28 septiembre, 2023

Un lugar, todas las disciplinas

Chucky: el muñeco bendito

Atlanta

Hasta ese gol de Dramisino en la última jugada del partido, la actuación del Bohemio se le parecía a una película de terror. Freddy Krueger jugaba para nuestra delantera. Los mediocampistas habían sufrido un Conjuro para que no puedan tener la pelota. Incluso en el lugar de Giganti estaba Hitchcock como director del equipo. Daba miedo ver cómo estaba el estadio Minella, era La Mansión del diablo, calamitoso y abandonado está un escenario que fue mundialista. Se jugó en día sábado, pero por lo que dieron pudo haberse disputado el Viernes 13.

Es cierto, que Aldosivi siempre estuvo más cerca de convertirse en una pesadilla para Atlanta, sus ataques eran más repetidos y constantes, aunque nunca terminó de provocarle una Psicosis a los defensores rivales. Pero cuando el partido entró en su Resplandor apareció el gol de Chucky y en la última escena hubo final feliz para que gane el bueno de la película.

Por la fecha 11 de la zona B de la Primera Nacional, el elenco de Villa Crespo viajó a La Feliz para medirse contra el Tiburón de Teté Quiroz. El historial entre ambos es muy escueto, solo se enfrentaron dos veces en la temporada 2011/2012 de aquel torneo de la segunda división que lo tuvo a River como la vedette de esa temporada. Atlanta debutaba en dicha categoría después de 12 años de ausencia justamente contra Aldosivi en el León Kolbowski. Fue empate 1 a 1 con gol de Andrés Soriano. Luego se vieron las caripelas en el Minella y triunfó el dueño de casa por 3 a 0. Lo curioso de los duelos de Atlanta en Mar Del Plata es que había jugado nueve veces y nunca empató. 2 victorias (Kimberley en el 73 y Alvarado en el 2019) Y 7 derrotas. Ante Aldosivi parecía que se iba a registrar la primera parda, pero Alejo Dramisino tuvo otros planes. 

Para enfrentar al Tiburón, Giganti repitió 10 de los 11 pescadores que atraparon el triunfo en su muelle ante Tristán Suárez. La única variante obligada fue la de Bogado, y no era una baja cualquiera, ya que el ex volante de Huracán y Platense se estaba sintiendo como pez en el agua jugando en la posición de “5”. Lo reemplazó Federico Marín que suele ahogarse en la orilla. En definitiva está fue la tripulación náutica bohemia: Sumavil fue el Patrón del arco. Los Marineros de la defensa fueron Camargo, Aguirre, González y Mosca, que en este tema de la pesca viene como anillo al dedo. En el Medio Mundo flotaron Dramisino, Marín y el dueño del Timón, Galeano. Los delanteros con la caña de pescar sin anzuelo fueron Ríos, otro apellido ideal para este partido, Mazzola que sigue sin ponerle carnada a sus gambas y Vedoya que completó la embarcación. 433 fue el sistema táctico y no la cotización del Dólar blue. 

El primer tiempo si no se hubiera jugado era lo mismo, nadie habría protestado, es más, nuestros ojos lo agradecerían con una sonrisa en cada pupila. Fue un bodrio con todos los papeles en regla. No le faltó ninguno, tenía el registro al día, la cédula verde y el DNI al alcance de la mano, la patente legible y la VTV aprobada. El problema que los coches de Atlanta y Aldosivi jugaron en punto muerto. Recién en el final de los 45 minutos iniciales el vehículo local se acercó a las calles de Villa Crespo, pero nunca le dio la nafta para hacerle chapa y pintura a Sumavil y compañía. Por su parte, el auto de Giganti no salió de la concesionaria y ni arriba de un monopatín pudo trasladarse al área del Tiburón. Se fue a boxes sin conocerle la cara al arquero rival, podía estar un holograma que nada cambiaba.

A pesar que la primera parte fue un bostezo eterno, para el complemento Giganti mantuvo a los mismos 11 durmientes, y como en el vestuario no sonó ningún despertador, el equipo siguió apolillando en el campo de juego. A diferencia de la etapa inicial, Aldosivi salió más despierto a jugar el segundo tiempo. Pero a la hora de definir las situaciones que creó se tomó una siesta. Cuando parecía que acostaba al Bohemio, Nicolás Mosca la salvó estirando la pata en un cruce fundamental como dormir 8 horas diarias, el que lo pueda lograr tiene mi envidia.

