
Atlanta. La Voz del Hincha.
En las vísperas de la vuelta al colegio, aún tiene previa la definición. Sus delanteros siguen sin agarrar un libro y en el área rival sienten que están en penitencia. Cada número “9” que llega nos hace creer que el del año pasado era un Van Basten, un gordo Ronaldo o un Gómez Voglino, pero en realidad ninguno le ata los cordones ni a Pitilanga. Estos atacantes bohemios si fueran alumnos reprobarían hasta recreo.
Después de un primer tiempo en el que los dos equipos fueron bochados, en el complemento fue un alumno ejemplar, parecía el traga de la clase, pero a la hora de rendir el examen en el área vecina, como un diccionario trucho, no tuvo definición y por eso se fue del aula de Villa Crespo igualando 0 a 0 ante un All Boys que no leyó ni un apunte para promocionar el partido.
Por la tercera fecha de la zona A de la Primera Nacional, con un calorón pesado como poncho de mármol, en su sitio favorito recibía al Albo de Floresta, en un clásico moderno, aunque los dos ya tengan a su archienemigo de toda la vida. Ambos venían de quitarle la jeringa a la victoria e igualaron como un presagio de esta jornada 0 a 0 ante sus correspondientes rivales (el Bohemio en MDQ frente a Alvarado y el Blanquinegro en su casona ante Colegiales)
El primer tiempo fue una estafa como la criptomoneda Libra. Ninguno de los dos supo donde estaba el token, tenían problemas con la tecnología blockchain y confundían un bitcoin con un cospel. En el primer cuarto de hora dio la impresión que All Boys jugó ahí todo su patrimonio, presionando a un rival errático que no tenía un mango. Luego de ese ratito en el que el Bohemio pudo acomodar su billetera digital, emparejó el encuentro, pero le costaba hacerle un staking al arquero rival. En la última apuesta de los primeros 45 minutos casi gana una fortuna el dueño de casa, pero su número “9” Jonatan Bauman en la plataforma donde se concretan las operaciones falló como un novato, y la cotización de la primera mitad quedó en cero.
Para disputar la complementaria el DT de , Luis García, realizó un cambio que fue esencial para ese segundo acto. Ingresó Lucas Ambrogio, que empieza a golpear las puertas exigiendo presencia desde el minuto cero en el equipo de etiqueta. Su aparición con vida fue por Jorge Valdez Chamorro, que aún esta a año luz del que supo jugar en 2019 con la camiseta bohemia. Con esa variante, por suerte el míster se avivó y centralizó a Santiago Coronel y con su reubicación en el campo le dio un mejor vuelvo futbolístico al conjunto local. Dejó de viajar en el tenebroso y peligro servicio de Flybondi y se subió a un avión de línea de bandera. Fueron 30 minutos en los que el locatario generó un paquete de jugadas de peligro, pero entre el palo, la alergia de los delanteros con el gol y la ausencia de la diosa fortuna por Villa Crespo, hicieron que el anfitrión no pueda llevarse los 3 puntos ante un rival que aún tiene al arquero haciendo tiempo.
Desde estas humildes líneas fuimos muy críticos con el andar inseguro que mostró Caín Fara, hasta pedimos jugar con 12 para ponerle un custodio por si se mandaba algún moco. Pero ante All Boys fue la reencarnación de Beckenbauer(?) A lo Dario Barassi podríamos decir que fue sólido su desempeño en el terreno de juego. Voraz para anticipar a los rivales y con muy buen criterio para manipular la pelota. Seguramente fue la figura del match, junto a Rago, Coronel y Flores, los rescatados y destacados del fin de semana de . Mención de honor para el pibe que ingresó en la recta final del doparti, Dylan Argüello, lateral izquierdo de la reserva multicampeona el año pasado. Entró con el hambre del Chavo del 8, si le tiraban una torta de jamón se la devoraba con muchas ganas. Nunca se escondió en el barril y siempre fue para adelante, encima puso una asistencia que Érik Bodencer se ocupó de homenajear a la Bruja del 71 y así con su escoba espantó el gol de la victoria. Otra vez su actuación fue un espanto con todas las letras y confirmó que fue una mala praxis renovarle el préstamo.


El partido se disputó en el transpirado y desubicado horario de las 17, en el que Agremiados debería prohibir jugar en ese ministerio del tiempo, pero es un sindicato que hace rato se olvidó a quienes representa, es como la CGT que mira para otro lado mientras el Gobierno Nacional (y nada popular) le arruina la vida al asalariado. Fue una jornada con altísima temperatura, tan potente el lorca que hacía por el León Kolbowski que los vendedores de Coca le agregaron a los vasos de agua y gaseosa un protector solar factor 50 para que usen los hinchas bohemios en las gradas del estadio. En definitiva, hubo mucho sol y pocas nueces para el único equipo que quiso ganar el partido. Jugó el mejor segundo tiempo de lo que va del certamen, pero con la definición insolada no pasó del 0 ante un rival que nunca estuvo cerca de tocar el bombo.
está invicto en estas primeras tres fechas, sin que le hayan convertido goles y habiendo solo festejado en el estreno del torneo. El saldo negativo es la anemia ofensiva, el único tanto lo convirtió Tomás Rojas de cabeza. Es imperioso que los delanteros se enamoren del gol, que salgan de levante con la mayor emoción que tiene un partido de fútbol, que le manden fueguito a las publicaciones en las redes sociales, que la inviten a tomar una cerveza, que hagan match en esas aplicaciones de cita, que chamuyen, que regalen bombones, lo que sea con tal de conquistar al gol, porque de lo contrario será otro año de frustración. Ojalá que en la próxima jornada, cuando visitemos Sarandí, logremos el primer beso de los delanteros con el grito sagrado y podamos tener un Arsenal de ataques para consumar la primera victoria fuera de casa y así continuemos alimentando ese sueño que venimos anhelando hace 40 años.
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