12 julio, 2025

Un lugar, todas las disciplinas

Triunfo For Ever

Atlanta

¡Qué actuación metiste Bohemio! De las mejores que se recuerden en el año. De galera y bastón barrió a Chaco For Ever para aferrarse a la ilusión remota de jugar la Copa Argentina en el 2023. Con goles dignos para ser postulados en los Premios Puskas, con un nivel vip en el juego y superando al rival de principio a fin, dio gusto ver al elenco de Giganti. Teniendo en que cuenta que a la AFA le gusta cambiar las reglas sobre la marcha, no estaría mal que estire algunas fechas más el torneo de la Primera Nacional.

Cuarta victoria al hilo de Atlanta, por primera vez en el año se logra tamaña marca, y el rival no era parte del decorado del torneo, es uno de los 12 miembros que jugará el reducido por el segundo ascenso a la A. Es cierto que si la levantada arrancaba un par de fechas antes las chances de jugar por volver a Primera no eran tan lejanas. Ahora, queda el premio consuelo de ingresar al cuadro principal de la Copa Argentina, para lo que se necesita seguir por esta senda de triunfos y contratar a Adrián Paenza para saber qué combinación de resultados ajenos lo meten en dicho torneo. 

Por la fecha 35 de la infatigable Primera Nacional Atlanta recibió en su beneplácito estadio de Villa Crespo a Chaco For Ever. Con las gradas tapizadas a full de color azul y amarillo batió al elenco chaqueño por un contundente 3 a 1, aunque el resultado pudo haber sido más abultado, falló a la hora de los bifes, en algunas jugadas de gol fue vegano. Si no estuviera la disputada de la Copa Argentina este dato tendría menos valor que un billete de 10 Pesos. Aún quedan dos finales para intentar terminar entre los 15 primeros de la tabla de posiciones.

Para este duelo contra el equipo del “Chango” Cabrero Giganti ordenó estos 11 apellidos: bajo los tres palos estuvo como (casi) siempre Rago. En el fondo de inversiones de la defensa jugaron Molina, Pérez, Colombo y Perinciolo. Se repartieron los mandos medios del campo de juego Dramisino y González. En el trinomio del ataque se incrustó por derecha Ríos, en la izquierda se instaló Marcioni y suelto se movió Cardozo. Adelante de este trío se fijó el tío Klusener. 4-2-3-1 fue el dibujo táctico que se retrató por el León Kolbowski.

El primer tiempo que jugó Atlanta podría exhibirse en el museo de Bellas Artes. El gol fue como un cuadro de Picasso, el juego del equipo derrochó imágenes de la Gioconda y el público bohemio se sintió que estaba en el Teatro Colón disfrutando una Ópera. Daniel Barenboim fue Evelio Cardozo. Lucas Ríos facturó un tanto con los movimientos de Eleonora Cassano y el resto del elenco estable de Giganti pintó 45 minutos al óleo. Con una actuación así el próximo partido debería jugarlo Marta Minujín.

Al toque de iniciado el doparti ya el conjunto de Giganti había mostrado una prueba piloto de lo que iba a hacer en el campo de juego, ubicando un cabezazo de Evelio Cardozo desde afuera del área que pasaba cerca de la portería rival. De todos modos, aún faltaban unos escasos minutos para presenciar una obra de arte, la que se concretó al minuto 13, un número que ni a palos fue la desgracia, más bien todo lo contrario.

La jugada memorable la inició Franco Perinciolo sacándose un par de piernas rivales de encima como quien quita el polvillo de los libros. Se vistió del “Negro” Enrique en México 86 cuando prolongó la maniobra exitosa al cederle el elemento a Lucas Ríos que haría una jugada “Messiánica”. El Súper Pibe fue dejando futbolistas de Chaco For Ever en el camino con la gambeta de aliado, en total se quitó 5 muñecos de encima para internarse en El Parque Nacional El Impenetrable del área rival, sin importarle que en el medio le tironearon de la camiseta, que por la jugada que estaba gestando la pilcha que tenía puesta parecía un traje de Versace. Ya dentro de la hoguera chaqueña concretó su bautismo en las redes de la Primera División rematando al ángulo izquierdo de la meta, una definición premiun, un golón con todas las letras, robado de un cuento de hadas madrinas. Delirio total en el Gran León que veían un tremendo golazo y facturado por una de las criaturas de Villa Celina.

En esos 45 minutos iniciales el elenco dueño de casa fue superior de principio a fin, no se unió al grupo de WhatsApp de los conformistas, siguió estando en línea con las jugadas de ataque. Marcioni, Colombo, Maxi González y Klusener tuvieron sus chances de ampliar el resultado que por lo que se vio en la primera mitad terminó siendo cortina. Ni bien pitó el final el referí Sebastián Bresba, que era una fotocopia a color de Germán Delfino, el público bohemio aplaudió la producción de un equipo que había jugado el mejor primer tiempo del año.

