derrota. Ahora será tiempo de parar la pelota y pensar cómo se quiere afrontar los nuevos retos para el Bohemio, recordando que en la próxima campaña vuelve el diablo llamado descenso. Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. En el que tiene líquido, se destacan los jóvenes del club que tuvieron su bautismo con la camiseta de Atlanta. Los mellizos Bizans, Cuenca, Ríos, Coronel. La continuidad de Dramisino, que arrancó el torneo a 220 con un par de expulsiones seguidas, pero que terminó calmado y siendo rueda de auxilio en el medio.En la parte del vaso que no tiene ni agua del baño: se desconfiguró completamente el equipo para logar alguno de los objetivos, ni a la Copa Argentina se pudo clasificar. El problema fue de puntuación en la tabla de la zona A, producto de la falta de un plan de juego. Se defendió mal y se atacó del mismo modo. También, en ese vaso sin combustible se vio que la mayoría de las apuestas en materia de refuerzos salieron para la mona. Esa lista sábana de incorporaciones no anduvo. No hace falta que haga nombres, porque es estigmatizante, y además es de público conocimiento. Ojalá que en el 2022 llegue la jerarquía, esa que se ninguneo y al final faltó.
Atlanta terminó la temporada con 39 unidades, consiguiendo un promedio del 40 por ciento de los puntos en juego. Por ahora está noveno, puede culminar en ese puesto o hasta terminar décimo primero, eso depende de los resultados que cosechen Temperley y Estudiantes. Se rumorea que le quieren renovar el contrato a Erviti, tal vez sea el Bielsa de la selección que después de quedar afuera en primera ronda del Mundial 2002 se valoró su laburo. Es cierto que aquí no hubo una eliminatoria como la del camino a Japón Corea para reafirmar su continuidad. Suena rara su permanencia en el Bohemio, pero ojalá que está vez “El Cañito” no cometa los mismos errores, y sobre todo le traigan mejores insumos. Todo este año tuvo que usar papel higiénico en la impresora, esperemos que en el 2022 le suministren las hojas A4 y que la última impresión sea con los festejos de la gente en Villa Crespo.
More Stories
Sigue bien arriba
Ganó por cansancio
Lo que el Turco se llevó