27 junio, 2025

Un lugar, todas las disciplinas

Pasen y vean el show

Philadelphia vs Kansas

Fútbol americano. Super Bowl 2025.

Hace unos años, movilizado por esa loca pasión de mirar todo juego donde haya una pelota de por medio sin importar el tamaño y las reglas, decidí sentarme a ver ese famoso evento que enloquece a millones de personas y que acá miramos despectivamente de reojo. No podía ser que en el país donde se inventaron tantos deportes, justo se fanaticen con uno que no valiera la pena. Me impresionaba la trascendencia que tenían las figuras, los contratos que firmaban, las publicidades que hacían y la diferencias que marcaban en términos de audiencia contra esa NBA que tanto admiramos.

Fue así que gracias a la ayuda de mi hijo Martin (otro fanático de los deportes no hace falta preguntar por qué) que supo explicarme las reglas, empecé a disfrutar de este juegazo. Aprendí a interpretar el liderazgo del QB quarterback, de que hay dos equipos en uno, el que ataca y el que defiende, de la importancia de los corredores, de los bloqueadores y de cómo cada uno se siente importante cumpliendo un rol. Los jefes de equipo con sus estrategias y cómo juegan un papel importante dentro de cada franquicia los managers (les recomiendo ver Draft Day, la película de Kevin Costner) dentro de esa monstruosa organización de DRAFT, Traspasos y Contratos similares a la NBA y a todos los deportes americanos tan profesionales.

El del domingo no era un Super Bowl más, el bicampeón se jugaba la posibilidad de lograr un tricampeonato inédito para una competición que tiene la particularidad de jugar playoffs y final a un solo partido, donde una mala jornada puede tirar por la borda todo un año. Ya se habían enfrentado ambos equipos hace dos años y los Chiefs se habían impuesto por escaso margen en un partidazo. Todo hacía suponer que sería un encuentro parejo, pero los Eagles marcaron diferencias de entrada. Maniataron a Patrick Mahomes, no lo dejaron jugar; y en contrapartida, Jalen Hurts dispuso de espacios para manejar a su equipo a voluntad. Ahí estuvo la clave, lograron una ventaja de 24-0 al llegar al entretiempo y solo aflojaron al final cuando ya estaba todo decidido.

Lo mejor de una gran final…

Para aquellos que se enteraron de este juego porque en Kansas jugaba el novio de Taylor Swift, decirles que no se la dejaron tocar al bueno de Travis Kelce. Philadelphia fue una fiesta, las Águilas pusieron a la ciudad en la cúspide del deporte americano y hay un nuevo campeón, que se tomó venganza.

Para los que aún no lo descubrieron, la invitación está hecha. El Super Bowl 60 los espera el año que viene. Es mucho más que el publicitado show del entretiempo. Es la pasión de multitudes americana. Pasen y vean, el espectáculo está garantizado …