Pasó el primer examen del nuevo DT Bohemio, Nicolás Diez, que además era su bautismo como entrenador principal. Atrás quedaban sus experiencias como asistente de Sampaoli y Beccacece, dos tipos que dirigen en modo “Violencia Rivas”. Si salís cuerdo después de trabajar con ellos dos, estás para laburar de taquito en el Borda o en el Moyano. Al menos en este partido de estreno no podemos decir que fue Sai Baba, pero se lo notó mucho más calmo que sus anteriores jefes.
El cuerpo técnico de Nicolás Diez quedó configurado con dos ayudantes de campo: Román Martínez y Francisco Berscé. Este último ya fue DT de Atlanta entre el 2017/2018 en la B Metro. Sus puntos altos fueron consolidar a varios pibes del club en Primera y meter al Bohemio entre los ocho mejores de la Copa Argentina, un torneo que por las últimas temporadas disputadas ya parece utópico poder jugarlo. Prefiero ignorar lo negativo de su ciclo, no sea cosa que se sigan mareando los jugadores por ubicarlos en distintos puestos de la cancha de un partido a otro. El cuerpo técnico también tiene dos preparados físicos. Uno del club: Óscar Molina. Y otro del DT: Emanuel Lillini. El entrenador de arqueros sigue siendo Miguel Montillo. Y el que maneja los VHS es Nicolás Canzonieri. Se que esta información del staff técnico desvive a los hinchas, es hiper importante. Si supiéramos el nombre del aguatero también lo escribiríamos. Prometemos consultar a nuestras fuentes para revelar su identidad a la brevedad.
Por la fecha 21 de la zona B de la Primera Nacional, Atlanta visitaba a Villa Dálmine, que era el colista de la tabla de posiciones. Se necesitaba atrapar la victoria para arrimarle el bochín al reducido y evitar coquetear con los puestos desubicados del fondo de la clasificación. La historia clínica de este partido no era alentadora para el elenco visitante. En Campana solo ganó dos veces en 13 presentaciones. En 1980 y 2014. El Violeta se impuso en ocho oportunidades en su Coliseo de Mitre y Puccini. Está claro que el ADN indica que nos tiene de hijo, pero atenti que Dálmine fue afiliado a la AFA en la década del 60 en parte por la fuerza que hizo León Kolbowski, que antes de ser un estadio fue el presidente más importante de la historia de Atlanta. Hasta fue declarado socio honorario por la institución de Campana. Al menos por la Memoria de Don León una vez no nos ganen. Hay que respetar el pasado para tener un mejor futuro (?)
Esta formación que presentó el Bohemio ante el Violeta fue histórica. No es que haya jugado una memorable figura del fútbol mundial, ni que aparezca un debutante que promete tener un gran futuro o porque jugó un exótico futbolista que viene de Indonesia o de Liberland. No los jodo, posta que existe, es una micronación, cualquier duda métanse en Google. Esta formación es histórica porque se trata de los primeros 11 titulares que presenta como entrenador Nicolás Diez en sus 46 años de vida. Como si fuera un cocinero, le puso su toque de autor a la nómina que salió al campo de juego en comparación con el anterior chef, Mauricio Giganti. En la cocina del arco siguió Sumavil. Las 4 hornallas del fondo fueron Camargo, Gelos, Fernández y Pinto, que fue la gran novedad, ya que allí jugaba Mosca.
Para el horno del medio lo ubicó a Bogado, a sus costados puso a la espátula de Dramisino y al magiclick de Galeano. Los abrelatas de la delantera fueron Becker y Ríos, otra de las nuevas recetas, ya que ahí venía a fuego lento Vedoya. El plato principal del área rival siguió siendo Mazzola. Hubo varios numeritos telefónicos pegados en la heladera de la táctica del equipo. Convivieron el 4-3-3, el 4-4-1-1 y el 4-5-1. Todavía no podemos hablar de un manjar, pero esta inauguración del restaurante Bohemio que vendió el fondo de comercio y cambió de firma, fue más suculento y mejor presentado su menú que el de los anteriores dueños.
