28 abril, 2025

Un lugar, todas las disciplinas

Cuál superficie es mejor

Running.

Running. La elección de la superficie a la hora de entrenar, siempre que sea posible, es una cuestión muy importante.

Qué superficie me conviene a la hora de realizar mi carrera, tierra, césped, arena, cemento; duras o blandas. Entre las lesiones más habituales de los corredores están la tendinitis o la periostitis (inflamación de la membrana del tejido que recubre el hueso) que se deben entre otras causas a los malos apoyos, al tipo de calzado, al peso del atleta o la superficie por donde corremos.

Una superficie blanda -tierra o césped- absorbe el impacto del pie y nos produce menor rebote y la amortiguación reduce en gran medida el riesgo de sufrir una lesión. Aquí, se recomienda el uso de zapatillas con dibujo en la suela; pues se agarran mejor y evitan que resbales o pises mal reduciendo los esguinces de tobillo.

Otra de las opciones para salir a correr es la arena. Es más cansador, ya que ofrece más resistencia y menos retorno de energía del que pueda dar el asfalto, el césped o el tartán. Lo que sí es seguro, tener en cuenta que la arena y la sal marina estropean el calzado con mayor facilidad, es que si está mojada mucho mejor; ya que ofrece más estabilidad a nuestro sistema músculo-esquelético, es una superficie muy poco agresiva en el momento del impacto y también es beneficioso para nuestro sistema respiratorio -ya que el aire marino es rico en ozono-. Lógicamente, el tiempo por kilómetros nunca será el mismo que corriendo por una superficie más dura como pueda ser el asfalto, ya que la arena es dura para los músculos y se agotan antes.

Por su parte, el gimnasio y la cinta permiten que tengamos un control más exacto de la velocidad y podamos aumentar el ritmo de forma más controlada. Además, cuentan con sistemas de amortiguación que minimizan el impacto.

Por otro lado; el asfalto, superficie ideal para ir más rápido, genera un gran impacto y provoca dolencias en los tendones y en las articulaciones debido al continúo rebote. Pero no es tan duro como el cemento, ya que tiene un nivel de absorción un poco mayor, sobre todo cuando la temperatura es más elevada y hay cierto reblandecimiento de éste. Por su parte, el cemento es la superficie que más castiga a nuestros huesos, articulaciones y músculos, ya que ofrece una absorción casi nula.

Lo ideal para un entrenamiento que no generen lesiones en nuestros músculos y huesos, sería realizar sesiones largas sobre una superficie blanda; mientras que en una muy intensa y de pocos kilómetros, una superficie más dura -asfalto o cemento- resultaría ideal para mejorar nuestro rendimiento.