21 noviembre, 2024

Un lugar, todas las disciplinas

Una goleada For Ever

Rincón Bohemio.

Triunfo del Bohemio.

Son de esos partidos que uno quiere frenar el Tiempo, que no transcurra nada más, si es necesario lo raptamos, no pedimos ningún tipo de rescate, lo mantenemos eternamente en cautiverio. El Tiempo tiene la maldita costumbre de seguir su marcha sin detenerse en ningún acontecimiento, es como una bandada de patos que transitan en fila por los lagos. A veces hay algún patito feo que se sale del recorrido, con el Tiempo eso no sucede, un hecho tapa al otro y muchos caen en el ostracismo. El resultadazo logrado por Atlanta es de esas cosas que nos debería permitir la vida poder regresar cuando quisiéramos, que nada ni nadie lo contamine, que quede guardado en una cajita de cristal para cuando una mala noticia nos golpeé la puerta podamos viajar a ese partido y disfrutemos un rato de ese momento en el que fuimos felices. Lo mismo deberíamos poder hacer con el nacimiento de nuestros hijos o volver a una festichola que la pasamos de diez o a cualquier instante en el que la alegría tapizó nuestro cuerpo. 

Al lado del “Movicom Arena”, en el legendario estadio León Kolbowski, hubo un recital enorme de Juan Daniel y su orquesta bohemia. Después de un primer tiempo en el que la música no se escuchaba ni teniendo la oreja pegada al parlante, hubo una segunda parte del espectáculo que fue memorable, fueron 16 minutos del mejor ritmo. A sala llena se entonó 4 veces el hitazo más famoso del fútbol, el gol. El delirio del público fue total, y si Juan Daniel era Sandro, las chicas y los chicos que estaban en las tribunas le arrojarían la ropa interior sin dudar. Su show fue sin igual, marcó 3 goles, el último fue galáctico. Si alguno de los enviados de la NASA que anduvieron por el país estaban en el Gran León, le hubieran tomado una muestra de su sangre para confirmar si es humano o una especie de otro planeta. 

Por la fecha 24 de la zona B de la Primera Nacional, Atlanta recibía en su glorioso estadio a Chaco For Ever, al que le llevaba 9 puntos de ventaja. Un rival que por cierto fuera de su terruño no tiene mucha Resistencia, perdió todo lo que jugó este año de visitante. Con ese aliciente encaraba el doparti el elenco Bohemio, sabiendo que necesitaba atrapar la victoria para soplarle la nuca al reducido. Un triunfo lo ubicaría a una sola unidad del último que estaba ingresando a ese paraíso fiscal. 

Cuenta la foja de servicio de este duelo, que Atlanta hasta aquí nunca perdió ante Chaco For Ever. Fueron solo 5 partidos, con un saldo de 2 victorias y 3 empates. Esos dos triunfos se dieron en el Gran León por idéntico resultado (3-1) En 1974 por el viejo torneo Nacional y en 2022 por la Primera Nacional. El historiador número uno de Atlanta, Edgardo Imas, mencionó en que contexto se disputó el primer partido que involucró a estos dos equipos: “El primer enfrentamiento de la historia entre Chaco For Ever y Atlanta, en el Nacional 1973, quedó salpicado por un presunto intento de soborno comunicado por el arquero suplente del equipo chaqueño, Ramón Villanueva. El jugador le avisó al presidente de Chaco For Ever, Abraham Rabinovich, que había recibido un llamado telefónico de una persona radicada en la ciudad de Corrientes para proponerle algo en beneficio de su club. Villanueva pactó una cita con el anónimo oferente y grabó la conversación durante la cual le ofrecieron 3 millones de pesos para que For Ever fuera “a menos” ante Atlanta. El jugador entregó la cinta a los directivos del club, quienes comunicaron verbalmente al comisario deportivo del partido lo sucedido. Mientras tanto, versiones periodísticas apuntaban al exentrenador de básquet durante muchos años, León Najnudel, quien se hallaba trabajando en Corrientes, lo cual fue desmentido categóricamente por el acusado. Finalmente, todo quedó en la nada ya que Chaco For Ever nunca hizo la denuncia formalmente. El partido terminó empatado 1 a 1”.