Atlanta antes del cuarto de hora movió el banco. Al campo fue el retornado Diego Becker por Lucas Ríos que tuvo una actuación que lo rebautizó como Lucas Laguna. Al rato entraron Mouche y Camisassa por Vedoya y Camargo, que salió tocado. La última ventana de cambios se dio sobre el final, Eugenio Olivera ingresó por Mazzola que le tiene miedo al gol, y de urgencia tuvo que entrar Juan Pablo Krilanovich por el propio Becker que se retiró lesionado. No es que Giganti hizo una del Loco Bielsa y sacó a uno que puso un ratito antes, acá el tema fue medicinal. Daba la impresión que por más mano que meta en el equipo parecía más factible que Alberto se presente como candidato en las próximas elecciones a que el Bohemio gane este partido. Pero todo fue al revés, el Presidente no irá por la relección porque su gestión le pianta votos y el elenco de Villa Crespo lo ganó en el balotaje del partido.

Cuando se estaban por cumplir los 5 minutos que adicionaron, Atlanta se quedó con una victoria hermosa por 1 a 0, confirmando que se festeja más un triunfo en la última jugada que atrapar los 3 puntos por goleada. Probablemente ganar con holgura te da orgullo, pero esta clase de victorias te emocionan.
Todo se forjó en una bocha que ganó al costado del mediocampo Marín, quien tocó para Mouche, que ni lerdo ni perezoso abandonó el estudio de televisión y cedió el elemento para Galeano. El “10” Bohemio atesoró el balón y cuando el defensor se le arrimó devolvió el esférico a Mouche que ya vestido con la pilcha de puntero izquierdo despachó la pelota al corazón del área. Allí el golero de Aldosivi, Lucas Bruera, intentó apagar el incendio pero con sus puños se enredó con la manguera y dejó vivita y coleando la bola para que le quede a Dramisino, que se tomó un segundo para pensar y definió con maestría al ángulo derecho de la portería del Tiburón. Fue un golón, segundo al hilo que anota Alejo, que ya había mojado la fecha pasada ante el Tambero. Parafraseando con el apodo que tiene, es Chucky: el muñeco bendito. A partir de estos goles podríamos decirle Alejo DramisiSI, que con el misil que disparó ante Aldosivi le dio los 3 puntos al Bohemio. Es cierto, que esté encuentro tenía todos los condimentos para un empate, pero el conjunto de Giganti se aprovechó de lo salado que anda Aldosivi y atrapó la segunda victoria en fila para endulzar los corazones de sus hinchas.

En 5 días (jugó lunes y sábado) Atlanta sumó 6 puntos y su nombre se acomodó entre los que clasifican al reducido, pero que nadie se confunda que aún este campeonato está en pañales. La actuación ante el elenco de Quiroz fue pobretona, se maquilló con el golazo de Dramisino, que tiene más entrega que un delivery de aplicación. También, vale destacar otro (buen) partido de Mosca en el lateral zurdo, hasta aquí le ganó a Pinto ese puesto. Tampoco podemos obviar a Sumavil, que cuando lo llaman atiende hasta los números que son spam, por momentos tiene atajadas de Superman. Y aunque Galeano fue discontinuo en el partido, sus aportes son solidarios para el juego, es el Santiago Maratea del equipo sin ningún lavarropa en el medio. De todos modos habrá que mejorar, ante el Tiburón se pescó un triunfo enorme desde lo emocional pero pequeño desde lo conceptual, igual siempre es mejor ganar aunque haya sido con el único remate serio al arco. 

La próxima fecha Atlanta volverá a jugar en casa ajena, será en Córdoba ante el Racing de esa provincia. Esperemos que el cuarteto lo ponga el Bohemio, que como el fernet sea 70 a 30 las chances que tengamos de ganar y que el rival de risa como un chiste de Chichilo Viale o el Negro Álvarez. Ojalá que no haya “Pailos” en la rueda, así tenemos un Cacho de Buenaventura en el partido y le podemos romper el Cucú al elenco mediterráneo para traernos la tercera victoria al hilo del campeonato.