En una noche en la caldera del diablo, donde el clima era realmente infernal para el local, Platense llegó con su estrategia pensanda en estar bien firme atrás, con un líbero y dos stoppers, más dos laterales que depende la situación se sumaban al ataque o se metían atrás a defender. De cinco Villalba y encima una línea de tres y con Contreras solo arriba. No resultó porque en el primer tiempo vimos lo peor del Calamar en el torneo y donde el Rojo merecidamente se puso en ventaja.
Cuando parecía que caía el segundo gol en cualquier momento; De Felipe cambió la estrategia, armó el 4 4 2 y así, tras grosero error de la defensa el Marrón profundizó y lo empató Sabella. En el segundo tiempo Platense fue otro equipo, manejó a su antojo el partido y lo llevó a jugar donde mejor le queda. Con el trasncurrir de los minutos, se veía venir el segundo gol Calamar que finalmente convirtió Tijanovich.
El Rojo se terminó de derrumbar y Platense lo sintió y aprovechó. Le dio la pelota y lo esperó para contragolpear para con esa estrategia llegar el tercero de Taborda. Saavedra y Vicente López era carnaval. Como con Vélez, se ganó en un reducto históricamente adverso, se llegó al tercer lugar en la tabla en seis fechas -mérito indiscutible de este cuerpo técnico y jugadores-.
Ahora se viene Newell’s el sábado a las 20.30hs a la espera de una gran concurrencia para jugar la séptima final a estadio lleno con en el gran objetivo de mantener la categoría y meterse en su haber la mayor cantidad de puntos posibles.
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Falta el KO
Por fin entró
Depende de nosotros