22 diciembre, 2024

Un lugar, todas las disciplinas

Toda historia se repite

Vélez 2 Huracán 0

Vélez Sarsfield.

Finalmente se dio lo que el pueblo fortinero quería y lo que el plantel de merecía. es campeón del fútbol argentino tras más de 10 años de miserias y malos momentos y lo es con total justicia habiendo sido el mejor equipo del país sin discusiones durante todo el año. Poco importan las dos finales perdidas, ya que ahora pasan a ser parte del camino que transitó este equipo hacia su título de liga número 11 y su estrella 17.

La labor del equipo a lo largo del año ha sido excelsa, desde aquella goleada en el Monumental cuando parecía que Quinteros no daba pie con bola y que el plantel no lo entendía. Todo cambió al siguiente partido, cuando Aquino en el tercer minuto de descuento puso arriba a contra Gimnasia, en una noche pasada por agua y dramatismo. Aquella jornada selló su suerte, forjando la gloria en base a la hermandad dentro de la cancha y también afuera, no solo entre el plantel sino también entre las famosas cuatro patas: plantel, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas.

Mérito total para la nueva dirigencia conducida por Berlanga, que matizó algunos pocos errores entre varios aciertos. La contratación de un DT desconocido en el medio local es el principal de ellos. apostó por Quinteros y el DT pagó con creces: el objetivo inicial era entrar a la Sudamericana y mejorar en los promedios y culmina como campeón y mejor equipo del país.

El fútbol como siempre difícil de predecir, coqueteó con el descenso en el 2023 como nunca antes. Estuvo en puestos de descenso a siete fechas de culminar el torneo, con una dirigencia que dejó al club huérfano. Cuando nadie daba la cara, apareció el Gallego Méndez para levantar a un plantel muerto anímicamente y Liniers vio la luz aquella tarde de diciembre de 2023. Aquella luz al final del túnel hoy ya no es haz, sino el sol entero iluminando las sonrisas de fortineros de todas las edades. Algunos han visto todos los títulos del club y otros tuvieron su bautismo anoche. Todos saben de la importancia de esta
estrella, necesitaba volver a ser tras tantos años de penurias y le bastó con un año de orden y buena conducción para alcanzar el objetivo más buscado.

Saldado el debate con Huracán, que tuvo un papel indigno en Liniers -podes jugar mal, pero lo del Globo fue más que eso. Fue un papelón y no quisiera estar en el cuerpo de un Quemero en estos días-. Kudelka salió a hacer tiempo y tirarle pelotazos a Wanchope; y salió a comerse a su rival ante 50 mil almas que coparon las tribunas del Amalfitani. No la vieron venir.

Es difícil que un jugador no se motive cuando el estadio estalla de gente como el domingo pasado. Pero además de estar explotado, la gente de nunca cesó en su aliento, desde que el equipo salió a calentar hasta el final del partido. Ese contagio era lo que añoraba antes del partido y por suerte se dio. Cuando jugas con tanto apoyo el cansancio se siente menos y el rival se achica. impuso condiciones como la historia manda y se acabó el debate con ellos. Dejen su resentimiento de lado Quemeros, la historia continúa.

Difícil destacar a un jugador como el mejor en este equipo. demostró un gran nivel mezclando la juventud de las mejores inferiores del país con la veteranía de jugadores comprometidos, tanto con el club como con el fútbol en general. De todas maneras y en términos generales, dos jugadores se destacan siendo ellos los baluartes del equipo. Claudio Aquino y Valentín Gómez, representantes uno de los veteranos y otro de los jóvenes, describen a la perfección lo que es este equipo. Talento, potrero, garra y sobre todo compromiso con . El hincha les devolverá por siempre el cariño.

No quiero dejar de realzar la resiliencia que tiene este plantel. Se levanta de golpes
continuamente y pareciera que cada vez que lo hace, se vuelve mejor. Es el ADN de este
equipo y lo lleva en todos sus jugadores. Por caso, Damián Fernández inmortalizó su
nombre en la memoria fortinera poniendo el 2-0 contra Huracán. Damián, el mismo que fue
expulsado en partidos definitorios antes y que fue tan criticado por el hincha virtual, nunca
por el hincha de cancha. Pero tal el caso de Damián, aplica a Aquino, quien sinceró que
ahora es un auténtico profesional y que tuvo que superarse para ser el futbolista que es
hoy. Aplica a Valentín, que hizo como si nada pasara luego de caerse su pase a mediados
de años y terminó siendo figura y campeón con el club que es su casa. Aplica a Braian y a
Pizzini, continuos luchadores. A Ordoñez o Bouzat, jugadores que se reinventaron o
supieron reponerse a malos momentos en el club.

Este plantel de aparece en los peores momentos y eso es un premio al coraje de un plantel que sabe lo que quiere. Poco importa la Copa que se juega en Santiago contra Estudiantes. El plantel va a tener descanso hasta el miércoles y llegará en dudosas condiciones al enfrentamiento. Estudiantes tiene todo para volver a repetir la historia e imponerse a el sábado, pero los hinchas veremos este partido con la tranquilidad del objetivo cumplido.

Ojalá nos llevemos una sorpresa y se pueda vengar del Pincha. Disfrutemos por un tiempo de esta alegría que tanto nos merecemos los hinchas. Hemos comido mierda durante estos doce años, incontable cantidad de derrotas bochornosas, como la peor goleada en contra en el Amalfitani, la sensación de estar solos por una dirigencia que se bajó del barco un año antes de culminar mandato; dejando a a la
deriva. El “descenso institucional”.

Hechos que no merece y no lo digo por ser hincha, es un club gigante, con una masa societaria abismal y con todo el oeste a su merced para seguir creciendo hasta el fin de los tiempos. Tenes que hacer muy mal las cosas para poner a en situación de descenso, pero así como jamás olvidaremos a Aquino o Valentín Gómez, tampoco debemos olvidar qué fue lo que nos llevó a esa situación.

este año demostró que con orden y trabajo puede proponerse todo; y como dijo Bianchi a mediados de año, “toda historia se repite”. Porque no soñar con otro año de éxitos, cuando encima la final de la Libertadores se jugará en el Morumbí. Por qué no soñar, no. Vamos !!