Nadie se puede olvidar de la primera vez que el Viejo lo llevó a la cancha; ni del primer día de clases en la escuela primaria, ni de la primera pelea con los pibes del barrio o el primer día de trabajo. Atlanta atrapó la primera victoria en la vuelta del fútbol y son de esos triunfos que se recordarán como tu primera vez en el sexo. El hincha gritó un gol después de 9 meses, una sensación tan hermosa como embarazosa. Nada te cambia la rabia que llevas en las venas por el torneo antideportivo que armaron, pero como cuando muere un familiar, hay que seguir caminando, aunque el dolor no te abandona.
En Caballito y por la segunda fecha del Torneo Transición (podría llamarse también Traición) De la Primera Nacional, “El Bohemio” fue un canto a la contundencia y le ganó 3 a 0 a Ferro, que desafinó en la definición. La resolución en las áreas explica la victoria de Atlanta. Un triunfo que vale “Milton” puntos, ya que te recupera de la derrota en el estreno frente a Platense y te pone a una sola unidad de los dos líderes (“El Calamar” y Estudiantes BA)
La figura del partido fue Milton Giménez, un obrero centrodelantero que las pelea todas como cualquier argentino de la clase laburante, ese que cuenta hasta las monedas para llenar la olla. Surgido en la cantera del club, cedido la temporada pasada a Comunicaciones, en el que se le abrió el arco del triunfo, hoy ya es presente y futuro en el conjunto de Fabián Lisa. A los 32 minutos de la etapa inicial marcó el primer gol con un cabezazo letal en el punto penal. Después de una buena combinación entre Valdez Chamorro y Matías Molina, que antes que la bola se marche del campo de juego, la puso en el área y apareció el soberbio testazo de Giménez, que en Villa Crespo ese apellido refiere más a Milton que a Susana.
El segundo gol llegó 42 minutos del primer tiempo. Un unipersonal de Jorge Valdez Chamorro estiró la ventaja bohemia. La recibió el ex volante de Lanús pasando la línea medía, bajó la pelota con elegancia y precisión, como si el balón viniera del cielo y luego sacó un remate furibundo desde afuera del área para ponerla en el rincón del vago del palo derecho del arquero Bailo.
El saldo negativo de Atlanta sigue siendo las facilidades que tienen los rivales para tutearlo en el área propia. Platense se sintió en un parque de diversiones cada vez que pasó la mitad de cancha. Y “Oeste” le generó varias situaciones de peligro a la defensa bohemia. La imperecia, la mala fortuna y la lesión de sus tripulantes titulares de adelante, hicieron que el conjunto de Caballito este peleado a muerte con el gol, son enemigos íntimos y aún no hicieron las pases.
La figura fue Milton Giménez, pero hubo otros nombres propios que se destacaron en el elenco de Lisa: Valdez Chamorro, que jugó por el metrobus de la cancha. Tuvo manejo y claridad para ser el titiritero del equipo.
Matías Molina en el lateral derecho ensanchó el campo de juego en ataque y fue participe necesario en el primer gol del partido.
Nahuel Tecilla fue el mejor en defensa, en un sector del campo que aún los tornillos están sueltos. También volvió a sobresalir Rago, sin ser el mejor como ante “El Calamar”, respondió cada vez que fue convocado.
Para el final, como broche de oro, después que Pedrozo erró un gol imposible, el nuevo pibe del club, Alejo Dramisino, coloreó el resultado final, que fue exagerado pero necesario para no perder el tren del torneo. Y qué mejor que haberse subido a ese vagón jugando ante Ferro.
More Stories
Falta el KO
Por fin entró
Depende de nosotros