El primer tiempo fue una fotocopia fiel del original. Si alguno no sabía que habían piantado a Giganti, podía pensar que estaba dirigiendo al Bohemio. Pero Mauricio ya es el pasado (no estoy hablando de política) Ahora hay que hacer honor y gratitud a una célebre frase del fútbol: La pelota siempre al Diez. Pero en los 45 minutos iniciales la pelota siempre fue al 7. El único que se destacaba en el conjunto visitante era Diego Becker. Sus escapadas por derecha eran una amenaza para la defensa de Campana.
Atlanta tenía la concesión del balón, pero era un negocio tan rentable como ponerse a vender trajes de baños en Bolivia. El Bohemio volvió a mostrar falta de profundidad en la zona de fuego. Villa Dálmine no era la octava maravilla, ni tampoco la décima quinta. Su primera situación peligrosa la construyó a los 35 minutos. Un cabezazo de su “10” encontró el caño izquierdo de Sumavil. Lo único que le faltaba al debutante DT era perder con un gol convertido por el Diez rival.
El primer tiempo ya se estaba despidiendo. Nada de saludo general, había empezado a darle un beso a cada uno de los invitados, cuando se presentó el desnivel inesperado. En tributo a María Elena Walsh, Atlanta hizo una jugada del reino del revés. Ya lo indicaban las estrofas de esa canción: Me dijeron que en el Reino del Revés, cabe un oso en una nuez.Que usan barbas y bigotes los bebés.Y que Mazzola hace jugadas de gran nivel.En la última maniobra de la etapa inicial se dio el reino del revés, ya que el “9” hizo la jugada y el “7” la definió. Mazzola armó un zafarrancho por la izquierda, dejó tecleando al defensor rival y se la sirvió en bandeja a Becker, que con el arco al alcance de la mano estampó el primer gol del partido. La jugada la armaron los dos tipos que más levantaron su nivel en el último tiempo en el elenco de Villa Crespo. Sus rendimientos fueron creciendo y hoy no los podés sacar ni aunque te lo exija Sergio Massa, el actual ministro de economía, candidato a presidente por el oficialismo y que desde el 3 de agosto de 2022 ocupa virtualmente el sillón de Rivadavia.
Para el segundo tiempo Nicolás Diez no tocó el equipo, mantuvo la misma lista de playlist, a pesar que no habían sonado las mejores canciones. Pero en el complemento se escucharon algunos buenos acordes en el equipo. Atlanta fue un bandoneón, se abría y se cerraba con mucha precisión, al compás de lo que la jugada pedía. El compositor rival no metió nunca un hitazo contra la discográfica de Sumavil, que para el relator del monopolio que tiene atrapadas las trasmisiones de streaming de esta categoría, lo llamaba Sumavili y en un par de oportunidades lo nombró como Sulemani. Más allá de la fonética, Atlanta jugó con firmeza toda la segunda mitad del match.
La primera variante que metió en su historia como DT Nicolás Diez fue la salida de Lucas Ríos, que fue Lucas “Laguna” en el partido. Su lugar lo ocupó el experimentado Pablo Mouche que si se enchufa, es un arroyo que tiene un gran caudal para darle al equipo. La otra ventana de cambios se dio por lesión. Salió con un golpe Mauro Bogado y entró Federico Marín. Desde aquí nos encomendamos a los dioses que hagan falta para implorar que lo del “5” Bohemio no sea nada. Es cierto, que en el primer tiempo perdió un par de bolas bobas, pero su presencia en el medio es necesaria como la luna a la noche. Es un jugador que suele eclipsar la mitad de cancha y comparándolo con sus competidores que tiene en el plantel, parece de otro planeta. No es un galáctico ni mucho menos, pero para este equipo es el “Capitan Kirk” de “Viaje a las estrellas”.
