Expectativas y necesidad 

River Plate.

Luego de planificar el parate FIFA como una mini pretemporada, tenia que demostrar una reacción futbolística ante las exigencias de su gente y por sobre todo de su DT. Revertir el evidente déficit en el juego, con cinco empates consecutivos y una muy baja producción goleadora, no iba a ser tarea fácil frente a un complicado Atlético Tucumán; que llegaba al Monumental con la chance de convertirse en el puntero del campeonato.

Marcelo Gallardo repitió el esquema que viene proponiendo desde su llegada, aunque con un cambio de nombre y características. Nacho Fernández en el eje, al lado de un cada vez más en alza Kranevitter, era garantía de asociaciones pero también de mayor espacio a cubrir para la recuperación del balón. Tal fue así, que en la primera que el Decano se animó en campo rival llegó el 1 a 0 ante una frágil defensa de .

Lo que podría haber sido el comienzo de una película de terror, rápidamente se transformó en una de aventuras colectivas. Con el resultado en contra, empezó a dominar el juego. Para esto fue muy importante la profundidad de ambos laterales -en donde a la solidez de Bustos se le sumó una versión de Acuña mucho más parecida a la de su nivel mundialista- y las combinaciones entre Meza y Echeverri para triangular en los últimos 30 metros del campo.

Con todo esto, González Pirez se desahogó con el empate a la salida de un córner bien ejecutado por Nacho; y antes de terminar el primer tiempo, Borja empujó una arremetida de Bustos, tras gran pase del ¨Diablito¨. Contundencia.

En el comienzo del segundo tiempo los tucumanos tuvieron el empate, pero el palo jugó para Armani. Los minutos siguientes transcurrieron con un ritmo de juego intenso en donde no transmitió seguridad cuando no tuvo la pelota. Promediando la segunda parte, los ingresos de Lanzini y Colidio fueron determinantes para aumentar el marcador.

Los goles de Meza y del propio número 11; además de cerrar el partido, seguramente sirvan para brindarles sensaciones positivas no solo a los goleadores sino también al 10, en quien Gallardo confía mucho y lo viene recuperando de a poco.

El 4 a 1 final frente al segundo del campeonato atendió las dos premisas que se aventuraban en la previa. se pareció al equipo que Gallardo pretende y sumó una victoria importante para escalar posiciones y preparar la seguidilla de partidos más importante del semestre; hasta el momento, justo a tiempo.