
Atlanta. La Voz del Hincha.
Tuvimos que sacar los jugadores de abajo del colchón para conseguir un triunfo histórico en la City mendocina. En un partido que se jugó cuidando el mango, buscando un empate que oficie de plazo fijo, la única vez que estuvimos frente a la caja conseguimos un cheque al portador más jugoso que las 500 mil rúculas verdes que le pagó la AFA a Platense. En un encuentro con muy poca actividad en la bolsa bursátil cuyana logramos traernos una victoria con mucha rentabilidad de la casa matriz de Deportivo Maipú. A le alcanzó invirtiendo en una sola jugada y tras un tiro de esquina, para vencer al Botellero por 1 a 0. Somos los únicos punteros de nuestra zona al cabo de la primera rueda y estamos esperanzados que esta vez podamos volver a cotizar nuestro gran nombre en el banco central del fútbol argentino.
Por la fecha 17 del campeonato que ejerce de guardaespaldas a la Liga Profesional, visitaba el siempre esquivo estadio Omar Higinio Sperdutti, que alberga los partidos que disputa de local el Club Deportivo Maipú. Cuenta la bibliografía de este duelo desigual, que jugamos tres veces en ese reducto y siempre perdimos. Además, como bonus track, protagonizamos otros cuatro dopartis en territorio propio y a penas pudimos rescatar dos empates. Los números eran sanguinarios previo a este cotejo ante el Botellero. Cinco derrotas y dos igualdades. Parecía que ni contratando a los Simuladores podíamos ganarle al elenco cuyano.
Para este duro compromiso teníamos algo a favor, era el pasado de nuestro entrenador. Luís García en 2023 fue DT de Deportivo Maipú, logrando una gran campaña en esa temporada que le permitió llegar a la final del reducido ante la bebida energizante de Riestra. Por ahí se alineaban los planetas y quien te dice se promulgaba una suerte de ley del ex. Para este choque de intereses no podían jugar dos futbolistas por suspensión. Valdez Chamorro tenía exceso de amarillismo y Fedele aún debía una fecha por la expulsión ante Güemes. Sus reemplazos fueron Fausto Montero y Nico Medina respectivamente. Pero el DT no solo metió mano en el equipo por obligación, sino también lo hizo por convicción (?) Rompió el doble “9” quitando del elenco titular a Echeverría e ingresando el melli Bisanz, que por momentos acompañó de muy cerquita a Bauman y en otros tramos del juego le cuidó las espaldas al ya mencionado centrodelantero con apellido similar al superhéroe de Ciudad Gótica.
El primer tiempo fue parejo y de trámite medio pobretón, como el sueldo que perciben los médicos residentes del hospital Garrahan. Parece mentira que la semana pasada hubo pseudos comunicadores más preocupados de cuánto salía la docena de empanadas en lugar de cuánto ganaba un profesional de la salud. Nuevamente el gobierno “Garca and Pop” que tenemos miró para otro lado y ante un reclamo abrió el paquete de ñoquis que tiene guardado en la lacena para cuestionar y ensuciar a los que marchan por mejoras salariales. Prefiero evitar referirme a Diego Spanuglo, un funcionario que me da asco pagarle el sueldo con nuestros impuestos. Encima, el excelentísimo presidente de la Nación se peleó a través de las redes con un chico con autismo considerándolo “Kuka”. Pensé que nunca iba a poder superar “El peluca” su discusión, también en la ex tinta cuenta Twitter, cuando en la Navidad de 2023 se enojó con el actor Hugo Arana que había fallecido en el 2020. Pero este tipo se pasa, cada día puede ser peor. En cualquier momento invita a desafiar a boxear en el Luna Park a Monzón o a Bonavena.
Perdón, me fui por las ramas, es que hay temas que hieren mis venas. Volvamos a lo que realmente nos importa, que es en su excursión a Mendoza. En aquel primer tiempo el fútbol no fluyó por ningún lado del mostrador. Pero el dueño de casa fue un toque mejor. Sobre todo, con la salida por lesión de Ferracuti, su repuesto Nicolás Tolosa naufragó en un mar de dudas, se nos ahogó en la orilla y el rival con poco buscó su muelle para atacarnos. En el epílogo de esos 45 minutos iniciales nos generaron un par de jugadas de peligro con sendos remates de media distancia que la sacamos barata. Quedamos en deuda en la primera parte y demostrando que el empate era el primer objetivo que vinimos a buscar a la provincia del buen vino.
Para la complementaria el míster ordenó una variante, y miren que había nombres para dejar el campo, pero pocos apostarían que fuera ese hombre el que deje su status social de titular en el elenco de Villa Crespo. Montero, Bisanz y Bauman eran candidatos de fierro a abandonar la sesión, eran fusibles fáciles y necesarios de quitar en un equipo que no tuvo corriente de fútbol (casi) en ningún momento del juego. Por eso sorprendió que salga Ambrogio, que es verdad que carreteó más de lo que voló, pero retirarlo antes de un arranque de segundo tiempo llama la atención como Susana Giménez en el Metrobús. Con la salida del “10” de Atlanta entró Santiago Coronel, que con su cansino ritmo fue pidiendo la pelota y convirtiéndose en el mango de la sartén que fríe los huevos. No quiero decir que el equipo se parecía a un huevo frito, es solo una metáfora alejadísima de la realidad.