Atlanta ya había tenido un par de aproximaciones para engordar el resultado. Dos tiros de gracia de media distancia pudieron ser el detonante en el partido. Probaron por esa vía de comunicación con el segundo gol Camargo y Dramisino, y ambos disparos pasaron cerquita del arco rival. También, hubo una contra que podía anticipar la tempestad en el dueño de casa, pero Becker le pasó la pelota a Mouche con cierta imperfección y el panelista de TYC Sports no se pudo escapar a la cueva de Dálmine.
A 11 minutos del final llegó la liquidación del partido. La inició en campo enemigo la figura del encuentro, Diego Becker, que con vista de lince prolongó la exitosa jugada poniendo una bola filtrada a Dramisino, otro de los puntos altos en el Bohemio. Pasó de largo el defensor del Violeta, y Chucky dentro del área fue socialista habilitando a Mouche, que con el arco abierto de par en par empujó el balón para que la redonda bese la red y haga festejar a Dua Lipa. 2 a 0 en Campana para hacer sonar al colista del torneo. Delirio entre los futbolistas que pegaban una victoria hiper necesaria para estar en zona de acercamiento al Reducido.
La última ventanita del amor de los cambios de Nicolás Diez se dio ya pasado los 40 minutos del complemento. Afuera Becker y Galeano, ausente sin aviso en el Coliseo de Mitre y Puccini. Por lo visto, el lugar en el mundo que lo ubicó el flamante DT lo ahogó por completo. Jugar arriba, cerca del “9”, lo acotó demasiado. Los reemplazos del “7” y el “10” fueron Tomás Rojas y Nicolás Mosca. Dos defensores. El primero oficio de tal, el otro se agrupó en el medio. 5-4-1 fue el prefijo que utilizó Atlanta en los últimos minutos del pleito. Igual, no pasó ningún sobresalto. Dálmine lastimó lo mismo que un chasqui boom. Por supuesto que este triunfo 2 a 0 no es para tirar fuegos de artificio, pero una cañita al aire está permitida.
Muy bien Diez, felicitado. Con dos prácticas en el lomo (asumió el jueves) fue buena la actuación del equipo. No le sobró nada, pero el partido por lo general se jugó como quiso Atlanta. Fue protagonista y se defendió en las dosis justas. Le devolvió funciones de ataque a Dramisino, ya que con Giganti en el último tiempo era una pasta adhesiva del “5” de turno. Por supuesto que aún al equipo le falta imaginación en los últimos metros. Debe reubicar a Galeano para que no se licúe y darle un multiple choice de jugadores en ataque. Será clave de sol que pegue la vuelta Aguirre en la retaguardia y habrá que repensar al integrante por izquierda del trío de ataque. Lucas Ríos no convenció. Ya con la anterior gestión sus últimas prestaciones tampoco anduvieron. Es cierto que por el manual de estilo elegido, tenía responsabilidades más de volante que de delantero. Pero parece hasta aquí un jugador de entrenamientos y no tanto de partidos por los porotos. Igual es un purrete, que puede dar más soluciones entrando desde el banco que saliendo desde el vestuario.
Después de este triunfazo en rodeo ajeno, llegará el primer doparti de Nicolás Diez en Villa Crespo. Como no podía ser de otra manera se jugará en día lunes. Será el 17 de julio a las 21 horas, salvo que la tele disponga lo contrario, y lo esconda en un pedido de las fuerzas de seguridad. Enfrente estará uno de los mejores del torneo, Deportivo Maipú. Agradecemos que aún Enzo Pérez no se decidió a jugar en el equipo de sus amores(?) Algún mal pensado puede creer que si le ganamos al elenco mendocino le damos una mano al funebrero, eso dejémoselo a los que tienen mentalidad chiquita, nosotros debemos pensar en grande. Es momento de dejar de aprobar con 4 y empezar a sacarnos un Diez.
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