19 septiembre, 2024

Un lugar, todas las disciplinas

Fútbol bajo cero

Rincón Bohemio.

Atlanta

Sigue congelado el fútbol Bohemio, genera más dudas que un meteorólogo con el clima. Los rivales no necesitan abrigarse para aguantar sus embates, los hinchas viendo este desastre levantan temperatura a cada instante, y el equipo no le puede ganar ni a los adversarios que son más friolentos que ellos, que ni DT tienen en el banquillo. Preocupa en serio el futuro inmediato, se vienen partidos calientes, contra oponentes potentes. Para pasar el invierno hay que rezar que sigan helados los Villa Dálmine, Chaco For Ever y Tristán Suárez de la vida, porque si dependemos del elenco de Nicolás Diez vamos a terminar todos de mal humor y con hipotermia.

Por la fecha 28 de la zona B de la Primera Nacional, Atlanta se enfrentaba a un rival que lo tenía dos puntos abajo en la tabla de posiciones, por eso algunos lo denominaron como la final de la Champions League, y la verdad que ni siquiera podíamos darle el mote de gala de una contienda de carrera de embolsados. Aldosivi, el Tiburón marplatense, era la visita que enaltecía(?) el León Kolbowski. Después del espectáculo nauseabundo que protagonizaron y con el frío que hacía, todos los hinchas que pagaron una entrada para ver este bodrio, deberían desde el club de Villa Crespo regalarle el mismo ticket para el próximo domingo, ya que nuevamente Atlanta hará de local contra Racing de Córdoba. Pero viendo cómo se manejan en algunos aspectos, es probable que el simpatizante que fue a ver esta obra de terror deba pagar el doble para alentar contra el Racing mediterráneo.

Las vidas futboleras de Atlanta y Aldosivi coincidieron muy pocas veces. Tuvieron posibilidades de verse las jetas en la década del 70 en los viejos torneos Nacionales, pero sus nombres siempre caían en zonas diferentes. Hasta compartieron categoría telonera de la Primera División en los 90, pero nunca se batieron a duelo. Sólo 3 veces se midieron. En el torneo Nacional B de la temporada 2011/2012, recordado porque ahí jugó nada más y nada menos que River Plate. Fue empate 1a1 en Villa Crespo y victoria del Tiburón 3a0 en el Minella. Once años más tarde volvieron a toparse. Fue en este torneo en la ciudad feliz con el triunfo agónico del Bohemio 1 a 0 con gol de Dramisino, para configurar una paridad absoluta en este escueto historial. Una alegría por lado y una parda en el León Kolbowski.

Para este duelo disputado en Villa Crespo, Nicolás Diez decidió realizar una sola variante con respecto a la derrota contra Tristán Suárez, la tercera al hilo que venía acumulando en este exitoso ciclo(?) del benjamín DT Bohemio. Afuera por lesión Alan Aguirre y a la cancha Tomás Fernández, uno de los tres “refuerzos” de mitad de temporada.El próximo párrafo puede contener exceso de sarcasmoQué bueno que juegue Tomás Fernández, así podemos acallar esas voces maliciosas que indican que los jugadores que llegaron para reforzar la plantilla nunca suman minutos. Encima, otro que vino en esa gran gestión de altas para enriquecer al plantel profesional como fue Kevin Pavia estuvo sentado en el banco de suplentes, ya que Nicolás Medina levantó fiebre.

En definitiva, para medirse ante el Tiburón estos fueron los 11 crustáceos elegidos por el entrenador. En el puerto de palos estuvo Sumavil. La red del fondo fue custodiada por Gelos, Fernández, González y Pinto. En el mediomundo jugaron Dramisino, Duarte y Galeano. Con la caña en el muelle de adelante estuvieron tratando de picar un gol Becker, Ríos y Bisanz. Por momentos las coordenadas marítimas indicaban un 4-3-3, en otros se formaba un triángulo en la última línea, pero eso era más por timidez de Gelos a ir al ataque que por disposición de la pescadería bohemia.
El primer tiempo fue un espanto por donde lo mire, hasta les diría que el complemento fue una copia berreta de los 45 minutos iniciales. A veces cuando los partidos se juegan con mucho frío o extremo calor, nos hacen creer que el encuentro fue peor de lo que se disputó. Pero aquí lo climatológico no tiene la culpa, podíamos estar en 24 grados, con algunos africanos u odaliscas apantallándonos a cada uno de los espectadores, que el doparti iba a seguir siendo catalogado como un gran fraude. Dieron asco los dos equipos, no por casualidad están más cerca del abismo que del cielo en la tabla de posiciones. Escasearon las situaciones de peligro. La más presentable para el dueño de casa fue un córner gestado por Galeano que anticipó Tomás Fernández, en otros tiempos serían las sobras de las jugadas de gol, como se dio esta primera mitad estamos en presencia de un banquete, aunque no te alimenta ningún diente. Es como esos platos de los restaurantes carísimos, que le ponen nombres re sofisticados, y cuando te lo traen a la mesa es una porción pequeñísima, más que cocinarlo el chef parece que lo cagó. Son dos mierditas que decoran un plato gigante. Así de triste y con hambre jugaron el primer tiempo, ideal para que los médicos les receten a los pacientes que no pueden apolillar en toda la noche mirarse un rato de este cotejo abominable. 

