La columna del Calamar

Derrota ajustada.

En el atardecer de Vicente López jugó contra el Fortín. Partido parejo, deslucido; con una situación clara para Ocampo, pero un defensor del equipo de Liniers la sacó sobre la línea. Sin embargo, a los 40′ sucede un hecho modal en el partido: se lesiona Picco (nuestro caudillo del mediocampo) y debe ingresar Villalba luego de una larga inactividad producto de una lesión. Ésto, resintió el funcionamiento de y a los 43′; la tomó Aquino, se desprendió de su marca y metió un precioso y preciso pase desde 40 metros a las espaldas de Marcich -que no siente la marca y todos los partidos es una invitación a atacarlo-, para Pizzini, que lo desbordó a Sasha con facilidad y tiró un centro atrás al punto penal donde Thiago Fernández definió con precisión.

El segundo tiempo fue todo de . A a los 15′, la dupla movió el banco (tarde para mi gusto): ingresaron Lotti y Pellegrino por Zapiola ( sigue en deuda) y Martínez (no lo hubiera sacado, quizás pescaba alguna en el área y empataba el partido). insistió, metió al equipo de la V azulada en su arco y estuvo cerca con un cabezazo de Pellegrino, otro de Lotti y un tiro mordido de Villalba en inmejorable posición.

Luego entraron Schor por Mainero -que había levantado su rendimiento, yo lo hubiese dejado sobretodo sabiendo que el pájaro Schor tiene un bajo nivel- y Baldasarra por Ocampo -hubiese puesto a Montenegro dado que es más explosivo-.

A los 45′, con jugado al ataque, quedó corto un pase atrás de Pellegrino dejándole servida la contra al visitante. La tomó Michael Santos, Juárez no lo pudo contener y nuestro verdugo (siempre nos hace goles este jugador) solo ante Cozzani definió al primer palo y fin de la historia.

La diferencia en un partido parejo estuvo en la calidad de algunos jugadores visitantes y la endeblez en la marca de nuestro lateral izquierdo. La figura: Juárez (8).