La columna del Calamar

Sin despeinarse.

En el hermoso estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero jugaron el domingo a la tarde contra el Ferroviario. Se vio un primer tiempo con un dominio territorial del local, con un replegado con un solo delantero, el paraguayo Ronaldo Martínez. Esa posesión del equipo del técnico colombiano no generaba peligro para la férrea defensa -solo se puede destacar un tiro desde la derecha del veterano Iván Pillud que pasó rozando el travesaño-. La visita tenía todo controlado, pero en ofensiva no lastimaba.

En el segundo tiempo, la dupla metió un cambio: ingresó la nueva incorporación de , el juvenil de Estudiantes de la Plata, Zapiola por Rivero y se paró unos metros más adelante; ya que el local, pese a tener el 75% de tenencia del balón, no lastimaba.

A los 6′ minutos se escapó Mainero por derecha y le cometen falta; el juego sigue, pero la defensa del local esperó que cobren la falta mientras Martínez continuó la jugada, la tiró larga ante la salida del arquero y con un ángulo cerrado convirtió la apertura del marcador.

A los 13′, volvió a convertir. Centro preciso sobre la derecha de Barros Schelotto y Sasha Marcich conectó de cabeza en el área chica convirtiendo el segundo. El local siguió manejando la pelota, pero prácticamente no hacía revolcar al debutante Sumavil, gracias a la firmeza de Picco y Vázquez en la marca.

Siguieron los cambios: ingresaron el debutante Lotti ( interesante jugador) por Martínez, Schor (no vi mejoras en su juego luego de su paso por Ñuls) por Mainero, Villalba (regresó luego de una lesión) por Juárez; y por último, Montenegro por Ocampo. Entre la impotencia del local y la comodidad de la visita con un dos a cero que parecía inamovible, llegó el final del encuentro.

Importante victoria ante un rival directo por el descenso, es sólido en defensa pero sigue generando casi nada en ofensiva, esperemos que las incorporaciones le den más fútbol en ataque. La figura: Picco (8).