Para la complementaria, Diez metió mano en el equipo. Se notaba que a Atlanta le faltaba más peso en el área. Como ante el Tambero, Ríos arrancó de “9”, pero con él de punta de lanza no alcanzaba para dañar al Tiburón. Es que en este plantel tan mal armado, chueco en algunos cuantos puestos, la posición de centrodelantero la diseñó algún hincha del Funebrero. Ninguno de los integrantes de esa parte del inventario dio la talla, le tienen alergia al gol y en sus registros en la tabla de artilleros están por debajo de Eber Ludueña. Nicolás Mazzola, que fue quien ingresó por Bisanz, celebra más seguido la Navidad que marcar un gol. A cuenta gotas, porque tampoco es para ir a festejarlo al obelisco, juega mejor afuera que adentro del área. Si ya sé, sus mejores rendimientos se vieron cuando estaba en el banco de suplentes. Podríamos decir que es una versión argenta del Cavani que estamos viendo en Boca, que rinde mejor cuando sale de la casita del arquero rival. Igual no estoy comparando, hay diferencias gigantescas, abrumadoras, con ver la carrera de uno y otro ya nos alcanza. Me animó a vaticinar que si en lugar de Mazzola estuviera Cristián Sancho, la verdadera fotocopia física de Edinson, haría más goles que el ex Gimnasia. Hasta Pittilanga sería rompe redes en lugar del cualquiera de nuestros nueves.

Como dijimos algunos párrafos más arriba, el segundo tiempo fue una copia pirata de la etapa inicial. Tampoco se sacaron ventajas. Atlanta generó un par de disparos a portería con Galeano y Becker, este tiro fue el más picante de la noche, pero ambos remates gambetearon el arco. Había una sensación en el ambiente que el arquero de Aldosivi estaba flojo de papeles, pero como no lo inquietaron nos fuimos del estadio sin saber cómo miércoles atajaba. Ellos al menos tuvieron una chance de probar a Sumavil con un envío venenoso de Curutchet, que no es el ciclista, pero hasta que se fundió estuvo bicicleteando a nuestra defensa, ya que Gelos que tiene alma de marcador central, se olvida que esta de “4” y no ataca al rival, lo espera que se acomode, que se saque una selfie, le mande un whatsApp al grupo familiar y responda algún mensaje que le quedó colgado en el instagram. Es cierto que el ex delantero de Platense está en el otoño de su carrera, pero si le das un centímetro te pone una casa de bijouterie.

Los otros cambios que ordenó la cúpula de entrenadores bohemios no solucionaron nada, es que tampoco hay un banco fuerte, es tan pobre este banco que si pones tu plata en un plazo fijo cada mes tenes menos guita. Al cuarto de hora del segundo tiempo salió Dramisino para que su lugar lo ocupe Krilanovich. Aún no sabemos de qué juega. Si es bueno o malo. Si es de esos jugadores que se sacrifican por el equipo o es un vago de la gran siete. Ojo, tampoco sabemos si es “7”, “8”, “11” o “10”. No tenemos idea como le pega al arco, menos si es habilidoso, es un NN con nombre y apellido.Cuando al partido le restaban 20 minutos se produjo la segunda ventana de cambios. Afuera Becker y Ríos, adentro Pavia y Vedoya. El primero por las líneas de fiebre de Medina le tocó ir al banco, sino el encuentro lo habría mirado calentito en la casa. Cómo lo hubiéramos envidiado. Por su parte, Vedoya supo ser titular a comienzo de temporada, pero una lesión y la nueva elección de entrenador lo alejaron del equipo de etiqueta. Ninguno de los dos hizo méritos el ratito que jugó para ganarse un lugar de privilegio entre los 11 titulares, en realidad la mayoría de los que juegan desde el arranque tampoco hacen méritos para estar ahí, pero alguno siempre tenes que poner. Lo único que nos falta es salir a la cancha con 8 o 9 jugadores porque no alcanzamos a completar los once como si estuviéramos jugando entre amigos y dos fulanos se bajaron media hora antes de que comience el partido.Para cerrar la ventana de cambios, ya sobre el final de este gran match(?) Salió tocado Duarte e ingresó Bogado, pero a esa altura de la noche ya las cartas estaban echadas. Arriba de la cancha habían tirado todos los 4 de copas que podían existir en la faz de la tierra. 

No hace falta que les diga que el partido entre Atlanta y Aldosivi terminó en tablas. Fue un espantoso 0 a 0, definirlo como horrible parece poca cosa. Con el fútbol bajo cero del Bohemio no le hacemos un gol ni a San Marino. Nunca más, dos palabras que esta última semana se encargaron de pisotear y lastimar con actos negacionistas, pro milicos y que uno pensó que estaban archivados para siempre. Al margen de este macabro mensaje que la vice de Milei quiere instalar, vuelvo a lo terrenal del fútbol pidiendo que nunca más le demos un armado de plantel al manager del club. No discuto que sepa de este deporte, que sea un apasionado y que viva 24/7 para Atlanta, pero es hora de ir por otra vía, hace rato que venimos descarrilando con Romano. 

La próxima jornada tocará otra vez ser local, ya a esta altura no sé si es algo bueno o malo. El rival como ya anticipamos en los primeros párrafos será Racing de Córdoba, que está con 28 puntos, cinco menos que nosotros, por eso se necesita como sea ganarles para que no se nos acerquen y nos empujen definitivamente a la zona tenebrosa. Encima, las últimas cinco fechas que quedarán luego de este duelo serán jodidas como bajar la inflación. En el León Kolbowski recibís a Ferro y a Quilmes; y de visitante tenés a Riestra, Gimnasia de Jujuy y Brown de Adrogué en la última jornada.

Yo por las dudas voy prendiendo velas, para que ganen los rivales de Villa Dálmine, Tristán Suárez y Chaco For Ever, porque confiar en este equipo de Diez es como llamar a Domingo Cavallo para que solucione los problemas económicos del país, guarda que votando algunos tipos y tipas en octubre es más o menos lo mismo. Mejor empiezo a rezar, porque cada partido que pasa jugamos peor que el anterior, ya no hay tiempo para solucionarlo con los que se disfrazan de futbolistas con la camiseta de Atlanta.