De esta historia que cuenta Edgardo Imas, vemos dos curiosidades. Primero, el presidente de ese momento de Chaco For Ever se llamaba Abraham Rabinovich, con semejante nombre era raro que no fuera el de Atlanta. Y segundo, si vas a sobornar a alguien, el último de la lista tiene que ser el arquero suplente, ponele toda la teca al titular, mira si el sustituto se va a dejar hacer los goles sentado en el banco de suplentes. De estas historias hay miles, la mayoría son ciertas, pero los dirigentes de antes como los de ahora miran siempre para un costado. En la actualidad sigue pasando el accionar nefasto de estos tipos que conducen los clubes. Los jugadores de Godoy Cruz firmaron un petitorio en contra de los árbitros, en menos de 24hs la dirigencia tombina aclaró que no comparte esa medida. Y así podríamos seguir, con la violencia que sufrieron los futbolistas de Vélez por parte de los delincuentes de bandera, mal llamados barras bravas. Apadrinados siempre por los dirigentes, que nunca sufren los aprietes de esos muchachos hiper violentos. 

Volviendo a Atlanta, para este choque vital Nicolás Diez determinó un solo cambio con respecto al empate agónico contra Independiente Rivadavia. Afuera por lesión Becker y adentro Lucas Ríos, que entra y sale del equipo como el dinero de un cajero automático, ojalá que en este caso el futbolista no pierda el interés a diferencia de lo que pasa con esa operación bancaria.En definitiva, estos fueron los 11 empleados bursátil que salieron a jugar en la City Bohemia. En el arco de operaciones estuvo Sumavil. En la banca de atrás trabajaron Camargo, Aguirre, González y Pinto. La bolsa del medio se la dividieron Bogado y Dramisino, para que el financiamiento del fútbol lo otorgue Galeano. En la ventanilla derecha estuvieron las corridas bancarias de Ríos. La caja izquierda del ataque la controló Vedoya y en el área de facturación siguió estando Mazzola. 4-2-3-1 fue la cotización táctica del equipo que buscaba regalarle un crédito con una taza de 3 puntos a todos sus fieles clientes.

El primer tiempo estuvo de más como fiesta inaugural de un Mundial. Como era de imaginar ante un rival dirigido por Diego Osella, la pelota sería patrimonio nacional del Bohemio. Lo mejor de esa etapa inicial fue la sociedad rural que armaron por derecha (esa sociedad no podía jugar por izquierda) Camargo y Ríos. El “4” tuvo su mejor partido desde que está en el club. Como un turista, por primera vez visitó el jardín del rival. Pasó al ataque como hasta aquí no se había dado, esperemos que no haya sido una excepción a la regla, que no esté enganchado al esquema de espera de Chaco For Ever. Las únicas situaciones de peligro gestadas por el dueño de casa se concretaron en los últimos 5 minutos de esa primera parte. La primera chance de gol la tuvo en su sabiola Mazzola, que en lugar de cabecear hacia abajo la mandó por arriba del horizonte. Al toque llegó otra opción de riesgo, con un tiro de Ríos dentro del área que se fue al lado del caño derecho del arco rival. Ambas jugadas gentileza de Camargo, que sus compañeros no pudieron canjearlas por gol, pero fue un preámbulo de lo que vendría en la complementaria. 

Para el segundo tiempo Nicolás Diez movió el banco. Afuera Vedoya, que desde que se lesionó no recuperó su mejor versión, lo reemplazó Nicolás Medina. Esta variante rompió la alianza que se había dado en los 45 minutos iniciales con Camargo y Ríos. Ya que este último con la entrada de Medina se corrió de banda y se mudó a la izquierda. Pero parecía que la monotonía seguía en sinfonía con el juego del Bohemio. Posesión boba, sin molestar al arquero rival. El fútbol se juega con y sin pelota y Atlanta la tenía atada en los pies, pasaba la redonda más tiempo entre los que jugaban en la cueva que los integrantes de la zona de fuego. Pero se iluminó el cuerpo técnico y la pegó con los cambios. Entraron Bisanz y Ferreira para que salgan Bogado y Mazzola, y ya nada fue lo mismo.

Con el ingreso del melli Bisanz, Dramisino se paró de “5”, fue la piedra fundacional para atrapar la victoria. Bisanz le dio más dinámica al medio y Ferreira se alojó en la habitación del área rival para arrastrar marcas, un rasgo que muchas veces le falta a Mazzola, que suele abandonar esa suite y se hospeda fuera de la hoguera. 