Como era superlógico de imaginar para el segundo tiempo Giganti no preparó ningún cambio, hubiera manchado el legajo ejemplar del elenco que disputó la etapa inicial. Es cierto que el arranque del complemento no parecía estar a tono con lo orquestado en los 45 minutos iniciales, no estaba la misma fluidez de pases, el rival dejó la modorra del primer tiempo y se adelantó en el campo, a pesar de todos esos elementos que podían conspirar en contra de Atlanta, las buenas noticias siguieron desfilando por la pasarela de Villa Crespo. 

A los 8 minutos del complemento se produjo la segunda detonación del partido. Después de un remate de Julián Marcioni que envió al tiro de esquina el arquero rival, Joaquín Mattalia, llegó el tanto de Rodrigo Colombo, que por segundo doparti consecutivo mojó con la casaca de Atlanta, anotando nuevamente con la gamba. Le puso la pierna al centro en cuestión y estampó el segundo gol para felicidad del pueblo bohemio. Tres minutos más tarde llegaría la obra arquitectónica más impresionante de los últimos tiempos, mas que el premio Puskas podría ganar el Pulitzer. 

Corría el minuto 11 de la etapa final cuando Chaco For Ever se empeñó en cometer errores de todos los colores en la última línea. Entre los defensores y el arquero dejaban la pelota más viva que un sicario haciendo huelga. Fue ahí que entró en escena Evelio Cardozo marcando un gol de antología, una definición descomunal, de colección. Agarró la pelota fuera del área y vio que el arquero estaba en otra, lo que vendría luego de eso sería pornográfico. Colgó el balón en el ángulo izquierdo para fabricar un gol de otra galaxia, digno de un cuadro de Miguel Ángel. Los hinchas aplaudían hasta romperse las manos, locura total se vivía en el estadio con ese tanto fuera de stock que engendraba Evelio.

Al toque de efectuarse la obra maestra de Cardozo llegó el descuento de Chaco For Ever. Por intermedio de un tiro de esquina el experimentado Emanuel Díaz metió la sabiola y rellenó el resultado final. Fue en ese momento que se vio lo más flojo del Bohemio, el rival le extirpó el esférico, se acercó con más frecuencia a la casita de Rago y el partido se pinchó definitivamente. Giganti movió el banco y mandó a la cancha a Bisanz por Marcioni y Marín por Cardozo, en el único cambio antipático del cotejo, ya que sacaba al autor del tercer tanto y ponía a un volante de combate, reemplazaba al cerebro por un músculo. Las otras variantes fueron posicionales. Nicolás Medina ingresó por Lucas Ríos, Martín García jugó en lugar de Perinciolo y Matías Donato fue moneda de cambio de Klusener quien tuvo en sus pies la chance del cuarto gol pero no pudo facturar, un rasgo característico de su estadía en el club de Villa Crespo. 

Triunfo For Ever el que logró conquistar Atlanta, jugando a gran nivel, enhebrando el mejor rendimiento de todo el año, facturando goles de ciencia ficción, superando al rival y metiendo la inesperada marca de 4 victorias al hilo. Seguro que en el hincha bohemio se destacarán los Lucas Ríos, los Evelio Cardozo de la vida, pero el partido que jugó Maxi González merece mención aparte, cuadro de honor para el “5”. Fue la figura del match aunque los golazos lo tapen. Siempre bien ubicado, anticipando los embates del rival, robando bolas a lo Pacman, distribuyendo la riqueza de la redonda con criterio y encima con un look y despliegue similar al de Rodrigo De Paul en la selección, solo le falta ponerse en pareja con Lali y cartón lleno.

En una semana que se habló de los problemas en la producción de llantas en el país por la mesquindad de los empresarios de ese rubro que no quieren darle un mango más al laburante de verdad, Atlanta jugó sobre ruedas, nunca se despistó, no se tiró jamás a la banquina y ganó a todo motor el penúltimo partido del año en el Gran León. Si esto fuera una escuela ningún alumno tomaría el colegio, en otros momentos de esta temporada daba para que los hinchas tomarán las aulas, menos mal que eso no sucedió sino el gobierno de Larreta le abriría sumarios a los padres de los simpatizantes bohemios o los iría a buscar por la noche a sus casas. Al margen de estas decisiones con olor a naftalina militar hay que recordar que el próximo compromiso del conjunto de Giganti será en la Isla ante San Telmo. Se disputará el domingo venidero a las 15.30, un horario ideal para la sobremesa, ojalá que el postre lo ponga Atlanta y siga endulzando a sus hinchas con otro triunfo que lo arrime aún más a la Copa Argentina de 2023 que para este equipo vale lo mismo que para el City o el PSG clasificar a la Champions League.