21 noviembre, 2024

Un lugar, todas las disciplinas

Igualdad de género

Atlanta

0 – Alvarado 0

Otra vez sopa. Nuevamente se firmaron tablas, en un equipo de Erviti al que le sobran peones, que tiene algún que otro caballito y alfil desparramado en el campo, pero que carece de reyes y damas. De los últimos 5 partidos, el elenco Bohemio registró 4 empates, y en ningún caso estuvo cerca del jaque mate.

Por la fecha 14 de la Primera Nacional, Atlanta igualó 0 a 0 en casa ante Alvarado de Mar Del Plata, que contó con muchos pibes en su equipo de etiqueta, igual al conjunto de Villa Crespo le faltó adultez para doblegarlo. Esta parda es parte de la saga de igualdades de Atlanta en este campeonato. El doble huevo ante Maipú y Chicago en el Gran León, tuvieron un mismo hilo conductor.

Erviti repitió lo 11 jugadores que enfrentaron de entrada a Tigre. Esta vez nacieron en el medio los laterales, Flores y Luque, aunque como Bati y Tévez tampoco entregaron el aporte solidario en ataque. DR Leonard en el segundo tiempo colaboró un poco más en esa causa común. Pero más allá de los nombres propios, al Bohemio le falta frescura en el mediocampo. Si los volantes son el corazón de un equipo, a Atlanta le están por colocar un stent. Ya sé que es un puesto en el que necesita reforzarse, pero dudo que a este plantel le agreguen más empleados a su planta permanente.

El partido en general fue de bajas calorías, los dos con sus recetas tuvieron sus chanches de abrir el marcador. Aún no encontré traductor que pueda explicar el gol que se devoró Solari. Tampoco es tan fácil de transcribir la de Colombini, pero aquí definió mal, se la sirvió en bandeja giratoria al arquero Fernández. Tal vez lo traicionó que previamente hubo falta en esa jugada. De todos modos, el Bohemio lo configuró como figura al golero rival, Pedro Fernández. Quien le tapó un par de tiros de gracia a Riquelme, que ingresó en la noche del segundo tiempo. También le sacó un cabezazo a Alán Pérez que buscaba el ángulo izquierdo. Por lo visto Atlanta como la oposición de este país, lo tuvo entre ceja y ceja a Fernández. Igual a ninguno de los dos le fue bien, temo que en otro partido querramos incluir en la nómina de titulares al Dipy o a Viviana Canosa.

Pero si de jugadas de gol hablamos, hay que poner en un marquito la que tuvo Alvarado en el epílogo del match. Se gestó a través de un contragolpe feroz. Dylan Manazza, otra coincidencia con el Presidente de la Nación, encabezó la jugada final. Parecía decretado el gol, no había ni una orden judicial que lo detenga. Pero se olvidaron que en Atlanta ataja Rago. Francisco, se puso la sotana y le tapó el mano a mano de manera brillante, a tal punto que “Pancho” terminó lesionado. El rebote le quedó a Santiago González, que gracias a Dios le erró al arco. Nos volvió la respiración al cuerpo. Fueron segundos de incertidumbre, de un frío que nos caló todo el cuerpo. Hasta que la pelota no dio sus hurras, se temía lo peor. Finalmente fue empate. Otra vez.

En la semana del orgullo, en la que apoyamos la lucha del LGBT, Atlanta se suma con la igualdad de género, ya que es deportivo empate. Ante Alvarado, la actuación fue decepcionante. Es cierto que la numerología de la tabla de posiciones es buena, pero en su juego le pasa completamente lo inverso. No tiene todavía una estructura de equipo, se lo nota mejor en defensa (tampoco es para tirar manteca al techo) Y si no es de pelota parada, los goles no florecen. Tiene juego limitado en el medio y sus delanteros si vivieran del gol, hoy estarían cobrando un plan social, tan denostado por un sector de la población, pero tan necesario para otro sector de esa misma población.

Más allá del resultado, la nota mala es la lesión de Rago. Se confirmó que sufrió un esguince grado 1 del ligamento colateral medial. Le tocará a Tello atajar, pero perder al capitán y figura del equipo no es fácil de maquillar. Ojalá que esta baja sea anecdótica, que haya alguna mejora en el juego y que por fin podamos ganar un partido.