Enamorados del empate.
En el coloso de Rosario jugaron los Leprosos contra 
. En una cancha difícil, con un terreno muy afectado por las tormentas caídas se vio un partido bastante dinámico. El local, con la ausencia de su estratega Eber Banega volcó el juego por las bandas; en especial por la derecha con el tractor que juega de lateral.
Lo tuvo nuestro conocido Schor en dos oportunidades, pero desperdició el tiro final; también, hubo un cabezazo claro tras un centro desde la derecha del ataque que se fue apenas por arriba del travesaño. Por el lado de , se destacó su solidez defensiva. Pero es un equipo partido, con una notable anemia ofensiva, los laterales no se proyectaron, Hachen fue muy intermitente y nunca se hizo eje, Martínez tuvo un pésimo partido y Pellegrino fue muy voluntarioso pero su torpeza y lentitud le jugaron en contra -solo un tiro que se fue ancho por el poste derecho de Ramiro Macagno, un espectador de lujo-.
En el segundo tiempo la dupla Gómez – Orsi intentó adelantarse en el terreno sacando a Picco al medio y haciendo ingresar a los 55′ a Ocampo por el lagunero Hachen. A los 70′, ingresó Valdivia por Ronaldo y Marinelli por Rivero. Lo tuvo Ocampo de frente al arco, pero su tiro no llevó la necesaria potencia y Ramiro la sacó al córner. También Cozzani se lució al sacar magistralmente una pelota muy difícil al tiro de esquina.
Los dos se fueron conformando con el empate y el cero a cero les quedaba cómodo. A los 90′ otra vez el cambio incomprensible de Schelotto por Saborido, -¿cábala quizás?- y final del encuentro.
La dupla debe encontrar variantes en ataque ya que es muy pobre lo que genera en ofensiva; capaz sea algún jugador más explosivo que impida la cómoda salida de los laterales contrarios para sumarse al ataque.
La figura: Picco (6).
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