En el equipo de Nico Diez la rompió el “10”. Desde los 15 hasta los 31 minutos del segundo tiempo hubo función estelar de Juan Daniel Galeano. En el cuarto de hora de la etapa final metió un centro artesanal a la cabeza de Bisanz. El melli hizo el primer tanto de “balero y bastón” para que las gradas del Gran León empiecen a celebrar la victoria del Bohemio, que en una ráfaga de jugadas de su capitán elaboró una goleada For Ever. 

A los 20, a los 27 y a los 31 minutos de la complementaria Galeano escribió goles novelescos con su gran pluma. El primero tuvo un sutil desvío en el golero, pero no le quita ningún mérito al “10”. La orquestó por la banda elástica de la izquierda bohemia, no lo detenía ni la represión policial que vivieron el sábado los hinchas de Independiente. La peleó a lo guapo, cuando ya dentro del área parecía que perdía la pelota, el balón sabio como pocos lo volvió a buscar a él. Ahí remató a la portería, rebotó en el arquero y la bocha besó la red. Atlanta ya sacaba dos de ventaja y el triunfo parecía que dormía en casa. 

Su segundo tanto en la cuenta personal, el tercero del locatario, fue iniciado por Pinto por el callejón derecho de la defensa chaqueña. Soltó la redonda en el bullicio de la puerta del área, allí había una multitud de soberanos vestidos con la camiseta azul y amarilla y cortesanos de blanco y negro tratando de capturar la pelota. Le quedó a Ríos que sin dudar habilitó a Galeano, Juan Daniel dentro del nido del arquero sacó el tiro de gracia, palo y adentro. Tercer gol, segundo del “10”. Felicidad total en el verdadero estadio de Villa Crespo. Aquí no había que contratar a Luis Miguel, ni a Fito Páez ni a Serrat para disfrutar de un gran recital. 

La obra de arte de Galeano se completó de la mejor manera. Recibió el esférico estando de frente manteca al área oponente. Dio un par de pacitos con la número 5 aferrada a su gamba y fue en ese momento que disparo de medio distancia a la meta de Chaco For Ever. Se estiró el guardameta y apenas rozó la bocha, pero su vuelo fue inútil como hablar con la pared, el envío de Juan Daniel se inmortalizó en el ángulo izquierdo de ese arco. Fue un golazo que le rindió homenaje a un cuadro exhibido en un museo de bellas artes. Traigan lienzos que con Galeano sobran trazos de gran pintor. Memorable cuarto tanto, para que la goleada sea a todo color. Esperemos que este partido no se haya visto en Miami, que ni Beckham ni Messi ni Antonela Roccuzzo hayan mirado al Bohemio, porque ya estarían enviando una cotización para contratar al “10” de Atlanta.

Para la anécdota quedan las otras variantes del DT. Porque entró Marín por Ríos, cuando ya había dos goles de ventaja. Y en el epílogo del match fue el turno de Gelos para sustituir a Aguirre, que si hubiera un podio de premiación por las buenas actuaciones en el cotejo, su lugar estaba asegurado. Faltó la posibilidad de tener otra ventana de cambios para que salga Galeano y reciba una ovación infinita de toda su gente.

El elenco porteño trituró 4 a 0 a Chaco For Ever, que hace rato sacó boleto en la platea de los que pelean abajo. Después de un primer tiempo tristón, de posesión pero con solo 5 minutos de acción, el complemento fue un festival de goles, con Galeano rompiéndola toda para regar de felicidad el corazón del hincha Bohemio. Son esos resultados que el simpatizante no se topa con frecuencia. La última vez que en casa se marcaron 4 pepas, fue en el cierre de la temporada pasada (4 a 1 a Gimnasia de Mendoza) De local no se goleaba con este score de 4 a 0 desde 2018 en la B Metro contra Tristán Suárez. Y no se anotaban 4 goles en un segundo tiempo desde 2016 ante Acassuso, también en la categoría telonera del Nacional B. 

Después de este triunfo rimbombante llegará el próximo rival. Visitará por la fecha 25 a Mitre en Santiago querido. Se disputará el domingo venidero a las 16 horas, horario de siesta, esperemos no entrar dormido y que la victoria descanse en Villa Crespo. De todos modos, con esta alegría que vivimos en el León Kolbowski no nos despierten por un par de días, queremos seguir soñando con la magia de Galeano que como la goleada tendría que ser For Ever.