¡¡¡Qué alegría!!! Con los pibes de la cantera, esos que se forman en el predio de Villa Celina, Atlanta atrapó una tremenda victoria en Adrogué y batió 2 a 1 al Borwn de Pablo Vicó. Se necesitaban estos 3 puntos con urgencia, ya que la parca del descenso asomaba la saviola. Con una buena actuación del equipo se pudo dar vuelta la chapa del resultado y así el hincha bohemio consiguió un poco de alivio. Gran triunfo ante “El Tricolor”, justo que en la próxima fecha se viene el clásico contra el ex vecino que también tiene ese mismo apodo. Yo por las dudas me voy pidiendo una cassata.
Por la fecha 27 del larguero torneo de la Primera Nacional Atlanta visitaba Adrogué para enfrentarse al Brown de esa ciudad, con la particularidad que era la primera vez que se medían en esta categoría, ya que los pocos años que convivieron en la segunda división del fútbol argentino siempre estuvieron en zonas separadas. Los últimos antecedentes en ese estadio, el Lorenzo Arandilla, no eran alentadores para el Bohemio, un reducto que se puso hevy rejodido. Es cierto que en la memoria colectiva estaba aquel triunfo sobre la hora en tiempos en los que se luchaba para evitar el descenso a la C. Gol de Juan Marcelo González para que el elenco de Pasini tenga en esa victoria la piedra fundacional de la salvación. Para cerrar con el baúl de los recuerdos no podemos pasar por alto la remontada épica en ese estadio, cuando en 2010 Brown ganaba 2 a 0, Atlanta lo pudo igualar pero en tiempo cumplido volvió a ponerse al frente el dueño de casa. Increíblemente en el descuento Andrés Soriano, que marcó ese día un hattrick, y Óscar Acuña dieron vuelta un partido heroico para ganarlo 4 a 3. Pero ahora la historieta es diferente, había que sumar para mantener los honores en la categoría telonero de la Liga profesional.
Con la vuelta a las pistas luego de la fecha de suspensión de Rodrigo Colombo, sin Fabricio Pedrozo por acumulación de amarillismo y con Galeano lesionado y rezando para que llegue al clásico, Giganti armó este cuadro, que fue una pinturita para quitarle todo el color al Brown de Viccó. En el arco estuvo la brocha gorda de Francisco Rago. Los pinceles del fondo los manejaron Matias Molina, Alán Pérez, Rodrigo Colombo y Martín García. En las paletas del mediocampo estuvieron Alejo Dramisino y Federico Marín, quienes se repartieron el centro. A la derecha jugó directo de Celina Nicolás Medina, a la izquierda se posicionó otro que salió de las fuerzas básicas bohemias como Juan Bisanz y en el medio de ellos dos convivió Evelio Cardozo. Esta vez de “9”, un puesto que no tiene ninguna musa inspiradora, le tocó posar ahí a Matías Donato. Como ante Defensores de Belgrano se repitió el mismo número de teléfono: 4-2-3-1. Esta vez hubo comunicación con la operadora, no hubo entrecortes y la llamada fue exitosa.
El conjunto bohemio jugó un buen primer tiempo en Adrogué. Por el contexto del rival que estaba enfrente, por arrancar el doparti perdiendo, sumado a las ediciones limitadas que ofrece el juego de los mediocampistas y coronado por un tremendo penal no sancionado, Atlanta redondeó una buena etapa inicial. Es cierto que el fútbol avisa como lo hace el cuerpo cuando hay problemas de salud, al toque de iniciado el encuentro ya había tenido el delantero de Brown, Mateo Acosta, un cabezazo para aventajar al dueño de casa, pero Rago en una atajada emulando al hombre elástico lo evitó. Pero el que avisa no traiciona y a la segunda que se le presentó al conjunto de Vicó no falló y pasó al frente. Iban 15 minutos de juego cuando desde un lateral en ataque se empezó a gestar el tanto de Brown. De los creadores de “funcionarios que no funcionan” llega a todas las salas cinematográficas del país un nuevo éxito: Defensores que no defienden. El elenco visitante tuvo en sus jugadores menos marca que la ropa de la Salada. En esa maniobra el primer pecado capital fue que Dramisino dejó que manden el centro, y el ya mencionado Acosta cabeceó con todas las facilidades de pago. Alán Pérez que era quien lo marcaba le aceptó cualquier billete, le dio uno de 2 pesos, otro de 1000 australes y ni bien marcó el primer gol del cotejo le alcanzó al vice capitán bohemio un cheque volador que muy gustoso tomó el defensor con apellido de ratón.
