
Vélez Sarsfield.
En la previa del partido contra San Lorenzo, los hinchas velezanos sabíamos que no se trataba de un partido más. Era un encuentro que causaba vértigo; y no únicamente porque el Fortín expusiera el liderato, sino también porque la historia de en el Nuevo Gasómetro tiene más tristezas que alegrías. Es que para
la cancha de San Lorenzo ubicada en el Bajo Flores es un estigma. No lograba una victoria desde 2014, con muchísimas derrotas durante estos diez años, muchas de ellas con jugadas más polémicas que el empujoncito de Valentín Gómez a Vombergar. Cabe recordar aquel choreo de Beligoy en el torneo inicial 2016, partido en que
terminó con nueve jugadores y un penal mal cobrado en contra.
No obstante, la cancha de San Lorenzo (la ubicada en Boedo) fue en donde dio su primera vuelta olímpica en 1968, en aquel triangular final contra Racing y River. Y usualmente cuando
ha necesitado ganar en esa cancha, encontrándose en la lucha por el campeonato, lo ha hecho. Se recuerda la victoria en el Clausura 09 (gol de penal de Hernán Rodrigo López) o la del final 12 (doblete del Chuky Ferreyra). Ambas fueron un envión para aquellos planteles, que luego terminaron coronándose.
Si bien el clásico de es el pobre Ferro, al que esperamos hace 24 años, los partidos contra San Lorenzo tienen un gusto especial. La vieja pica chicanera de que
tiene una estrella dorada que CASLA difícilmente obtenga (¿quizás cuando vuelvan a tener un Papa cuervo en el Vaticano?… este ya les dio la Libertadores y que los de ¿Boedo? tienen más hinchas… Ese ida y vuelta tribunero propio del hincha
argentino, le da un gusto distinto a estos partidos. Aunque los Cuervos lo nieguen, coparon la cancha y querían amargar al de Quinteros, a sabiendas que una derrota podía signar a
como “un buen equipo que no gana los partidos importantes”.

Por todo ello, este partido no era uno más. De ganarlo se ponía el traje de candidato, que ahora domingo por la noche, parece quedarle a medida pese a que aún faltan trece largas fechas para el final del campeonato.
le sacó cinco puntos a sus perseguidores y el hincha está ilusionado. Esa ilusión la comparte el profe Quinteros, quien respondió “por qué no soñar con terminar primeros en alguno de los torneos que estamos compitiendo” ante la pregunta del periodismo en conferencia de prensa post partido. Quinteros una vez remarcó que este plantel es muy humilde y trabajador, siendo esta la clave del éxito (de 30 partidos, Quinteros ganó 20, empató 5 y perdió apenas 5).
se impone por el trabajo de los jugadores incansables, ya realzados en estas columnas en notas anteriores. Pizzini (merecida renovación de contrato hasta 2027) y Braian Romero son dos apasionados del fútbol. Se nota en su trabajo, en su colaboración. No me canso de decirlo, jugadores inteligentes que dan todo por el club y el hincha les agradece. La única mancha en la victoria del sábado, además del gol errado que se nos quedó atragantado sobre el final (esperemos que Piñeyro tenga un gol guardado más
importante para estos partidos que vienen), es la suspensión de otro líder trabajador, el Chiqui Bouzat que llegó a cinco amarillas y no va a estar contra Estudiantes. Todo hace pensar que Quinteros optará por Jalil Elias para su sustitución; pero yo no lo doy por sentado, porque el pibe Roldán que debutó contra Talleres (victoria 3-0 y gran actuación) se amolda más a la labor de interior mixto que cumplen Bouzat y Ordoñez. Veremos si el profe se inclina por la experiencia del Turco Jalil o por el pibe Roldán.
Roguemos a Don Pepe Amalfitani, que mira a su desde el cielo todos los findes, que esta racha no se corte, que siga el lunes que viene contra Estudiantes -equipo que nos ganó una final hace unos meses pero que viene mal, quizás desmotivado por ya haber conseguido boleto a la Copa Libertadores del 2025.
A Estudiantes hay que ganarle, porque luego va a jugar en el término de nueve días contra Independiente por Copa Argentina, Central en Rosario y un encuentro bisagra contra Racing, uno de sus perseguidores más amenazantes. El hincha, Quinteros, los dirigentes, el plantel y Don Pepe, todos sabemos que si
sale bien parado de esa seguidilla, el traje de candidato quedará más tallado que nunca; y empezará a sonar la canción más linda de todas.. “…POR QUE ESTE AÑO DE VILLA LURO, DE VILLA LURO SALE EL NUEVO…”
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