1 – San Lorenzo 1
En una jornada, tarde-noche muy lluviosa; el Calamar recibía a un San Lorenzo que llegaba en iguales condiciones ya que los dos venían de sendos triunfos, lo que auguraba un buen encuentro. Vale remarcar lo hermoso que se ve el estadio ciudad de Vicente López, con iluminación, campo de
juego y tribunas en inmejorable estado por lo cual llena de orgullo a cualquier hincha que se precie de tal.
Platense, para este encuentro, tuvo un parado táctico de 1-4-4-2; repitiendo la fórmula y alineación del éxito contra Banfield. Ojeda en el arco (en una decisión del entrenador que relegó a De Olivera al banco) Shott, Acevedo, Cardozo, Infante ; en el medio Baldazarra, Lamberti, Gómez y Bertolo; y
los delanteros Mansilla y Tissera. Mientras la visita optó por una alineación de 1-3-4-3 con Torrico en el arco, Peruzzi, Donati, Zapata en el fondo, Herrera, Ortigoza, Rosane y Fernandez Mateu en la zona media y como delanteros el tridente Cerutti, Di Santo, “Uvita” Fernández.
Las posturas indicaban una apuesta del Ciclón por el balón y el Marrón por una recuperación en el medio y rápida transición. Ninguna de las dos posturas prevaleció por sobre otra, quizá Platense con un poco más de certeza en las contras hubiera generado más peligro del que pudo en este
primer tiempo. No obstante, esa presión en el medio tuvo su efecto y a los 2´un mal rechazo de Peruzzi casi lo capitaliza Tissera dentro del área.
Tuvimos que esperar hasta los 10´para la primera de San Lorenzo por medio de una pelota parada que ganó Zapata en el fondo, la volvieron a bajar y Ojeda atoró a Di Santo para mandarla al córner. Las más claras para ambos fueron dos mano a mano de Tissera que atajó Torrico y otra de Uvita
Fernández tras gran pase de Di Santo que tiró desviado ante la salida de Ojeda. El primer tiempo se fue sin mayores instancias de peligro, pero siempre dio la impresión que si Platense acertaba en la toma de decisión podía abrir el marcador, ya que cuando lograba quitar San Lorenzo quedaba defendiendo con poca gente detrás de la línea de la pelota.
An el segundo tiempo sin modificaciones, a los 3´un desborde por izquierda de Mansilla (de buen partido) termina con un remate de Gómez que tapa Torrico al córner. Pero a los 15´cuando el Calamar no había pasado ningún sobresalto, un resbalón de Cardozo termina en gol de Di Santo…. Sí, como contra Boca de un rechazo largo y de aparente fácil solución, la terminamos buscando en nuestro arco.
Eso no desordenó a Platense en ningún momento y esta vez rápidamente los cambios del entrenador hicieron efecto, a los 19′ ingresa Curuchet por Gómez y generó problemas para el fondo azulgrana. A los 21′, tras buena jugada de Bertolo, un centro envenenado de Curuchet que casi conecta Mansilla, y a los 22′, un remate del mismo delantero se transformó en el empate (complicidad de Torrico) que era lo más justo por lo mostrado hasta ese momento.
El partido perdió el control para ambos, pero en esta instancia Platense sacaba más rédito ya que Curuchet generaba mucho peligro por su sector sumándose como otro delantero y forzando el mano a mano. Montero se dio cuenta del inconveniente y rearmó una línea de cuatro que dio un
poco más de seguridad.
El final nos encontró con una paridad en el resultado, pero con signos de mejora y madurez en el juego. Esperamos sea el principio del equilibrio que está buscando el entrenador y que todos deseamos. Que así sea.
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