Rincón Calamar
Cerrando un verano de LOCOS, inolvidable para la institución Calamar, encaró el clásico de barrio con la carga emotiva de la despedida del fútbol de Daniel Vega.
Se enfrentaron en el Estadio Vicente López, Platense y River, tarde de domingo bien de domingo, esta vez no se extrañó el OLOR a Primera, esta vez EN PRIMERA A. Solo faltaron a la cita -por obligación- la hinchada, los socios, la GENTE, el pueblo Calamar ¡¡ y si vamos a pedir un marco completo también la gente de River, para volver a esa normalidad extrañada infinitamente.
En ese contexto arrancó EL PARTIDO. Mejor el Millonario, Platense estaba Shokeado por el ÚLTIMO BAILE del goleador histórico, parecía desconectado entre sus líneas, le costaba armar juego y recuperar el balón que era en los primeros minutos propiedad de los de Núñez. A los 9 minutos De la Cruz con un pase al vacío a Matías Suárez, para que este defina cruzado.
Ya para los 30, el Calamar emparejó el juego y tuvo la oportunidad de empatar el partido tras un grosero error de Armani, quien después de un tiro libre de Bogado da rebote y Salazar la empujó al gol – inmediatamente anulado por un offside de centímetros-.
River siempre más peligroso con un juego directo de ataque, casi siempre manejado por Suárez. En el segundo tiempo creció Platense y el partido se hizo mas parejo y desde los 20 / 25, a tiro del empate el local con un increíble mano a mano de Curuchet primero y un cabezazo terrible de Salazar que Armani en impecable estirada sacó al córner.
Así pasaron los minutos y con un poco de amor diría que el Calamar mereció el empate. A pesar de la derrota, Platense no desentonó; siempre ordenado, siempre con su esquema táctico – quizás si la concentración hubiera arrancado desde el minuto cero , estaríamos hablando de otro resultado-.
Viajará el Calamar a la tierra del vino el próximo fin de semana, linda oportunidad para volver a sumar.
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