La columna del Calamar

Pobre empate.

En la tardecita del jueves jugaron en Vicente López el Calamar contra el Pirata cordobés. En la primera etapa, se lo vio mejor al local: Hachen conducía y el triple cinco de Grazzini copaba el mediocampo -la visita fue llevarse un punto y dejó al solitario Passerini arriba-.

Lo tuvo Gómez y luego Picco (se perdió un gol increíble). El delantero que vino del fútbol yanki (Urruti), juega a otro ritmo, es lento y define mal. Pero lo mejor del primer tiempo estuvo en el final, cuando Hachen patea al arco al borde del área chica, se tira un defensor de Belgrano para tapar el tiro y la pelota pegó en su mano, claro penal; al menos para revisar en el VAR…pero siga siga dijo Giménez (pésimo árbitro). El despeje del fondo visitante encuentra al 9 cordobés con todo Platense reclamando el penal, gol y final del primer tiempo.

En la segunda etapa entró Ferreyra por Juárez, a los 60 Ronaldo por Hachen, a los 70 Ocampo por Villalba y Marinelli por Saborido y por último, a los 75′ Pellegrino por Picco. Fue el local a buscar el empate llenando de centros el área del Pirata -se fue expulsado Passerini por doble amarilla tras un codazo a Vázquez- que sólo se defendió para sostener la victoria.

El arquero cordobés cortaba todos los centros Calamares pero salía muy lejos del arco de forma arriesgada; de esa manera, a los 88,’ salió hasta casi la línea del área grande, no pudo contener el balón y el rebote le quedó a Ronaldo Martínez de frente al arco…gol Calamar -el paraguayo ensayó un innecesario baile de festejo cuando Platense debía reanudar rápido el juego para buscar la victoria-.

Llegó el final con un escaso descuento de 5′ cuando la visita se cansó de hacer tiempo. Quería detenerme un poco en el nobel técnico Calamar y su postura de no hablar de los arbitrajes. En este fútbol doméstico, hay muchos intereses en juego y esto conlleva arbitrajes dudosos que no se pueden pasar por alto porque el club se está jugando la categoría. La figura: Vázquez (8).