A los 24 minutos de la primera etapa Atlanta pudo llegar a la parda. Le cometieron un penal justo en la línea del área a Cardozo y el referí Pafundi no le quedó otra que cobrarlo. Donato lo cocinó al experimentado arquero del “Tricolor”, Horacio Ramírez, y con un remate al palo derecho bien ajustado como la realidad del país estampó el empate parcial. Que pudo haber tenido replay cuando en ese mismo primer tiempo no le dieron otro penal aún más claro por una tremenda infracción sobre Cardozo, que el defensor del “Tricolor” le dejó los botines clavados en el tobillo, era un penal tan grande que hasta Andrea Bocelli lo cobraba. No sólo debieron rajar al back central por ese autógrafo que le propinó a Evelio, también le debieron haber abierto una causa judicial. Pero Atlanta yendo de menor a mayor disputó un correctísimo primer tiempo.
Para el complemento, como era superlógico de sospechar, Giganti no iba a realizar cambios, el equipo había terminado bien la parte inicial, solo cuestiones físicas podían obligar a un service para disputar los últimos 45 minutos. Cuando aún el segundo tiempo estaba en pañales llegó el gol de uno de los bebés del club, Juan Bisanz, el mellizo, que a los 2 minutos desniveló el resultado del partido para toda la cosecha. Donato comenzó la gesta patria. Habilitó a la derecha al otro purrete, Nicolás Medina, que con la frialdad de un veterano llevó el balón con autoridad y soltó el esférico al segundo palo asistiendo al melli, que sin dudar definió para dar vuelta la página del resultado. Delirio en Villa Crespo y sus coquetos alrededores. Por fin un gol de jugada, de una maniobra bien aceitada, de esas que están armadas hasta los dientes, en la que participaban varios actores para concretar el gol. Así, con esa precisión de relojero Atlanta pasó al frente en el marcador y nunca más lo abandonó.
Para bancar a la doctrina del aguante Giganti movió el banco y quitó a Evelio Cardozo, de muy buen partido, para que ingrese Maxi González. Afuera un volante ofensivo y adentro uno más defensivo, de corte y confección. Dramisino pasó al frente, jugó de Cardozo y el recién ingresado más Marín fueron la aduana del medio. A la resistencia de proteger la victoria se apostó un pleno al contragolpe, pero le faltó imaginación y mejores decisiones a la hora de los confites en cada replica al galope que tuvo el equipo visitante. Las otras variantes fueron la salida que se pedía a grito pelado de Bisanz, ya que tenía 4 amarillas y con una más que le mostrarán quedaba arafue del derby, por eso fue reemplazado por Marcioni. Y en esa ventanita del amor de los cambios mandaron a la cancha a Gonzalo Berterame por el superpibe Nicolás Medina. Las últimas modificaciones se dieron ya en la adultez del partido cuando Klusener reemplazó a Donato, que jugó el mejor partido desde que está en el Bohemio, y reapareció el venezolano Saggiomo por Dramisino, de los mejores de la cancha. Más allá de algunas aproximaciones tímidas de Brown el triunfo nunca se puso en tela de juicio. Se jugó como quiso Atlanta, puso las bases y condiciones para ganar este juego.
Triunfo con “VaCelina” el que consiguió el elenco de Giganti. Los pibes formados en el Bohemio la rompieron toda, fueron los estandartes de la victoria en Adrogué. Dramisino fue el MVP del partido. Empujó con su ímpetu, acaparó cuanta pelota pasara por su radar, administró el elemento con criterio. Sacrificio y rock anda roll para Alejo, el Chuky, el mejor del partido. Bisanz jugando a perfil incómodo fue fundamental también en la victoria. Cuando se enchufaba a 220 no lo paraba ni una orden judicial. Se mostró siempre como descarga y marcó el gol de la victoria. El otro chico del club jugó un montón. Nicolás Medina, extremo por derecha, la dejó chiquita en su sector. Artífice esencial en el tanto del triunfo. Cada arranque en su costado era explosivo, determinante. Tiene futuro y ya es un recurso para este presente.
Como ya mencionamos en la parte de arriba, Atlanta en la próxima jornada enfrentará al archirival de toda la vida, a ese ex vecino que se terminó escapando de Villa Crespo. Será el próximo lunes 8 de agosto en el horario nocturno de las 21.10. Ojalá que lo logrado en Adrogué también se repita en el Gran León, para que por fin el hincha bohemio tenga una alegría, de esas que suceden con la frecuencia que llega un cometa a la tierra. Esperemos que los astronautas de Giganti se pongan el traje y al funebrero lo sacan a pasear en la nave espacial para que la victoria quede definitivamente en nuestro planeta.
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