Sin ver mejoras superlativas, García optó por resucitar el “doble 9” y antes de los 20 minutos mandó a la cancha a Marcos Echeverría, quien ingresó por un apagadísimo melli Bisanz, que da la impresión que rinde más viniendo desde el banco que apareciendo en la selfie del conjunto titular. Parecía una modificación osada por el entrenador, pero tenía lógica. El tema que esa valentía que pintaba la variante en cuestión quedó mutilada con la otra modificación. Para la última ventana reglamentaria de cambios que contaba el Bohemio, todo lo arriesgado por el profesor quedó pisoteado por completo. Ya que a diez minutos del final Leonardo Flores, un administrativo lateral derecho, reemplazó al otro “9”, Jonatan Bauman. De paso cañazo el DT aprovechó para introducir el último tirito que le quedaba de variantes en la recámara y el pibito Cristian Cuenca entró por otro purrete como Nico Medina. A esa altura de los acontecimientos el empate parecía más negocio que ponerse un parripollo en la década del 90. Pero en escasos minutos todo cambiaría, y en el videoclub de nuestro barrio encontraríamos el vhs con la película ganadora. Si no me creen, ya los llamo de un teléfono público para contárselos y lo festejamos todos juntos en algún juego del Italpark.
Se lo ganamos con un banco. Es que a cinco minutos del cierre del match se orquestó la jugada sensible entre dos futbolistas que fueron moneda de cambio. La pelota quieta emula a una tarjeta de crédito, si la sabes usar te da buenos resultados. Desde un tiro de esquina llegó la tranquilidad financiera que necesitábamos. Ejecutó el corner el oficial de cuenta que mejor le pega a la bola en nuestra institución, Santiago “El Topo” Coronel. El esférico cayó en el medio del área comercial y ahí apareció un cabezazo letal de Echeverría, para logar el clearing en y vencer al Botellero con el pago mínimo del resumen del encuentro. Hubo alboroto por toda la City porteña de Villa Crespo y sus coquetos alrededores. Por más que Lucho García quiso poner un camión blindado para jugar los últimos minutos, por primera vez pudimos ganarle a Maipú en su casa central de Mendoza. De esta manera, culminamos la primera rueda como exclusivos punteros del torneo. Traigan muchas cajas fuertes que en algún lugar hay que guardar la ilusión que condena al hincha Bohemio, es que hace cuatro décadas estamos esperando poder regresar a la cream de la cream del fútbol argentino. Ojalá que esta vez no aparezca ninguna pandemia y que en la segunda parte del año todos terminemos festejando.
Otra actuación con resaltador de “Pancho” Rago. El cancerbero Bohemio fue vital y móvil para bancar el cero en su portería. Además, en 17 partidos consiguió tener la valla invicta en 11 juegos. Una bestialidad. También, hay que rescatar al triángulo que tenemos diagramado en el fondo. Fara – Rojas y Previtali contienen más que un psicólogo. Si hablamos de la defensa, no podemos quitar del altar a “Pocho” Gómez, en silencio se ganó el puesto de “4” y ni con una orden judicial lo quitan de acá. Mejor no hagamos foco en la justicia, pobre Diego Armando, ni después de que fue velado puede descansar en paz. Ya lo dijo “Pelusa”: “Me utilizan en vida y encontrarán el modo de hacerlo estando muerto”. Siempre Maradona tiene razón, y aunque esa falsa jueza de apellido de computadora, Julieta Markintach, quiso ser famosa en lugar de ser reconocida, no podrá manchar la memoria de Diego, por más que otra vez le quisieron cortar las piernas.


Volvamos a lo nuestro, que es puntero en su zona. Quien te ha visto y quien te ve querido Bohemio liderando el pelotón de 18 equipos al término de la primera rueda. Ahora llega un pequeño receso, en 15 días volverá la actividad cuando visitemos a Deportivo Madryn. Ojalá lleguen algunos refuerzos, pero que sean refuerzos, nada de incorporaciones. Necesitamos mejorar y no decorar el plantel profesional. Humildemente creo que nos falta otro “9” para que se sume a la sagrada familia de Bauman y Echeverría, así también deportamos a Bodencer y que vuelva a Boca. Por ahí le gusta a Román y si tiene al día la visa lo llevan al Mundial de clubes. Además, nos estaría faltando un extremo derecho que compita y si puede le quite el puesto a Fedele. Tal vez, habría que sumar un volante zurdo más, porque Coronel tiene momentos que es un general y en otros un soldadito de plomo. Viendo el nivel de Tolosa, si podemos tirarnos un tirito por un “3” no me ofendo en lo más mínimo. La semana pasada Luís García en declaraciones en el canal de streaming de AFA Estudio Ascenso le indicó al colega Nicolas Grassino, que hay varios jugadores que quieren venir a Atlanta. Bienvenidos sean, no pretendemos que llegue Cristiano Ronaldo ni Khvicha Kvaratskhelia. El primero porque es caro y arrogante, y el segundo es impronunciable. Pero si uno baja las pretensiones y el otro permite que lo llamemos “Pepe” por ahí le hacemos un lugar en el glorioso club de Villa Crespo.
More Stories
La Delio Valdez Chamorro
Campeones
El mata gigantes a la final