Superliga: ¿realidad o presión por más dinero?

Doce de los mejores clubes hicieron un anuncio que amenaza con cambiar el fútbol europeo.

Sin la UEFA y FIFA de por medio, los equipos de la Premier League (Liverpool, Chelsea, Arsenal, Manchester United, Manchester City y Tottenham); Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, de La Liga; e Inter, Milan y Juventus desde la Serie A anunciaron la creación de la Superliga europea -Bayern Munich y PSG serían los grandes ausentes-. 

A este lanzamiento, la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol aseguró que “Seguiremos unidos en nuestros esfuerzos para detener este cínico proyecto, un proyecto que se fundamenta en el interés propio de unos pocos clubes en un momento en el que la sociedad necesita más que nunca la solidaridad”.

Los doce mencionados comunicaron que tienen “como objetivo mejorar la calidad y la intensidad de las competiciones europeas existentes -la UEFA piensa subir a 36 los participantes de Champions- y, en particular, crear un torneo en el que los mejores clubes y jugadores puedan competir entre ellos de manera más frecuente”. Aquí es donde aparece el dinero. Los pagos de solidaridad serán mayores que los actualmente generados por el sistema europeo de competición y se prevé que superen los 10 000 millones de euros a lo largo del periodo de compromiso de los clubes -más dinero entre menos clubes-

El formato posible sería con veinte clubes por año -los doce más otros tres invitados (se mencionan a Bayern Munich, Borussia Dortmund y PSG) y cinco equipos que se clasificarán por rendimiento-. Divididos en dos zonas de diez jugarán todos contra todos en formato ida y vuelta y luego clasificarían -resta definirlo- los primeros tres o cuatro de cada grupo (de ser tres, cuarto y quinto jugarían un play off) para jugar los cuartos de final, semifinal y final.

La FIFA ya avisó hace meses que “no sería reconocida ni por FIFA ni por las confederaciones. En consecuencia, ningún club o jugador que participe en Superliga podrá participar en ninguna competición internacional”. Y ahora, ante el anuncio de la Superliga, emitió un comunicado donde afirma que “cualquier competición de fútbol, ya sea nacional, regional o mundial, debería reflejar siempre los principios fundamentales de solidaridad, inclusión, integridad y redistribución financiera equitativa que pueda contribuir al desarrollo del fútbol como deporte, especialmente a nivel mundial, ya que el desarrollo del fútbol mundial es la misión principal”.

Se lanzó la Superliga. Veremos si es una realidad o si la aparición de mayor reparto de dinero -como sucedió años atrás en Sudamérica ante una idea similar- desactiva este proyecto.